Día 9 - Ello, yo y súper yo (Primera parte)

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Ello, yo y súper yo

20 de julio 2016

Ha transcurrido una semana y aún no termino de asimilar cómo o cuando fue que decidí empezar a hacer esto, he sentido pasar largos años por mi cabeza.

Y la veo otra vez, convenciéndome de que mi objetivo aún está ahí, aunque me niegue a aceptarlo. Aún no se distinguir la raíz de toda mi aventura al mismo tiempo que aprecio como se ve al espejo como si esperara a alguien que seguramente sí se animaría a hacer lo que yo aún no considero correcto.

Pero, ¿realmente es el momento adecuado para hacerlo?
Aún no lo sé, porque mientras camino sólo, escucho viejas canciones en la radio de las únicas estaciones capaces de revivir sentimientos igual de viejos en las personas.
Miro a Eva y me pregunto si seguramente habría influido su falta de atención a mí, a que yo estuviera escribiendo para ella en lugar suyo.

Seguramente hubiera sido un desperdicio de palabras.
De igual forma, escucho hablar sobre sus planes; ya saben, comprar un bolso que combine con su vestido, ponerse el labial adecuado para gustarle a los chicos, acortarse el vestido para mostrar más de lo normal. Y me doy cuenta que todo en ello, todo lo que hacen las personas para obtener si quiera una mirada, a veces llega a ser un poco sin vergüenza y sin sentido.

Ahora entiendo que la poca atención que me brindó, es porque alguien más no se la daba como ella tenía planeado.

Veo a los chicos de la misma cuadra donde habito, y seguramente yo podría tener su complexión si trabajara más duro y comiera menos, aunque sus planes para conquistar a las chicas son igual de sin vergüenzas y descarados.
Ojalá nunca le toque toparse con alguno de esos maquiavélicos planes, porque yo he estado aquí con los míos y con el paso de los días, sabrá Dios cuantos más.
El tiempo, siendo igual de bastardo como es, seguramente esta colección que lleva su nombre por algún lado, la hará llegar a sus manos.
O al menos esa es mi esperanza, si es que el futuro lo decide así.

De igual forma, le voy a presentar mi idea.

Pero, ¿Quien soy yo?
¿Cuándo fue la última vez que hice algo así?
Me animo a buscar en libros de autoayuda, pero me convenzo que ésta inversión tendrá más de algún fruto.

Bien planteada las estrategia, realicé que no hay marcha atrás. Me he enamorado de alguien que seguramente ni si quiera sabe de mi existencia.
Al mismo tiempo, hay una voz en mi interior que saca a relucir todas mis características candidatas a ser mostradas cuando le dirija la palabra.
Pero no soy más que un humano tímido e impuro, aunque para mí es perfecta aunque ella no lo vea.

Quiero hacerte el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora