Sensaciones

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—Cuéntame todo ¿De qué hablaron? Se nota que estaba más interesado en ti, que en mi.

"—Eso es obvio. Por fin las dos neuronas sanas que te quedaron luego de tanto alcohol, hicieron sinapsis por primera vez."

—Hablamos de la carrera, y de algunas tonteras más, nada importante. ¿Y tú dónde fuiste, Casey?

—¿Adivina quién tiene el número de ese rubio guapo? ¡Lo conseguí!

—¿Qué? ¿Cómo hiciste eso? —rio.

—Cuando salí para ir al baño, me lo encontré también saliendo de sus clases. Así que me acerqué a él, hablamos, y lo conseguí.

—¿Tan fácil?

—Así es, tan fácil como te lo digo. Y éste sábado, iremos a la fiesta juntos —sonrió.

—¿Qué hay de Marc?

—Marc no tiene porqué enterarse de nada. Sólo saldré a divertirme un rato. ¿Vendrás, verdad?

—Lo intentaré —suspiró.

-o-o-o-o-

Estaba aburrido, acostado en la cama de Evelin, mientras esperaba a que la castaña regresara de despedir a su amiga. Estaba tan harto de escuchar la voz de Casey, que había preferido quedarse arriba.

—¡Al fin la casa libre! —exclamó con una gran sonrisa la muchacha, tirándose en la cama.

Santo se movió un poco, dándole lugar a ella. De todos modos, no podía sentirlo ni notarlo.

Evelin observó la ventana, y luego salió rápidamente de la cama, acercándose a ella para cerrarla. Se lamió suavemente los labios, y volvió a la cama, tomando su celular.

"—No puede ser ¿En serio te podrás a ver porno? ¿Por qué mejor no tomas tus libros y estudia? Ya estás grande para esto."

Salió de la cama, y observó cómo ella llevaba una de sus manos por debajo de su falda, levantando su ropa interior.

Santo negó con la cabeza, y fue al baño de la habitación. No la vería masturbarse, era demasiado ya.

—Es increíble la infinidad de emociones que puede sentir un humano. El placer es el más envidiable.

—Yo creo que ésta humana ya se hizo adicta al "placer". Lo busca cada vez que puede.

—¿Qué prefieres, Santo? ¿La Evelin de ahora o la niña?

—La niña al menos era torpe por su joven edad, por su ignorancia e inexperiencia. Ésta es estúpida porque se deja engañar por las personas y "amigos".

—Te daré un consejo —le dijo la muerte—. Ponte en su lugar.

—¿Qué?

—Prueba ser humano, ponte en su lugar. Es increíble lo que puedes aprender, al tomar el cuerpo de un humano. Pruébalo.

—¿Para que luego anda tocándome en cada momento que pueda? Ni de broma.

—Sólo ponte en su lugar —sonrió antes de desaparecer.

—Ponte en su lugar —repitió, molesto—. Por supuesto que no lo haré.

Volvió a la habitación de Evelin, y la observó por un momento. Tenía las mejillas rojas, y su respiración poco a poco retomaba su ritmo pausado. Sus ojos estaban cerrados, y su boca entre abierta.

"—Prefiero que hagas esto, a que tengas sexo con cualquier humano."

-o-o-o-o-

Devoró su boca con ansias, antes de dejarla, y bajar con húmedos besos por su cuello, sintiendo como él apretaba su trasero sin cuidado alguno, excitándola más.

Se agachó frente a él, y desprendió el botón del pantalón, antes de bajarlo, junto el boxer, y liberar su dura erección. Lista para ella.

La castaña se mojó suavemente los labios, antes de darle una lamida, probándolo, escuchándolo gruñir, mientras apretaba los dientes, y la tomaba del cabello.

Abrió su boca, y él fue quien la penetró, marcando su ritmo, respirando pesando, mientras la obliga a realizarle un oral.

Santo se alejó de ella, desconcertado, aturdido. ¿Estaba teniendo un sueño erótico con él?

La miró otra vez, y las siguientes escenas del sueño de ella, más aún lo perturbaron. ¿Cómo podía imaginar ese tipo de cosas? Recién lo conocía, no podía soñar que tenía sexo con un completo desconocido.

La escuchó quejarse, y vio como apretaba sus muslos entre sí, respirando pesando.

Negó con la cabeza, y salió de la habitación. Necesitaba alejarse de ella, al menos hasta que terminara con aquel sueño disparatado. Ni siquiera sabía como la vería ahora, luego de tan bochornoso sueño.

-o-o-o-o-

Se despertó con una gran sonrisa aquella mañana, con ganas de ir a clases, lo cual era extraño, jamás le gustó estudiar. Pero, tenía un motivo de sobra para querer ir, su nuevo compañero.

Había tenido un sueño de lo más prohibido con ese muchacho, y vaya que deseaba hacerlo real. Dudaba que lograra conseguirlo, ya que ella no era tan descarada como Casey, pero tal vez, si de compañeros pasaban a amigos, las posibilidades de tener sexo con él, se volverían más altas.

"—Ni de broma" —pronunció Santo, observando como la castaña se miraba en el espejo, buscando que colocarse.

Fue al baño, y se lavó el rostro, tomando su cepillo de dientes luego. ¿Sería que ese chico tendría novia? Tal vez ella se estaba haciendo ilusiones en vano. Sabía que si le contaba su deseo a Casey, la morena le aconsejaría que siguiera para adelante igual, que no importaba si tenía pareja.

Pero a Evelin si le importaba. Ella no quería interferir en al relación de nadie, no era correcto.

—Estás descalza —le dijo Santo, al ver ella estaba por enchufar la plancha para el cabello, con los pies húmedos.

La castaña cerró los ojos, y fue a su habitación a buscar unas sandalias. Esa voz, siempre le advertía de los peligros. Pero si era su subconsciente ¿Por qué sonaba a hombre?

"—Y sigues con tu estupidez, Evelin. Madura de una maldita vez."

Se sentó en la cama de ella, mientras esperaba a que la castaña terminara de prepararse. Cómo había dejado la puerta abierta, podía verla fácilmente desde allí, como se maquillaba.

Giró su rostro por un momento, y recordó el sueño de ella, como la embestía con fuerza, como se hundía profundamente en su interior, escuchándola jadear, mientras ella enterraba sus uñas en su espalda, pidiéndole que no se detuviera.

Cómo ella... Negó con la cabeza, poniéndose de pie. No lo entendía, no estaba usando un cuerpo humano, pero sentía sed.

Necesitaba agua, algo refrescante, su cuerpos lo sentía quemar, y la boca seca. Una sensación nueva, rara y extraña para él.

...

Ahora sí, Sayla se va a dormir 😪❤️💞

No tan SantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora