Blood Ocean | ¡Yandere! x Reader | One Shot's

【¡Yandere! ¡Pirata! x ¡Inventora! Reader】

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【 C A R O  I N V E N T O R E 】

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Al conocerte no había hecho más que coquetear contigo, aparentemente era algo que se le era costumbre, realmente nada serio, era un pirata ¿Que podías esperar? Él no te gustaba, realmente nadie lo hacía, tu vida giraba en torno a lo que te gustaba y daba de comer, no era "el lugar de una mujer" era lo que muchos te decían, que "eso era trabajo de hombres" pero ellos no te daban de comer, así fue como te encontró el pirata, su navío se había dañado, nadie realmente quería arreglarlo, por lo que preguntando un poco logro dar contigo, su modo atrevido de ser no te gusto del todo, pero te iba a dar una buena cantidad de dinero por ello, muy pocas personas se acercaban a ti porque dudaban de tus habilidades, pero al pirata no parecía importarle si eras mujer o no, solo que su barco quedara como nuevo, en una semana ya estaba listo y con algunas mejoras que pudiste probar con el, a Dorian le encanto el resultado, durante esa semana iba a hablar contigo sobre las cosas que harías, tuviste la dicha de no cruzarte con sus compañeros, Dorian no lo permitió, sabía cómo eran y por supuestos no serían tan amables como él al hablarte a ti, empezaste a tolerar su personalidad un poco narcisista, habían momento en los que incluso te daban algo de risa, como quería vigilar que hicieras tu trabajo bien se quedaba contigo por algunas horas en las que hablaban sobre todo de sus viajes y de cómo decidiste dedicarte a crear y arreglar mecanismos, además de todo tu recorrido, una de las cosas que le sorprendió a Dorian es que a pesar de ser muy joven, eras una genio, en tu taller tenias de todo, armas, de diferentes tamaños, maquinaria que ayudaría a acelerar ciertos procesos, incluso un prototipo de algo que más bien parecía una cometa, le dijiste que estabas muy segura de que podría funcionar, pero qué harías lo que pudieras, le daba cierto calor en el pecho cuando tus ojos se iluminaban al hablar sobre las cosas que hacías y futuros planes, pero, en muchas ocasiones notó como te quedabas callada y la emoción desaparecía, sonreías levemente.

— Disculpa, creo que a veces hablo de más, no me gustaría molestarte con mis divagaciones. — Se daba cuenta de que en muchas ocasiones la gente te callaba cuando hablabas sobre tus inventos, aunque no era tu único talento, tu casa la habías hecho tu, con tus propias manos, había un gran terreno donde sembrabas, incluso llegaste a enseñarle algunas de tus pinturas, también alguna que otra escultura o versiones miniatura de tus inventos, eras hábil con las manos, desgraciadamente, no mucha gente estaba dispuesta a aceptar que una mujer pudiera hacer todo sola, sin un hombre que la acompañara, él mismo difería bastante de ello, su padre había sido un borracho que su madre dejó llevándoselo a él y criándolo por sí sola, la única mujer que podía decir amaba de verdad, por falta de recurso y atraído por la vida en el mar se volvió pirata, visitando a su madre por lo menos una vez al mes, le recordabas a ella, oponiéndose a todos para lograr lo que querían, era algo de admirar, el final de las reparaciones había llegado, habían probado todo y asegurándose que nada faltara.

— Los piratas no tienen muy buena fama, me sorprende que te sepas comportar como un ser medianamente decente y no como un tipo sin escrúpulos. — Era de tarde, te encontrabas descalza y tus zapatos eran sostenidos por tus maltratadas manos, ambos estaban en una playa semi escondida, donde se encontraba el gran barco, a tu lado estaba Dorian en la misma situación, pero él no sostenía sus zapatos.

— Mi madre crió a un pirata, no a un imbécil–, Un momento ¿Medianamente decente? — Pregunto consternado por la pequeña ofensa, ríes levemente con una sonrisa ligeramente maliciosa.