24: Él es diferente

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NO SE QUE CARAJOS PASA CONMIGO PERO LLORO CUANDO ARREGLO LOS CAPÍTULOS...

Ya saben si encuentran algún error por favor díganmelo...

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La respiración le faltaba los hipidos provocados por el llanto apenas y podían dejarlo hablar.

— ¿Están seguros?

— Lo lamento Sam, pero por la gran cantidad de sangre que encontramos en el lugar lo más seguro es que el vampiro murió, eran demasiados contra uno solo.

— ¿Y como están tan seguros de que era su sangre?, esa sangre puede ser de algún salvaje.

—Sam, la sangre que encontramos era de vampiro mis rastreadores la identificaron— al no recibir respuesta Paul siguió contando lo sucedido — Entramos al bosque y si justo como nos dijiste a exactamente 500 metros estaba ante nosotros lo que fue un campo de batalla, Sam por lo que vimos puedo decirte que él no murió sin dar pelea, el lugar estaba completamente destruido.

— Su cuerpo — susurro Sam cubriendo su cara, ya no quería escuchar más, solo quería ver su cuerpo y llorarle hasta desahogar todo lo que en ese momento sentía —Su cuerpo... ¿Dónde está?

— No lo encontramos, pero tú conoces a los salvajes ellos se llevan los cuerpos para...

— ¡NO LO DIGAS!, ¡PAUL!— gritaron Sam y Andrew respectivamente, uno con dolor y el otro en forma de regaño.

Max había estado escuchando la conversación sin decir nada y no lograba comprender, por qué Sam estaba tan preocupado por un "vampiro" como para pedir a Paul que entrara al bosque y lo buscara. Su mente no le alcanzaba para comprender por qué, desde lo sucedido con su madre Sam repudio a toda la raza vampírica y ahora estaba preocupado y hasta llorando como nunca antes lo había visto por uno.

—Sam qué es lo que está pasando aquí, ¿Por qué Paul entro al bosque a buscar un vampiro? y por qué tu estas llorando de esa manera al saber que murió, deberías estar feliz un asqueroso vampiro menos en el mundo.

— ¡CÁLLATE!, no lo llames así, tú no sabes nada.

— ¡Exacto! no sé nada, así que dime que carajos paso ahí adentro, tu odias a los vampiros más que a nada y ahora mírate como estas por enterarte que uno murió.

—Porque él es diferente.

— ¿Diferente cómo?, que acaso ya no recuerdas que ellos mataron a mamá.

— ¡Claro que lo recuerdo!, ¡cada maldito día desde hace doce años lo recuerdo!

— ¿¡Entonces!?

—Max calma, solo deja que nos cuente — intervino Sofía.

—Bien, habla.

Sam aun con el rostro cubierto de lágrimas les contó a todos los presentes desde la primera vez que vio a Dominick, lo asustado que se sintió la primera vez que lo vio ahí parado frente a él, un imponente hombre de al menos 1.87, de piel en extremo clara con unos rizos chocolate que en ocasiones cubrían su rostro y ojos, unos ojos de un verde muy claro, un hombre reservado y de expresión seria. Les contó acerca del día que supo que un vampiro había entrado a la manada, de cómo salió de su casa a escondidas, de cómo apenas y pudo caminar unos metros cuando un brazo lo tomo desde atrás del cuello mientras tapaban su boca.

Les contó sobre la segunda vez que vio a Dominick cuando despertó después de lo sucedido en la manada, como descubrió que estaban dentro del bosque de lo prohibido y que en medio de todo él golpeo a Dominick, a lo que todos reaccionaron preguntando si el vampiro lo había lastimado por eso, Sam los calmo al instante contándoles que Dominick nunca le hizo daño, que jamás lo lastimo intencionalmente.

Luego les contó sobre el incidente que tuvo con la hiedra venenosa cuando buscaban alimento, a lo que Max salto de su asiento sabiendo a la perfección la reacción que producía esa planta en el cuerpo de Sam, esa planta podría matarlo. Sam procedió con su historia a la vez de dándole una mirada tranquilizadora Max. Les contó como Dominick lo ayudo consiguiendo el grosellero negro y como lo cuido durante el par de días que estuvo inconsciente. Todos estaban sorprendidos y sin poder creer todo lo que salía de la boca de Sam, pues a sus ojos era inverosímil que un vampiro se comportara así con un lobo o con cualquiera, pero quedaron aun peor cuando Sam les contó cómo fue que logro salir del bosque.

—Estábamos huyendo, los salvajes habían encontrado la cueva en la que nos ocultábamos, ya habíamos corrido por kilómetros, pero no dejaban de seguirnos, hasta que Dominick puedo ver a lo lejos la salida, yo le dije que corriéramos pero él dijo que no, que aunque corriéramos ellos no seguirían fuera del bosque, que alguien debía distraerlos.

—Y él se ofreció— intervino Paul.

— Sí... con una condición.

— ¿Qué condición?— pregunto Andrew.

— Que lo escuchara— susurro Sam con la mirada perdida y con la mano derecha sujetando fuertemente la parte de la playera sobre su pecho.

— ¿Qué escucharas qué Sam?— esta vez fue Max quien hablo.

El silencio se hizo presente en la Sam trataba de conseguir fuerza decirlo.

— S-su... su confesión— apenas y puedo decir Sam tratando de controlar los fuertes sollozos que sacudían su cuerpo, le dolía, le quemaba por dentro recordarlo.

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♥♥ Bye bye♥♥

¿Por qué tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora