Sueño

3.3K 557 64
                                    

—¿Y tú quién eres?

Iba a decirle quién era, cual era su misión allí, pero no lo hizo. Ni que ese patético humano pudiera comprenderlo.

—Su amigo. Eve ¿Me acompañarías por un momento?

Lo miró a los ojos, y asintió con la cabeza, sintiéndose tan cautivada de verlo una vez más. Y que la protegiera sobre todo ¿Cómo sabía que tenía drogas esa bebida? ¿O es que sólo había sido una excusa para llamar su atención?

Salieron ambos del salón, y Santo la llevó a una de las mesas de afuera, bastante alejada de las demás.

—¿Nunca te enseñaron que no debes beber de algo que no hayas visto como se prepara?

—¿Cómo sabías que tenía drogas? ¿Lo viste poniéndola?

—Sí.

—¿En serio? Entonces debemos denunciarlo, hacer algo, Ismael. Es peligroso que un tipo así esté suelto en la fiesta. Podría intentar hacer lo mismo con cualquier chica.

—No te preocupes, ya me he encargado de eso.

—¿Quién te invitó? —le preguntó curiosa, comenzando a caminar ambos.

—Nadie, no sabía que era con invitación. Creí que era para todos los estudiantes.

—No, de hecho, necesitabas una invitación para entrar ¿Cómo lo hiciste?

—Sólo... Me aparecí en la puerta y ya.

—Si fueras una chica, sería más creíble.

—¿Por qué? —le inquirió curioso.

—Porque a las chicas bonitas las dejan entrar sin invitación a los lugares. Pero supongo que al ser tú guapo, también te dejaron entrar sin invitación.

—¿Guapo yo? —rio.

—Por favor, ni que no lo supieras, o no te lo habrían dicho ya.

—No, realmente no, tú eres la primera que me dice algo así.

—Estoy segura que tu novia te lo dice muy seguido.

—¿Mi novia? —inquirió con confusión.

—Sí, la morena con la que estabas el otro día en clases.

—Ahh... Ella no es mi novia, es como una amiga.

—Una amiga con derechos.

—No, es sólo mi amiga. Yo no tengo novia o esas cosas.

Se detuvo al escuchar aquello, y lo observó desconcertada, decepcionada.

—¿Eres gay?

—No, tampoco soy gay ¿Por qué creerías eso? ¿Por el simple hecho de no tener novia?

—B-Bueno, sí. Es que es extraño que un chico como tú, esté sólo.

—¿Por ser "guapo"? Si sólo consideras el aspecto físico de una persona, para determinar qué tan acompañada está, tienes una percepción muy mala de las cosas.

—Es como la sociedad de consumo nos moldea.

—No, Eve, es lo que tú quieres creer. Estoy seguro que has recibido una buena educación por parte de tus padres, que puedes tener criterio propio. La sociedad de consumo puede querer imponerte un ideal, queda en ti si quieres aceptarlo o no.

—¿O sea que saldrías con una chica fea?

—Saldría contigo —sonrió divertido.

—¡Yo no soy fea! Soy una chica muy atractiva. He recibido más de una propuesta para esta fiesta.

—¿Y eso quiere decir que eres bonita? ¿O quizás sólo que estás "disponible"?

—Eres un imbécil, no sé a qué te refieres con eso de "disponible", pero yo no soy del tipo de mujer que crees.

—¿Qué tipo de mujer?

—Vete a la mierda, creí que serías divertido, pero me equivoqué. Parece que estuviera hablando con mi padre —pronunció molesta, dándole la espalda para irse.

¿Pero que le había dicho de malo para que se enojara? Sí era la verdad todo.

—Qué no tuviste tacto, eso fue lo malo.

—Si endulzas las palabras, luego piensan cualquier cosa. ¿Y qué haces tú aquí, muerte? ¿Te llevarás a alguien ésta vez?

—Tal vez —sonrió—. Por ahora sólo quiero relajarme un poco ¿Quieres un trago?

—No tomó esas cosas, no las necesito —le dijo comenzando a caminar junto a ella.

—Es verdad, no las necesitamos. Pero se sienten bien al tomarlas utilizando el cuerpo de un humano.

—Mm okay, sólo para probar.

-o-o-o-o-

—Ella... Soñó que tenía sexo conmigo —le contó mientras jugaba con un maní—. Y desde entonces, la he evitado. Sólo me materialicé hoy, porque la estúpida iba a consumir drogas sin saberlo.

—¿Te incomodó su sueño? —Sonrió la muerte.

—No sólo eso, fue perturbador ver algo así. Soy un ángel, soy un ser puro, y que ella... Me imaginara de ese modo...

Suspiró y negó con la cabeza, dándole un trago a su cerveza. La quinta botella que se tomaban entre ambos.

—¿Cuál es tu verdadero miedo, Santo?

—No quisiera terminar como los ángeles caídos, desterrados para siempre.

—Como demonio tendrías más libertades —sonrió divertida.

—A cambio de mi existencia. Sería un estúpido si cambiara mi vida, por un placer carnal humano.

—¿Quién sabe? Hoy estamos, mañana no sabemos. A veces nuestro creador, toma decisiones muy drásticas.

Se puso de pie, tomando un último maní.

—La verdad que tenías razón, esto de beber y comer como humanos, se siente bien. Debo irme, hace diez minutos se fue la estúpida, y quién sabe que estará haciendo. Al menos sé que muerta no está, porque tú estás conmigo.

—¿Quién te asegura que no está agonizando? —sonrió con diversión la morena, antes de que él desapareciera.

-o-o-o-o-

Había cumplido su promesa, para las doce ya estaba en su casa, tomando una ducha. Santo estaba sentando en su cama, esperando a que saliera. Desde que había cumplido los dieciséis, había dejado de estar en el baño mientras ella se bañaba.

Le había comenzado a incomodar ver a Evelin desnuda.

Cerró los ojos, y se recostó hacia atrás en la cama. Se sentía... ¿Cansado? Esto de haber bebido y comido como humano, le estaba causando sensaciones extrañas.

Luego de varios minutos de agua caliente, Evelin finalmente salía del baño, envuelta en una toalla color celeste. Fue entonces que sus ojos se abrieron con asombro, completamente aturdida.

¿Qué hacía Ismael en su casa? ¿Cómo había entrado? Y sobre todo ¿Qué hacía durmiendo en su cama?

—D-Dios mío ¿Qué hago? —murmuró nerviosa.

Miró su mesa de noche, y tuvo la intención de ir y tomar su celular, pero temía que él despertara.

El castaño se quejó, y giró en la cama, murmurando algo en un idioma extraño, que más intimidó a Evelin. ¿Qué demonios había dicho? ¿Qué idioma era?

...

No tan SantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora