Despedida

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—Santo.

—¿Qué pasa? —le preguntó sin mirarla.

Estaba sentado en el techo de la casa de Evelin, mirando hacia la nada. Simplemente allí, esperando que el tiempo transcurriera más rápido de lo que deseaba.

—No somos grandes amigos, pero sabes que puedes hablar conmigo. Sé cómo se siente estar en el mundo de los humanos, y no tener con quién compartir nada... A veces la soledad se vuelve muy frustrante.

—Sólo quiero que cumpla los veintitrés años.

—¿Ya pensaste que vas a hacer?

—Irme. Cuando hicimos aquella promesa, jamás imaginamos cómo sería la vida después de la muerte. Es obvio que ella no me recordará, y está bien, quiero que viva su vida como humana, que sea feliz.

—¿Y si ella lograra recordarte?

—Nada cambiará, soy un ángel y ella una humana.

—Luego de la muerte, ella también podría ser un ángel.

—La única razón por la que aún tengo sentimientos, es porque no he conseguido mis alas. Cuando lo haga, ni la recordaré a ella, o lo que sentí alguna vez. Lo mismo ocurrirá si ella decide ser un ángel. Nuestro tiempo para ser algo, para amarnos, terminó. Y muy rápido.

—Entonces ¿Ésta es tu decisión? ¿Renuncias a ella para siempre?

—... Sí.

-o-o-o-o-

La observó por última vez, mientras ella tenía una de aquellas pesadillas, a las que él nunca antes había estado presente, ya que de alguna forma, intentaban preservar su pasado juntos, y negó con la cabeza.

Ya no estaría allí, la dejaría vivir su vida de humana, y él volvería con su existencia espiritual, accediendo finalmente a sus alas.

—Evelin, ésta será la última vez que escucharás mi voz, y sólo quiero pedirte que seas feliz. No importa el camino que tomes, no importa con quién decidas pasar el resto de tus días, sólo... Sé feliz. Vive a tu modo, respetando a los demás, y jamás te avergüences por lo que eres, una gran mujer de sentimientos nobles. Mi último deseo para tí, es que ya no pongas tu vida en peligro, y entiendas que el mundo es perverso, que muchas veces, nada es lo que parece.

Hizo una pausa, sintiendo ya su gran pérdida, pero que pronto lo olvidaría, cuando le dieran sus tan preciadas alas.

—Ese muchacho que estás conociendo, es bueno, pero muy tímido. Estoy seguro que podrán ser felices juntos, no lo arruines Eve. Ya tienes de experiencia lo que le ocurrió a Casey, por meterse con un tipo equivocado. Abre de una vez por todas los ojos.

Se inclinó hacia ella, y depositó un suave beso en su frente.

—Sé feliz, muy feliz.

Se alejó de la muchacha que aún dormía plácidamente, y una mujer apareció detrás de él, vestida de negro. Colocó una mano sobre su hombro, y Santo cerró los ojos, entregándose a su destino.

—Kaia, sólo te pido que cuando la lleves, no sufra demasiado. Ella no es mala, sólo torpe.

La muerte sonrió, finalmente la llamaba por su nombre.

—Ella estará bien. Cuando llegues, sigue el camino de luz ¿De acuerdo? No mires atrás, tú sólo camina hasta el final, sin importar lo que escuches.

—¿Y ahí estarán mis alas?

—Sí, tú sólo camina —sonrió.

—Gracias por todo, fuiste una gran compañera aquí.

—No me lo agradezcas. Y recuerda, camina hacia la luz.

-o-o-o-o-

Aquella mañana, se despertó con un gran vacío dentro de su pecho, como hacía mucho no sentía. Intentó restarle importancia la mayor parte del tiempo, fingiendo que estaba bien, que aquello no era importante.

Pero a medida que pasaban las horas, la sensación no desaparecía, sólo aumentaba, causándole un desasosiego enorme en su interior. Una melancolía que le daba ganas de llorar, sin razón alguna.

—Casey —pronunció tomando su celular—. ¿Puedes hablar?

"—Sí ¿Qué ocurre?"

—No me siento bien —le dijo en un tono bajo—. Siento un nudo en la garganta, y muchas ganas de llorar... No sé qué me pasa.

"—¿Estás preocupada por algo? ¿Los exámenes?"

—No, no es nada de eso, en los exámenes me ha ido bien. No sé qué me pasa.

"—Mm ¿Quieres que vaya a tu casa?"

—Sí, por favor.

"—De acuerdo, en media hora estoy ahí. Y no te preocupes, de seguro es sólo estrés."

Evelin ya había sufrido de estrés, y sabía que no se sentía así.

-o-o-o-o-

Observó extrañado aquel lugar donde se encontraba ¿Por qué era tan oscuro? No sé parecía a nada de lo que había conocido hasta ahora. No había nadie ni nada, sólo estaba él.

Continuó caminando, sin rumbo alguno, sin saber siquiera si se dirigía en la dirección correcta, porque llevaba mucho tiempo caminando, y aún no veía ninguna luz.

Tanto tiempo había deseado aquello, que parecía irreal que finalmente fuera a conseguirlo. Aunque aún no terminaba de comprender porque su deseo era conseguir las alas, cuando su deseo de mortal, había sido cuidar a Evelin.

No tenía mucho sentido lo que estaba por obtener, pero ya no había vuelta atrás tampoco. Y cuando creyó que no llegaría a ningún lado, que Kaia lo había engañado, un pequeño punto brillante en medio del horizonte, le dio algo de esperanza.

Comenzó a correr hacia ella, sintiendo una gran desesperación de llegar de una vez por todas. Pero luego de intentarlo sin lograrlo, notó que cuando caminaba, aquel punto se hacía más grande, pero cuando comenzaba a correr, se iba haciendo pequeño.

No había forma, si quería llegar a él, debía ser paciente. Conseguiría sus alas, cuando su Creador así lo decidiera, a su tiempo. Continuó caminando, resignado a que debía ser paciente.

-o-o-o-o-

-Semanas después-

—Eve.

—¿Qué pasa, ma? —preguntó mientras dibuja en un lienzo.

La pintura no era lo suyo, pero había descubierto que le daba, de alguna forma, tranquilidad, y la relajaba mucho.

—Hay un muchacho abajo, dice que viene a verte.

—No quiero ver a nadie —le dijo tomando un color rojo en su pincel.

—¿Segura? Es un muchacho muy apuesto —sonrió su madre.

—No quiero ver a nadie, mamá.

—De acuerdo, le diré que duermes —suspiró su madre cerrando la puerta.

Evelin le restó importancia, y continuó caminando. No sabía a dónde había visto antes aquella casa, pero la soñaba muy seguido. Una casa al costado del río, hecha con troncos.

...

Muy cerquita del final, lamento demorarme tanto, pero no la estuve pasando bien. Terminaré la historia lo antes posible ❤️

No tan SantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora