Roselyne Uley llega a la reserva 《La Push》 a vivir con su tío Sam Uley y su prometida, Emily Young, luego del frío asesinato de sus padres presenciado por ella. Roselyne, después de ese horrible acontecimiento lo que menos desea es un hogar, no qui...
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Embry cada vez se hacía más cercano a mi, y admito sentir cosas por él pero me preocupaba. Enamorarme no lo tenía en mi plan, el plan era terminar el instituto y marcharme.
-Roselyne debemos hablar-dijo Sam sentado en la mesa junto a Emily, no se encontraba nadie más aparte de nosotros.
-Okey, ¿Qué sucede? ¿Quieren que me vaya?-pregunte con la vista baja.
-¡No! Te adoramos pequeña-dijeron apresurados, los mire para que siguieran.-Llevas dos semanas aquí en la reserva y pensamos que ya es hora de que vuelvas al instituto.-siguió Sam. Eso me tomo por sorpresa, no quería llegar a esta conversación pero sabía que pronto la tendríamos.
-Ah es eso. No se, sé que debo pero no me siento lista.
-Cielo piénsalo, necesitas terminar el instituto.
-Buenos días-saludo Embry caminando hacia mi y dandome un beso en la mejilla que me hizo sonrojar y que Sam gruñera. Al principio se me hizo extraño que alguien gruñera pero después llegue a acostumbrarme.
-Buenos días, ¿vamos?.- pregunte tomando una pequeña cesta que Emily me paso, Embry asintió y caminamos hacia afuera sin antes que Sam lo detuviera y le susurrara algo.
-¿Qué te dijo mi tío antes de salir?-pregunte para poder iniciar una conversacion en el camino hacia la playa.
-Que te cuidara. Él te adora, y entiendo que no quiera que te suceda algo, pero aún le cuesta admitir que yo jamás permitiría que algo malo te sucediese.
-Gracias Embry, has sido muy amigable conmigo desde que fuiste por mi en el camino al perderme.
-Siempre te encontrare.-dijo y ambos nos quedamos en silencio.
Embry y yo habíamos planeado tomar desayuno a la playa y así estar a solas, ya que cada vez que Embry esta cerca mío tío Sam lo observa como si quisiera matarlo y las burlas de los chicos. Nos sentamos en la orilla del acantilado, con el agarre de Embry en mi cintura.
-Perdon, no quiero incomodarte pero así me aseguro que no resbales y caigas.
-No tranquilo, no pasa nada. ¿Quieres café?-pregunte sirviendo mientras le entregaba un sandwich, él asintio.
La vista era maravillosa, por suerte para nosotros el cielo estaba despejado y había un par de rayos de sol, el sonido de las olas chocando contra las rocas era relajante.
-¿Tienes novio o lo tuviste alguna vez?-preguntó Embry luego de un rato de silencio, lo observe y sonreí.
-No, nunca lo tuve, jamás me ha interesado en tener uno, ¿y tú?.
-Tenía una, Megan. Pero terminamos hace un par de meses.- respondió mirando hacia el mar, no niego que al oírlo decir que tuvo una novia me dio un poco de celos lo cual era patético, eso fue hace meses antes de mi y Embry y yo no somos nada.
