Blood Ocean | ¡Yandere! x Reader | One Shot's

【¡Yandere! ¡Príncipe! x ¡Kelpie! Reader】

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【I N N O C E N T】

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Dentro del folclore, pertenecen al grupo de los cambiantes, seres que mudan su piel para adoptar otra forma. Estas criaturas tenían el extraño don de poder deshacerse de su piel de foca y transformarse en mujeres u hombres de belleza inigualable. Una vez que un selkie tomaba forma humana, ocultaba su piel de foca cerca del mar, entre las rocas, de manera que nadie pudiese hallarla.

La leyenda cuenta que si un humano encuentra la piel de foca, puede someter al selkie, quien obedecerá fielmente al que posea su piel.

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El destilar encanto era algo que venía en tus genes, en tu especie, seres de belleza inigualable una vez adaptaban su forma a humana, joven, curiosa e inocente, te encantaba aventurarte en el mundo humano, quedarte en la playa, observar los festivales, la luna, los barcos, las danzas de aquellos seres cuyas costumbres distaban bastante de las de los tuyos, eran fascinantes, pero más que ello, era el enorme y ostentoso castillo que se erguía en la lejanía, el impulso de observarlo más de cerca recorría tu mente, rápidamente aplacado por saber que si algún humano se encontraba con tu piel, el resultado no sería favorable para ti, muchas veces hablaste con hombres humanos, seducidos por tu linda apariencia, sin embargo, ponías una barrera, la tu más joven no la hubiese puesto, sin embargo, el observar a tus amigos y amigas caer en manos de ellos te hacía saber que no siempre te cruzaras con humanos que sepan comportarse, tu curiosidad por salir a la superficie te llevo a conocer a alguien...

Interesante.

Iain.

Un príncipe.

La curiosidad lleno los ojos del joven príncipe mientras paseaba por la playa de noche, habiéndose escabullido del palacio queriendo escapar por unas horas de los confines de su lugar de descanso.

"¿Qué hace una mujer aquí a estas horas...?" Se pregunto a sí mismo al verte sentada en la orilla metiendo tus pies en la arena y jugando con un cangrejo.

— Disculpe... — Te habla con voz suave pero cauteloso, ve a saber si eras alguna loca o algo, este pensamiento fue desechado tan rápido giraste tu cabeza, al darte cuenta de que era un humano, le sonreíste.

Esa sonrisa.

Esa sonrisa que se quemo en su cerebro.

Jamás, en toda su vida, siendo que le habían presentado muchísimas mujeres como candidatas a ser sus esposas, había visto a alguien que fuera tan hermosa, incluso cuando aún no habían hablado, destilabas cierta frescura, no sabía bien con que palabra describirlo.

— ¡Oh! ¡Hola! — Tu saludo no fue especialmente energético, con cierta emoción, eso sí.

— Um... Hola... — No sabía porque, pero estaba nervioso.

— Nunca antes te había visto aquí ¿Cómo te llamas? — ¿Cómo era posible que no supieras quien era él? Cierta decepción se junto en su pecho, pero la ignoró, quizás eras extranjera.