—Hola, justo estaba pensando en ti.
—¿Ah sí? Qué coincidencia, yo también —sonrió incómodo.
Era imposible mirarla, y no recordar ese maldito sueño.
—¿En serio? ¿Y qué pensabas de mi? —sonrió divertida, mirándolo a los ojos.
"—Más —gimió tomándolo de los hombros, moviéndose sobre él, mientras el castaño la sujetaba con fuerza de las caderas, marcando un ritmo lento, pero profundo."
Negó con la cabeza, incómodo.
—N-Nada, debo irme.
—Pero tenemos clases en cinco minutos, y... Y he olvidado algo.
—¡Espera! Yo quería pedirte tu número, así podríamos hablar.
—¿Mi número?
—Sí, de celular.
—Ah, yo... Pues... No uso esa... Cosa.
—¿Qué? ¿No usas celular? —le inquirió incrédula—. Oye, si no quieres dármelo, sólo dime que no, y ya. No hace falta que inventes una excusa tan patética.
—Pero es verdad, no tengo celular.
—Como sea, suerte Ismael —le dijo en un tono molesto, girándose para irse a clases.
Santo la miró confundido, ¿Tan importantes eran esos aparatos que no podía creer que no tuviera uno?
-o-o-o-o-
—La existencia de los humanos se vuelve más aburrida cuando asisten a este tipo de lugares.
—Entiéndelos, Santo —sonrió la morena—. Para ellos aprender, es muy importante. Su vida es un completo aprendizaje. Están aquí para eso, aprender, remediar, y ascender.
—Supongo que tienes razón, tú entiendes mejor que yo éstas cosas. Has pasado tanto tiempo cerca de ellos.
—Sí, mucho tiempo. Llegas a encariñarte.
—¿En serio?
—No —sonrió—. Siempre evitas hacerlo, porque sabes que su existencia es efímera. Es bueno aprender de ellos, pero manteniéndote alejado al mismo tiempo, para no crear ningún tipo de lazo, que luego pueda interferir en tu misión.
—Sería estúpido si eso ocurriera.
Lo miró, y sonrió divertida.
—Santo, estúpido o no, puede ocurrir muy fácilmente. Así que —le dijo apoyando una de sus manos sobre su pecho—. Cuídate, y recuerda porque estás aquí. Nosotros no tenemos redención como los humanos.
—Lo sé, y sé cuál es mi misión, no te preocupes por mí.
A varios bancos de distancia donde estaban sentándose Santo y la muerte, se encontraban Evelin y Casey, observando como esa hermosa morena, era muy cercana al muchacho. Hasta hablaban muy cerca uno del otro, y lo tocaba.
—Tal vez es su novia —le susurró Casey a Evelin, frunciendo el ceño—. ¿Pero qué le vio? Ni siquiera es tan bonita.
—Ella es muy bonita —pronunció con cierta aflicción la castaña—. De seguro ella es su tipo, por eso... Me dijo que no tenía celular.
—Ash, olvídalo, Eve. Es un estúpido, por ser guapo, se cree que es mucho ¿Sabes qué? Tengo al chico ideal para ti, e irá a la fiesta también. Vendrás ¿Cierto?
—N-No lo sé, no hablé con mis padres aún.
—Es éste sábado, Eve, no puedes perdértelo. Al menos, ven un rato y vuelve temprano.
—No puedo prometerte nada, pero hablaré con ellos.
-o-o-o-o-
La observó, ella estaba en la cama, abrazando la almohada. Desde que había llegado de clases, se había echado ahí, y ya llevaba casi una hora.
Evelin lucía desanimada, ni siquiera había querido almorzar con sus padres, y Santo comenzaba a preocuparse.
"—¿Qué tienes?"
—Siempre me gustan los chicos equivocados —murmuró a aquella voz, dentro de su cabeza.
"—¿Te gustó Ismael? Él no es tu tipo, ni se parece a tu ex novio tampoco. Tú sólo estás confundida. No puede atraerte alguien que recién conoces."
—Sé que eres mi subconsciente, y se supone que tienes la razón. Pero jamás te escucho.
"—Lo sé."
Se acercó a la cama de ella, y se sentó a su lado. Levantó su mano, y tuvo la intención de tocarle la espalda, intentar reconfortarla, pero se detuvo. La muerte se lo había dicho, cuanto más lejos de los humanos, de modo emocional estaba, mejor sería.
Se alejó de la cama una vez más, y se sentó en el suelo, dándole la espalda. No podía interferir en su vida más.
-o-o-o-o-
–Sábado por la noche-
—A las doce te quiero aquí, Evelin, hablo en serio.
—Sí —sonrió emocionada—. Gracias ma, gracias pa, aquí estaré.
—Divierte, y recuerda, no tomes nada que te ofrezcan, si no ves como lo preparan.
—Ya mamá, no tengo doce años —le dijo rodando los ojos, antes de irse.
Afuera de su casa, la estaba esperando Casey, en el auto de su nuevo "amigo", el muchacho rubio del que tanto le había hablado.
Santo se subió junto a ella, observando lo emocionada que se encontraba. Era la primera fiesta a la que iría de ese tipo, y no podía dejarla sola, sabía muy bien lo manipulable que podía ser.
Luego de casi una hora, e ignorando las conversaciones estúpidas que tenían los tres jóvenes, finalmente llegaban al dichoso lugar donde se estaba llevando acabó la fiesta. Era un gran salón, lleno de jóvenes de la edad de Evelin, y un par de años más.
Observó con molestia como bajo los efectos del alcohol, comenzaban a comportarse de forma inapropiada. ¿Y cómo podía ser posible? Sólo había pasado una hora desde que había comenzando la fiesta.
Miró con el ceño fruncido el muchacho que Casey le presentaba a Evelin. No era buena persona, Santo lo sabía.
"—Aléjate de él."
Y como siempre hacía la castaña, lo ignoró. Ambos fueron a una mesa, y comenzaron a hablar, parecía que se conocían de toda la vida, hasta varias cosas tenían en común.
—Oye ¿No tienes sed?
—Un poco.
—Espera, iré a buscar unas bebidas entonces —sonrió poniéndose de pie.
"—No tomes nada que te ofrezcan, recuerda lo que dijo tu madre."
—Soy adulta, sé lo que hago. No puedo estar desconfiando de todo. Ni que todos los hombres fueran unos malditos violadores —pensó para sí misma, en respuesta para aquella voz.
El muchacho regresó con dos tragos, sonriendo.
—Espero te guste. Creo que esto nos pondrá más a tono.
Santo observó con el ceño fruncido el trago de Evelin, y se materializó, tomando la copa. La muerte se lo había dicho, debía dejar que ella aprendiera de sus errores, porque él no iba a estar para siempre cuidándola.
Pero no iba a permitir que un bastardo se aprovechara de ella.
—Ismael —pronunció sorprendida—. No sabía que vendrías.
—Oye amigo, si quieres un trago, ve y-
Volcó el contenido de la copa en el suelo, y luego la arrojó.
—Gracias, "amigo", pero no consumo drogas. Y la señorita, según creo, tampoco —pronunció serio..
...
Lamento no actualizar más temprano, y más capítulos. Mañana habrán más, juntos con lo de Fahir ❤️💞
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No tan Santo
FantasySer un ángel en camino a la redención no es fácil. La ascensión suele basarse en la realización de una acción, a la cual ellos no están preparados para pasar. Santo quiere conseguirlo, sabes que es el momento de pasar al siguiente nivel. ¿Su obstácu...