Día 23 - El menor de mis abismos

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El menor de mis abismos

01 de agosto 2016

Laberinto...

Que nunca soñé, pero que sin embargo; me sigue a donde quiera que vaya haciéndome ir en un camino sin salida. Aunque sin desearlo, conozco los caminos y lo hice mi hogar, sin puertas... porque ya no hay salida. Ahora reconozco que es también porque la costumbre no me deja buscar una.

Porque he tomado algo que es suyo y que he hecho mío. Tu recuerdo, tu olor y tus labios como limpio compás de palabras y tus ojos color esmeralda. Inalcanzables como aquellos incidentes gramaticales que no volveremos a mencionar, pero que guardo con celo contra mi pecho y que son imposibles de arrancar; que en consecuencia me hacen caminar en un laberinto de nunca acabar.

De todos los problemas del mundo, la incertidumbre de no saber qué brazos podrán brindarte calor es el menor de mis problemas, y vaya que hay problemas más grandes. No saber qué mar es el correcto para cruzar y llegar a ti sin hundirme en el abismo.

Y caminar sobre el agua, como el supremo. Y caminar, pero con fe... fe de que daría mi vida por la tuya, porque eres lo que más amo y anhelo entre cada gota de alcohol que me daña hasta la raíz.

Y vamos desde la raíz al corazón, donde habitas tú... 

No dolerá... te prometo que no. Porque siempre la jodida incertidumbre es el menor de mis abismos, sabiendo que el verdadero problema... eres tú. Como siempre, es un abismo del que salgo y vuelvo a caer, pero caigo por placer porque en el placer es donde te encuentro.

En lo más profundo del abismo, entre mi soledad y un último trago...

En mi hogar, esperando tu rescate...

Quiero hacerte el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora