Blood Ocean | ¡Yandere! x Reader | One Shot's

【¡Yandere! ¡Familia! x ¡Niña! Reader】【1/2】

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【 F A M I L Y 】

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— Está bien si te quieres tomar tu tiempo cariño, no vamos a forzarte a nada. — La mujer se veía realmente amable, pero tu lastimada alma no quería saber de nada, esperabas tardar mucho tiempo en el orfanato, pero tan pronto llegaste comenzaron los procesos de adopción, fue extraño, pero nada sobre lo que debieras pensar mucho en realidad, no tenias tíos por ninguna de las dos partes, a tu madre la criaron sus abuelos y estos murieron incluso antes de que conociera a tu padre y tus otros abuelos murieron poco después de tu nacimiento por causas naturales, la mujer y el hombre te llevaron hasta el auto y el hombre metió tus cosas en el auto, la mujer te ayudó a montarte, una vez con ambos se hizo el silencio, habían sido dos meses desde que tus padres fallecieron en un tiroteo, habían ido a una cita, te dejaron con una niñera, te extrañó su actitud después de una llamada, sus manos temblorosa y como evitaba verte a la cara, te asustaste, sabias que algo malo estaba pasando, aunque le preguntaste, ella te dijo que todo estaba bien, que no debías preocuparte por nada, te envió a dormir y aunque querías esperar a tus padres, tu niñera decía que era mejor que fueras a dormir, se suponía que ella debía irse a las diez de la noche, que es cuando tus padres regresarían, seguías asustada, te aterraba la idea de que tus padres estuvieran envueltos en un accidente de tal manera que no pudieron llegar a casa esa noche.

Esperabas con todo tu corazón que al abrir los ojos e ir a su habitación estuvieran allí.

No lo estuvieron.

Tu pobre alma se sentía abandonada, ellos nunca te habían dejado pasar una noche sola en casa, sobre todo por tu temor, era la primera vez y era aterradora.

Suponías que tu niñera estaba en la habitación de invitados, como ya estabas en la habitación de tus padres decidiste acostarte en su cama, para de alguna manera sentir que no estabas tan sola, oliste las sabanas, su olor aún seguía allí.

Fuiste despertada por tu niñera quien se veía agitada, quizás porque no estabas en tu habitación, te pidió que te bañaras y vistieras, ella te prepararía el desayuno. El día de alguna manera se sentía gris, se sentía frío, querías ver a tus padres pronto, una vez habiendo desayunado la puerta se abrió y tu rostro se giró esperando ver a tus queridos padres, no lo eran, entraron amigos de tus padres, tu padrino te saludó alegremente y te giró en el aire, ver una cara amada te hiso sentir un poco mejor del ambiente extraño que inundaba el aire.

Todos ellos empezaron a hablar contigo, tu padrino te sentó a su lado y te recostaste de él, extrañando el afecto de tu padre, quien sabía que cuando hacías eso pedías amor, acarició tu cabeza, él era buen amigo de tu padre desde que eran niños, tenía una expresión triste, el ambiente de repente se sintió así.

— Rah... Hay algo que tenemos que decirte... — Miraste a tu niñera disimuladamente cuando intentó voltear su cara, pero lograste ver sus lágrimas, te sentías rara, como si tu alma no estuviera en tu cuerpo — Algo pasó anoche... Mientras tus padres salían... — Parecía buscar fuerza, aliento y saliva para hablar — Ellos no van a volver... — Tu sabias lo que eso significaba, lo sabías muy bien, pero tu cerebro necesitaba una confirmación directa.

— ¿Mamá y papá...? ¿Están muertos...? ¿Ellos murieron...? — No le despegaste los ojos de encima ni un solo momento mientras pronunciabas esas palabras, tu padrino pasó saliva y asintió con la cabeza, colocando su mano sobre tu pelo, intentando darte consuelo, tu mirada se perdió a través de él — Quiero verlos... Déjenme verlos... — Tu pequeña voz se sentía tan rota y débil que la garganta de tu padrino se hiso pequeña, impidiéndole hablar, pero se forzó a hacerlo.