Quiero hacerte el amor

Día 27 - Sin ganas de ganar

Sin ganas de ganar

05 de agosto 2016

Escuela Internacional de Habilidades EIH
Edificio 034-BI
Aula 030
Clase de Biohacking
8:30 am.

Sólo son cincuenta y cinco pasos entre su casa y la mía, que afortunado y cobarde soy al mismo tiempo. Y ahora alguien más la acompaña en su viaje a nuestra facultad, ese alguien bien podría haber sido yo, si tan solo fuera en primera más guapo y en segunda más hábil en estos temas de conquistar.
Ah si, y si también tuviera un Audi.

Al mismo tiempo analizo y deduzco que no es que no quiera encontrarla en el camino, es que no me atrevo aún a mirar sus ojos y contenerme las ganas de decirle todo lo que le he escrito desde el primer y único día en el que caminamos juntos por las calles que sólo eran nuestras.

-Leonard...

Aunque tal vez si aplico un poco de los
algoritmos que he aprendido en genética podría hacer un cruce de generaciones...

-Leonard...

entre las opciones para sacar el mejor de los casos y así p...

-¡LEONARD HEVERALD FITCHER!

Y levanté la cabeza aterrizando de repente en el salón, Sofía se volteó al escuchar aquel estruendoso grito y se sonrojaba de mí estupidez y distracción. Ojalá supiera que es ella la causante.

-Si profesor... Aeeemm estemm... Si...

Titubee como un tonto al no saber si quiera si era mí nombre al que estaban llamando.

-¿Podría usted definirme los elementos primordiales en una neurona de una red?
(A este Punto ya ni siquiera sabía de qué estábamos hablando).
Una voz se escuchó interrumpiendo mí suspiro para tomar aire y hablar.
Era Sofía, mí Sofía la que he adorado tanto, por ésta ocasión se la dejo pasar.

-¿Puedo contestar yo profesor?
-Adelante.
-Los elementos principales de una neurona en una red de simulación son las entradas o inputs por dónde ingresa la información para, posteriormente enviarlas al axón que funciona como una salida y en la cual se almacenan los datos hacia un proceso ETL en una Base de Datos relacional que Extrae, Transforma y Carga los mismos para ser procesados.

No me contuve, me paré y decidí salir del salón para evitar aquel bochorno, y quise tener la esperanza de que Sofía correría detrás de mí, y por un momento pude sentir su mano sobre mí hombro, pero sólo escuché murmullos de los demás echándome en cara mí derrota tan ridícula y fácil.

¿Que pasó con Jhon Mayer?
Ja, bueno...
Ahora ya sólo suena Creep de Radiohead en mis audífonos mientras camino en el pasillo, que decepción saber que tendré que soportar verla llegar a casa con alguien que no soy yo.

Pero no quiero pelear por ella, no quiero ganar, no sabré que hacer si lo hago y funciona.
Por eso se la dejo a él...
Seguro es el mejor partido para ella, supongo que por algo tiene aspecto de hombre exitoso y sin miedo.

-Eres un idiota...
No había otra frase en mí cabeza mientras camino al corredor para ir a las duchas.
Quizá un baño me haga sentir bien.

11:45 am.
Estoy solo en clase, todo mundo se ha ido a receso.
Hay un solo escritorio ocupado y todo acá huele a Kalos Black, porque acabo de bañarme y la costumbre puede más supongo.

Hasta que la ví entrar, era ella, Sofía...
Me pregunto que habrá querido, porque hablar conmigo por puro afán lo dudo.
Y soltó las palabras antes que yo analizara su recorrido hacia mí.

-Hola niño Hacker, ¿Que haces acá tan solo?
Seguro estás estudiando para las pruebas mañana. Bueno entonces te dejo, no te interrumpiré.

...
¿Qué fue lo que dijo?
Ojalá pudiera regresar el tiempo al más puro estilo de Dr. Strange y volver a repetir aquel episodio tan mágico.
Aunque no tenga sentido porque no pude mencionar una sola palabra en todo lo que ella habló, no sabría que responder porque tampoco puse atención a lo que decían sus labios.

Recogió un par de libros y luego se fue dejándome el presentimiento de que jamás podría volver a suceder algo así.
En un mundo tan grande como éste de la EIH, en tantas aulas, que esté sólo para mí y no decir nada haciendo el ridículo con mí absurdo silencio.

2:30 pm.
Entro a tiempo al salón antes de que cierren y los catedráticos ya advierten mí extraño cambio académico.

Sofía no está, tampoco sus cosas.
¿Para que vengo?
¿Quién contestará ahora a las preguntas de los catedráticos sin dejar margen de error?

Pero entre el silencio y el polvo que entra por la ventana, oigo a mis dos queridas rompecorazones murmurar:

Natalia: ¿Viste a qué clase de auto se subió Sofía?
Eva: Por supuesto que sí, era súper lujoso. Sabes, varios conocidos míos me han preguntado en redes si la persona que vieron deambulando cerca de un motel en la treinta y dos no era mí compañera bajándose de un Audi R8.
Obvio, ellos saben el dato por el automóvil, ya sabes cómo son los hombres con eso.
Pero, ¿Irse con un hombre y faltar a clases?

Natalia: ¡NO TE LO CREO!, que lástima que tenga gustos tan horribles ¿No crees?
jajajaja
Eva: Ya lo creo jajaja. Pero seguro no la ha de querer en serio, conozco a ese tipo de hombres.

Ambas sintieron mí mirada penetrar con odio sus humanidades y solo lanzaron una cara de incredulidad alejándose de los alrededores de mí escritorio con una sensación de asco o desagrado a mí.

5:32 hrs.

Camino hacia casa y en todo el camino si bien calculo, sonó unas trece veces Creep.
Cincuenta y cinco pasos antes de mí casa, ahí la ví y caminó hacia mí.

-Hola Leonard. -habló con una voz angelical.
Yo apenas podía respirar de la emoción de verla regresar a casa y saber que venía hacia mis brazos y estaba bien.

- ¿Te parece si caminamos un momento? No tengo amigos en la facultad y tú eres el único con el que he hablado.

Era la idea más estúpidamente genial que se le había ocurrido en mucho tiempo.
Así que fuimos por un helado, ella creyó que yo no notaría el cambio en su manera de peinar, algo muy inusual y por supuesto notable. Le presté poca atención y así seguimos hablando, el tiempo siguió como si fuéramos los dueños y no nos importara.
Porque al final, no me importa de qué brazos venga, yo no quiero ganar, solo quiero verla venir hacia los míos.