Sam
Ha pasado una semana a desde lo ocurrido en el bosque con ese asqueroso ser, en la manada nadie pareció darse cuenta de mi abrupto llegar ese día, lo cual agradezco, no quiero que me vean a un más débil de lo que ya me creen.
Todo ha estado tranquilo, al parecer el repugnante vampiro no descubrió a que manada pertenezco, pero aun así debo tener cuidado no quiero volver a encontrármelo. Y para eso he decidido no salir de los límites del bosque por un tiempo, aunque me vea en la obligación de inventarme alguna excusa para no cumplir con mis estúpidas tareas.
Lo que ha resultado casi imposible, mi hermano es alguien difícil de engañar, si se le mete en la cabeza que algo me pasa no descansara hasta descubrirlo, se volverá realmente insoportable.
Pero en fin las cosas parecen ir bien dentro de lo que cabe, solo me queda esperar que pase el tiempo y ese odioso vampiro se largue de le región.
— Hermanito ¿Qué haces aquí?
Salte en mi lugar para colocarme una mano en el corazón, ¿Qué le pasa a mi hermano asustándome de esa manera?, espera, ¿Qué hace él aquí?, no se supone que hoy tenía una cena con mi futura cuñada.
— Más bien ¿Qué haces tú aquí?, no se supone que hoy tienes una cena en casa de los Anderson, con mi cuñadita.
Después de lo dicho pude notar como un lindo sonrojo se coloreaba en sus mejillas. Me hace feliz que él sea feliz, que este enamorado, pero eso no significa que no lo joderé como todo buen hermanito.
— ¡Woo! Pero mira nada más, tengo ante mí a una colegiala enamorada.
— Calla mocoso, que ya te tocara a ti y entonces me vengare — el muy tonto me jalo de un brazo y envolvió uno de los suyos alrededor de mi cuello manteniéndome bajo su axila, que asco, no olía mal, pero igual que asco. Yo reí como cada vez que hacíamos este tipo de bromas, reí con fuerza para que mi hermano no notara el hecho de que esa sola idea causaba repulsión en mí.
— Maximilian, ¿aun aquí?, ya deberías estar en BlueMoon — era papá. Max se separó de mí y adopto una postura más seria, la postura de un alfa que guarda respeto.
— Ya lo sé papá, solo quería despedirme de mi hermano ya que estaré por allá un par de semanas.
Un par de semanas, ¿Por qué?
-¡Oh la Luna de Celo!-
La Luna de celo es en una semana, como pudo haberlo olvidado, supongo que el asunto con esa cosa repugnante me ha tenido la cabeza ocupada.
— La luna de celo hermanito, así que por fin te estrenaras — comente burlón.
— Ya cállate mocoso, ni que tu contaras con mucha experiencia — se defendió, -tampoco es como si la quisiera-, para eso tendría que tener un alfa y eso nunca.
— ¡Chicos ya basta!, Max despídete, no hagas esperar a la hermana del alfa de BlueMoon — regaño papá.
Mi hermano se acercó a darme un fuerte abrazo acompañado de un suave, "Nos vemos luego hermanito, cuídate".
Luego solo salió de casa sin más, quedando solo papá y yo en la estancia de la casa. No fue por mucho a lo minutos mi padre me dirigió una de esas tan conocida miradas inexpresivas, pero aun así cargadas de un sentimiento que no lograba descifrar.
Siento mis ojos arder, pero me deshago de inmediato de esos tontos sentimientos.
No sé qué hice, ni tampoco lo entiendo. Antes mi padre no se cansaba de decir que yo era su más grande tesoro, de decir cuánto me amaba, y ahora, ahora ni siquiera soporta verme a la cara por más de unos cuantos segundos. A veces deseo tanto no haber nacido con este rostro, un rostro que le trae tanto dolor a papá.
Me parezco tanto a ella.
¿Por qué te fuiste mamá?...
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❣❣ bye bye ❣❣
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¿Por qué tú?
Vampiros♦SEGUNDA PARTE DE LA SAGA "UN DESTINO, UNA MANADA"♦ Samuel Moore o como el prefiere ser llamado, Sam, un chico de tan solo 19 años de edad. Un chico en el que apariencia y personalidad nadan tiene que ver, pues el podrá verse tranquilo, tierno y sum...