Promesa

3.2K 549 79
                                    

Sonrió emocionado al verla llegar. Ella tenía un vestido muy simple, modesto, de color crema, liso y atado en su cintura con un cordón dorado. Tenía una tiara de pequeñas flores blancas, de dónde colgaba el velo, y un ramo de lirios.

No había nadie que los entregara en unión, que consagrara su matrimonio, ya que era a escondidas. Sólo estaban ellos dos, dispuesto a unirse para toda la vida.

La tomó de una de sus manos, y la llevó hasta el altar.

—Te ves preciosa.

—Gracias —sonrió, sintiéndose completamente nerviosa.

Tomó un anillo que llevaba en su pantalón, y se lo colocó lentamente a ella.

—Con este anillo, prometo amarte, cuidarte, protegerte el resto de mi vida. Hacerte feliz, y estar a tu lado, incluso después de la muerte. Porque nuestra unión será para siempre.

Ella apretó sus labios entre sí, intentando contener las lágrimas.

—C-Con este anillo —le dijo colocandóselo en su dedo—. Te juro que siempre serás mi amor, que viviré por ti, que te seré siempre fiel. Qué tus pasos serán mi guían, y tus brazos mi consuelo —pronunció derramando varias lágrimas—. Juro amarte y entregarme completamente a ti, serte fiel, incluso después de la muerte... Porque nuestra unión será para siempre.

—Layna Smith, yo te tomo como mi esposa —sonrió levantándole el velo.

—Yo te tomo como mi esposo, Santo —sonrió emocionada, antes de que él la besara.

La escena se oscureció rápidamente, y Santo cayó al suelo. Una inmensa oscuridad y vacío lo envolvió por completo, no podía ver ni sentir nada a su alrededor.

Ni siquiera sabía dónde se encontraba.

Escuchó unos pasos, y la figura de una mujer rápidamente tomó forma.

—¿Ahora lo recuerdas? ¿Ahora entiendes cual es tu misión, Santo?

—¿Por qué ella volvió a ser humana? ¿Por qué no me siguió como ángel? Ella era pura.

—Al momento de morir, ambos pidieron cosas diferentes —explicó la muerte—. Tú proteger su alma, y ella volver a estar contigo, tener una nueva oportunidad para ser felices.

—¿Y qué se supone que haga ahora? Soy un ángel, ella es un humana, jamás podremos estar juntos. ¿Qué sentido tiene todo esto? No puedo estar con ella.

—Pero puedes cumplir tu promesa, Santo. Protegerla, incluso después de la muerte.

—¿Y qué hay de su deseo? ¿Cómo se supone que estaremos juntos así?

—Ayúdala a mejorar como espíritu.

—¿Y mientras tanto que viva una vida de humana? ¿Con otros hombres? ¡Me niego!

—Es lo que eligieron, y nuestro creador les doy la posibilidad de volver a estar juntos.

—¿Por qué no me reencarnaron a mí también? Yo pequé más que ella, tuve dos mujeres, deseé a otra cuando aún estaba casado. Si alguien merecía ser un ángel, era ella.

—Yo no elegí sus destinos. Pero piensa bien qué harás. Sí ella no asciende, tú tampoco lo harás. Y desaparecerás.

-o-o-o-o-

La observó en silencio dormir, y se sintió tan afligido, tan destruido por dentro. Ellos no podían estar juntos, había sido sólo un vil juego que les dieran la vida una vez más.

Se arrodilló junto a la cama, y le acarició suavemente la mejilla, sonriendo con amargura.

—Es increíble que incluso en ésta vida, sigas siendo igual de torpe. La diferencia, es que esta vez te han dado unos padres muy buenos y amorosos. Y te merecías eso y mucho más, mi amor —le dijo con tristeza—. Ya no podrás verme, pero quiero que recuerdes, en alguna parte de tu mente, que siempre estaré a tu lado, cuidándote. Pero debes ayudarme, Layna. Ya deja de hacer estupideces, o no podremos volver a estar juntos de nuevo.

Se inclinó hacia adelante, y besó sus labios.

—Nuestra unión es para siempre, incluso después de la muerte. Te amo.

-o-o-o-o-

Había dejado de seguirla día y noche, sabía que aquello era la mejor para él, ya que ella ni lo recordaba. Se había alejado de su vida, sólo se acercaba cuando clamaba por ayuda.

La vida de Evelin había cambiado mucho en esos meses. Estaba pronto por terminar el año, y muy cercana a un muchacho que había conocido en sus clases.

Uno de los principales motivos por lo que Santo se había hecho a un lado.

—¡Casey! —chilló al ver a su amiga bajar del auto, abrazándola con fuerza—. Ya quería verte ¿Qué fue lo que pasó?

—Pues... No estaba bien —pronunció en un tono bajo.

Casey siempre había sido un huracán andante, arrasaba hacia donde iba. Y ahora, ella se veía tan apagada, sin vida. Ni siquiera se había maquillado, llevaba unos lentes de sol, y su cabello atado en un rodete alto.

—¿Quieres contarme que pasó?

La muchacha asintió con la cabeza, y ambas entraron a su auto.

—Hablé con tu mamá la semana pasada, después de que no pude contactarme contigo. Me dijo que estabas internada, que no me preocupara. Quise ir a verte igual, pero me dijo que no insistiera, que tú no querías ver a nadie, que ya la estabas pasando bastante mal, para que fuera a molestarte.

—Tuve un retraso, creí que sería algo hormonal, pero... Luego de hacerme un test, me dio positivo —recordó con un nudo en la garganta—. Entonces, fui al departamento de Nehemias para contárselo... Él se puso como loco —murmuró al borde de las lágrimas.

Nehemias era el chico que Casey había conocido un año atrás, el famoso rubio que había llevado a la fiesta, con quién había engañado a su novio del momento. Y Evelin se había cansado de decirle que ese muchacho no le gustaba, que tenía ciertas actitudes violentas, pero su amiga no la había querido escuchar.

—Me dijo que él no quería un bebé, yo tampoco ¿Quién quiere ser madre a los veinte?

—¿Te hizo daño?

Asintió con la cabeza, apretando sus labios entre sí, mientras las lágrimas mojaban sus mejillas.

—Me dijo que si no me lo quitaba, é-él mismo se encargaría del asunto. Yo le dije que tenía miedo, que no quería al bebé, pero tampoco abortar. Me daba miedo que algo saliera mal. Y... Comenzó a golpearme.

—Casey —murmuró Evelin con pesar, abrazándola—. Lo siento mucho, en serio lo lamento ¿Lo denunciaste? ¿Qué hicieron con él?

—P-Pensó que me había m-matado, por e-eso me llevo al hospital. No sólo perdí al bebé, también me fracturó dos costillas... Creí que moriría, jamás pensé que él sería capaz de hacerme algo así, que iba a reaccionar de ese modo.

Santo observó con pesar a la amiga de Evelin. Quizás con esto, ella también cambiaría, y no se confiaría tanto de los desconocidos.

...

Ya estamos próximos a acabar la historia :c ❤️

No tan SantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora