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El que se robe mis historia...
Siempre fuiste alguien bastante sensible con respecto al resto de personas, tu profesión era prueba de ello, eras enfermera, no te gustaba ver a otros en necesidad, fuera amigo o desconocido, una característica que siempre te dijeron te metería en problemas, apoyabas por completo las nuevas iniciativas que estaban tomando diversos grupos con respecto a la situación de los híbridos, estabas dispuesta a ayudar a quien fuera en situación de necesidad, a tus amigos les gustaba que fueras tan amable, pero te seguían repitiendo que no lo fueras tanto porque alguien podría aprovecharse de ello.
—¿Te encuentras bien? ¿Puedes decirme donde te duele? — La angustia en tu voz se podía notar, estabas botando la basura cuando lo viste, aquel hombre te miro con ojos cansados mientras sostenía su costado, era obvio que estaba perdiendo la consciencia — Te llevare a mi departamento, pero por favor, tienes que ayudarme tu también, no podre cargarte yo sola. — Soltó un gruñido grave cuando intentaste tocarlo, entre su cabello se mezclaban unas orejas alargadas y puntiagudas, entendiste porque su desconfianza y su estado — Por favor... No quiero dejarte morir, soy enfermera, puedo ayudarte, no me importa si eres un híbrido o no, no le diré a la policía, tienes mi palabra... — El tiempo se te acababa, si él se desmayaba no podrías levantarlo y llevarlo a tu departamento, pareció pensárselo, finalmente asintió, colocaste su brazo por sobre tu hombro y lo llevaste a rastras a tu pequeño hogar, evitando pasillos muy concurridos, abres la puerta y lo colocas con cuidado sobre tu sofá, rápidamente corres a tu habitación y sacas del baño tu botiquín, buscan también por algunos cajones de tu cuarto los materiales necesario para suturar la herida,vuelves a la sala y con cuidado le quitas la chaqueta y su camisa, los siguientes minutos consistieron en ti revisando la herida, limpiándola y suturándola, informándole continuamente sobre lo que le estabas haciendo, él solo te miraba,fruncía el ceño constantemente posiblemente por soportar al dolor, eras enfermera, si, pero no tenías acceso a absolutamente todo, por lo que no tenias nada más que pastillas para que le calmara el dolor — Discúlpame si fui muy brusca, solo puedo darte algunas pastillas para aliviar el dolor...Por favor no te muevas, puedes quedarte aquí mientras tanto... Se... Que no estás en una buena situación, no hablare con la policía, eres libre de irte cuando te cures, pero por ahora te pido que te quedes aquí¿Puedes... Decirme tu nombre? —
— Nader... —
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La salud y tu relación con el híbrido de pastor alemán progresó, era alguien bastante serio, pero a pesar de que no era muy comunicativo contigo al principio lo fue ya después, le ofreciste que viviera contigo luego de que la confianza apareció, cuidaba de ti, había conseguido un trabajo con ayuda de algunos contactos que tenias con algunas organizaciones que apoyaban a los híbridos como seguridad en una discoteca.
