— ¡Corre!, ¡corre! No te detengas, no mires atrás — grito el vampiro al pequeño lobo que corría asustado lo más rápido que sus extremidades se lo permitían. Pero aún bajo la advertencia de no mirar atrás, el pequeño lobo lo hizo, solo para ver como el vampiro era rodeado por un grupo de seis lobos salvajes. Lobos que no entienden de razón y que lo único que quieren es comer sin importar que. Estos ya estaban preparados para atacar al menor descuido.
Los lobos los habían estado siguiendo ya por un par de kilómetros por el Bosque de lo Prohibido, sin darles de escapar.
El vampiro lo único que pudo ingeniar en ese momento fue darle aunque sea algo de tiempo al pequeño lobo para que escapara aun si eso significaba perder su propia vida, después de todo era su culpa que se encontraran en aquella situación.
Eso es lo que él pensaba.
~•~
•Meses Antes•
Sam
Papá me había pedido salir a recolectar algunas de las plantas medicinales que solo se dan en los límites de la manada BlueMoon. Rodeando por completo su territorio me dirijo al lugar, por el camino voy pensando en las tareas que a menudo me son encomendadas, tareas mediocres, tareas solo para omegas.
Cuidar a los cachorros de la manada, recolectar plantas, cuidar de casa, ayudar en el comedor comunitario, etc.
Estoy cansado de ser tratado como alguien débil.
Odio ser omega, odio tener que pasar por el insufrible celo y que mis instintos tomen control de mi cuerpo, ansiando ser poseído por cualquier alfa como una vil puta, odio tener que obedecer sus órdenes, pero sobre todo odio la idea de algún día pertenecer a alguno de ellos.
Odio ser omega.
Odio tener que fingir algo que no soy. Tener que fingir obediencia, amabilidad y sumisión.
Todo para no avergonzar a mi padre y a mi hermano, pero sobre todo a mi hermano ya que mi padre nunca ha intentado comprenderme. Desde que mamá murió él cambio se volvió un hombre frío y cerrado, sobre todo conmigo. Supongo que es tanto mi parecido que le recuerdo demasiado a ella y no soporta verme a la cara.
Mi hermano Maximilian Moore, Max mi único y mejor amigo, quien me ha cuidado desde que mama murió aquella noche cuando yo apenas tenía 7 años.
Mi amado hermano la razón por la cual finjo ser el omega perfecto.
Entre tanto pensamiento ni cuenta me doy en que momento llego al prado de flores y plantas curativas.
Saliendo por fin de todas mis cavilaciones me dedico a iniciar con mi tarea. Recolecto la mayor cantidad de plantas y flores que caben en mi canasta.
Dando por terminada mi tarea me dispongo a volver a la manada, cuando un sonido proveniente de unos matorrales que están por delante de mí me sorprende haciendo que salte en mi lugar. Me quedo petrificado por unos segundos, pero decido armarme de valor. Me acerco un poco, - quizás sea solo un conejito perdido -.
Camino unos cuantos pasos y ya estando a tan solo un metro caigo al suelo producto del miedo. Frente a mí se alza una alta figura. Un hombre de piel tan blanca como la leche, el cual poseía unos rizos chocolate que caían sobre su frente cubriendo casi por completo sus ojos, unos ojos verdes como los míos, solo que los de él eran de un tono muy claro, - son tan hermosos -, ¿Qué carajos?, borro al instante ese pensamiento al ver como esos ojos antes hermosos cambian a ser aterradores.
Su iris volviéndose de un verde a un rojo sangre mientras su esclerótica deja atrás su natural tono blanco para volverse un negro profundo. En ese momento me di cuenta de que era hora de correr, pues quien se alzaba ante mí no era un hombre cualquiera, era... era...
Era un vampiro... un maldito y asqueroso chupa sangre.
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❣❣ bye bye ❣❣
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¿Por qué tú?
Vampir♦SEGUNDA PARTE DE LA SAGA "UN DESTINO, UNA MANADA"♦ Samuel Moore o como el prefiere ser llamado, Sam, un chico de tan solo 19 años de edad. Un chico en el que apariencia y personalidad nadan tiene que ver, pues el podrá verse tranquilo, tierno y sum...