Día 38 - A puerta cerrada

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A puerta cerrada

17 de agosto 2019

Si te vas, deja la puerta cerrada...
Ya no esperaré a nadie más.
O arráncame la vida de una vez, moriré de cualquier forma.

Moriré junto con el suicidio del águila arpía, entre los soles y resintiendo en sus alas el más cruel de los rechazos. Emigrando sin justa razón, comparandose con las gaviotas y culpandose a si misma por no ser como ellas, yendo libres y sin pesos de soledad los cuales cargar.

Con amargura tendré que decirle adiós a cada rostro que se parezca a ti, pues existes en el tiempo, en mis recuerdos y en cada paso que doy, pero mi almohada ya no toma más tu silueta, porque hace tiempo que dejaste de venir para abrazarle en sus noches de soledad, y no ve más que mis lágrimas de miedo y negación a que prefieras donar tu sueño en otra cama.

Ahí me encuentra, a puerta cerrada y bañado en llanto. Donde no quiero que me veas, pero ruego porque llegues y me rescates.

¿Y que pasará si mañana regresas y luego renuncias de nuevo?
Déjame algo de recuerdo, una lágrima y un beso.

Siempre seré lo que soy, tuyo y sin medidas.
No habrá reproches de parte mía, sólo me importa que seas feliz, aunque el corazón no quiera resignarse.

Quiero hacerte el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora