Habiendo aprendido bien los tiempos, movimientos y hábitos de los centinelas de la manada BlackNight, Dominick decido que era hora de poner en marcha su plan.
Dominick
— Esta noche entrare a la manada BlackNight y no saldré sin ese chico.
Todo está listo, dentro de unos cuantos minutos sucederá el cambio de guardia, dejándome la entrada libre por unos minutos, el verdadero problema será encontrar la casa de ese chico antes de que la manada me descubra.
Días antes descubrí que el pequeño lobo es ni más ni menos que el hijo del alfa líder, vaya problema en el que me voy a meter, pero no me importa, ese chico es la respuesta a todo lo que me está pasando, estos extraños sentimientos, sentires, pensares, todo es tan extraño y comenzó desde el momento en que lo vi y sentí su aroma. Él es la respuesta.
Los minutos corren, el hombre sale de su puesto para ir en busca del siguiente turno, que como lo tengo previsto es uno de los centinelas menos capacitados, un hombre de contextura gruesa, que la mayoría del tiempo de su guardia cae dormido.
Una vez el guardia sale de su puesto y se pierde entre las diferentes casas, entro con el mayor sigilo que mi condición de vampiro me permite, me resguardo moviéndome por las sombras. Mientras me muevo de lugar, oigo pasos acercarse, me escondo tras un árbol de grueso tronco, asomándome por uno de los costados logro ver de quien se trata, es una niña pequeña que parece estar llorando, se recarga contra el árbol que me esconde deslizándose hasta el suelo, comienza a llorar de manera más dolorosa, sus sollozos son tan amargos. Es tan solo una niña por lo que salgo de mis escondite, los lobos a tan temprana edad no perciben el olor de los de su alrededor, por lo que ella no me sentirá como una amenaza. Doy la vuelta al árbol y ahí esta ella, sujetándose con fuerza a un peluche blanco y rosa. Sé que es cruel dejarla así, pero tengo cosas más importantes que hacer, que consolar a una niñita.
Me doy la vuelta dispuesto a ignorarla, pero su llanto se intensifica y todo se va a la mierda, -Maldita sea-.
— Oye niña, ¿Qué pasa? — la niña da un salto en su lugar y levanta la mirada. Es una niña muy bonita, de largo cabello negro, piel clara y nos hermoso y enormes ojos azules, ojos de ahora están inundados en lágrimas, la pequeña no responde solo se me queda viendo, así que vuelvo a preguntar.
— ¿Por qué lloras? — ella baja la mirada y esconde su rostro tras el peluche en sus manos.
De verdad que no tengo tiempo para esto. Como veo que la niña no piensa responderme, me doy la vuelta con toda la intención de marcharme y seguir con el plan, sin embargo una manita aferrada fuertemente a mi pantalón me lo impide.
— Todos los niños me molestan — dice, su voz siendo apenas un susurro audible.
-Mierda, en que me he metido-.
— ¿Por qué te molestan? — pregunto, los mocoso de hoy en día pueden ser tan crueles.
— Porque no tengo papás, ellos dicen que mis papás se fueron porque soy una niña fea que se porta mal — de verdad que los mocosos de hoy en día son crueles.
— Eso es mentira, tú no eres fea.
— ¡Si soy fea!, por eso mis padres me dejaron aquí y se olvidaron de mí — grita llorando, volteo en todas direcciones, el grito pudo haber alertado a los demás de mi presencia, no quiero que me descubra solo por andar de buen samaritano con una niñita. Viendo que nadie parece haber oído el grito de la pequeña, le hablo.
— Mírame niña, ¡Te digo que me mires! — elevo la voz, pero aun sin ser un grito y ella me mira entre asustada y sorprendida — Yo no soy alguien que le guste hacer sentir bien a los demás en base a palabras, mucho me nos en base a palabras llenas de mentiras, me entiendes — ella asiente y prosigo — Por eso lo que te diré ahora puedes considerarlo como una verdad absoluta, así que escucha bien, creo que eres una de las niñas más hermosas que he conocido en mucho tiempo y sabes te diré algo más, tienes unos ojos preciosos, por eso no debes dejar que se empañen en lágrimas, no los ocultes — me arrodille frente a ella y con toda la delicadeza que pude juntar limpie las lágrimas que corrían por su mejillas — Y sabes algo más, los demás niños son unos tontos, tu eres muy bonita y las niñas bonitas deben tener confianza, por eso de ahora en adelante cuando ellos te digan algo tu solo ignóralos, cuando crezcas veras que todos los que te decían de cosas andarán tras de ti, estoy seguro que te convertirás en una mujer hermosa.
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¿Por qué tú?
Vampire♦SEGUNDA PARTE DE LA SAGA "UN DESTINO, UNA MANADA"♦ Samuel Moore o como el prefiere ser llamado, Sam, un chico de tan solo 19 años de edad. Un chico en el que apariencia y personalidad nadan tiene que ver, pues el podrá verse tranquilo, tierno y sum...