Día 39 - Ok Leonard

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Ok Leonard
18 de agosto 2016

Han ido pasando los días, y aún pienso como alguien es tan imbécil como para tener enfrente su tesoro y preferir una roca sin color, nomás por jugar a ser nocturno y pasar desapercibido.

¿Que qué significan esa cadena de caracteres y números para mí?

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Lo significan todo, desde los pensamientos más psicópatas que me han traído a mi mala memoria un sinfín de posibilidades de que él pierda. Total, "accidentes" automovilísticos hay por montones.

Macabro, macabra situación que se vive aquí en la EIH.

-Ok Leonard. - Me hablé a mí mismo como si no tuviese quien más me lo recordara.

Era la feria de ciencias en la escuela y cada vez tenía menos ánimos porque me hacía falta algo, pero me sobraba un vacío enorme que no podía llenar.

-Ok Leonard. - me repetí por vigésima vez, tratando de pellizcarme mentalmente para sacar ideas de mí cabeza y eyacularlas, sin ningún resultado.

Profesor Alfaro: -Muy bien chicos, el día de hoy haremos un ensayo pre-feria, quiero que organicen grupos de trabajo y su tarea para hoy será realizar primero una lluvia de ideas sobre cómo integrar la vida rutinaria junto con la Tecnología Forense, luego hacer el levantado de requerimientos y por último un diagrama de casos de uso sobre el funcionamiento de su idea, pueden integrar cuántas tecnologías deseen y su creatividad. ¡A trabajar!

¿Adivinen quién decidió hacer el trabajo sólo?
Exacto, Leonard Heverald Fitcher.
¿Cuál es mi idea?

Hasta el momento nula, puesto que ahora ya no hay más algoritmos que me digan cómo proceder las decisiones de ver toda la tarde su hermoso rostro, o pensar divinamente en cómo mandar al carajo mi récord académico y cederle mi lugar, aunque claro está, se lo ganó desde que dió un paso dentro del salón.

6:00 pm.

Voy a casa, esperando ansiosamente cruzarmela en el camino haciendo mis pasos más lentos, pero desafortunadamente nada sale como planeamos.

7:13 PM.
Estoy sólo en mi habitación, seguramente he bajado unas dos o tres libras por no tener hambre, cosa inevitable, porque el apetito es nulo cuando hay un agujero negro de emociones que te rodean el estómago.

Mi madre toca la puerta.
-¿Está todo bien hijo?
-Cierra la puerta mamá, la luz me molesta. - le digo mientras arrugo mis ojos y me cubro la cara para evitar la luz.

-Escucha, se que no ha ido nada del todo bien. Pero te conozco Leonard, eres igual que tú padre, orgulloso y no da su brazo a torcer.
Desde que murió tu padre, nunca haz demostrado mayor vulnerabilidad que ahora mismo. - replicó mientras arrugaba los dibujos que hice en honor a Sofía, su rostro tan perfecto y angelical.

-Lo sé mamá, pero la forma en que se fue, debería ser al menos reconocida, pero tú jamás hiciste nada al respecto.

Mi padre, murió hace años cuando yo era un jovencito, era día de camping.
Él, Harold Heverald Fitcher, Ingeniero en Biometría Forense, sabía de los riesgos de su trabajo, sin embargo los enfrentó y heme aquí sin él.

Es por eso que he elegido estudiar ésto, y lo que soy, en su honor.

-Sabes bien que eres un chico fuerte y no te dejas derrumbar, pero no vale la pena hacerlo por ésto Leonard, yo me doy cuenta de las cosas aunque me las ocultes. - decía mientras dejaba una taza de té de gengibre sobre el mesón.
- Te amo hijo, pero debo dejar que sufras para que te hagas más fuerte.

Y jamás me habían pesado tanto unas palabras tan crudas y ciertas como las que dijo mi madre ese momento.
Apagó las luces y se marchó, el té se enfrió y yo seguía navegando en el abismo, pensando en todo.

19 de agosto 2016
7:30 am.

Es otro día de escuela, y aún no tengo avances del proyecto.

-Chicos, a las 12:30 PM. es el primer entregable de sus ideas de pre-feria, por favor quiero el listado de integrantes junto con su porcentaje de avance para entonces.

PÁNICO
Jamás había sentido pánico como en ese entonces, en todo mi resaltante récord de ñoño matadito, jamás me había sentido preocupado por no realizar un proyecto, y ésta vez muy importante.

Pero ya saben, las desgracias nunca vienen solas, y supongo que es un arma de doble filo tanta ñoñez.

Eva: - ¡Hola Leonard! ¿Te quieres unir a nosotros? Ya tenemos la idea, pero nos falta un integrante, y como tú eres muy inteligente pues... Pensamos que podríamos ayudarnos mutuamente.

Quedé perplejo con su nivel de interés, puesto que no me hablaba ni siquiera para darme la hora cuando se la pedía, y tan de pronto mucha amabilidad.

Que sorpresa, ni siquiera las ideas estaban terminadas. De cualquier forma, no quería poner en riesgo mi reputación estudiantil, mi padre estaría decepcionado.

-Ok Leonard, concéntrate.

Y estaba a punto de lograr ese cometido hasta que tuve que levantarme en dirección a Sofía.
No sé a qué iba, no se que pretendía, tampoco se en que momento salió la pregunta más estúpida de mi boca.

-Ho... Hola Sofía, ¿podrías decirme dónde compraste la diadema de tu cabello?

La cara de vergüenza de Natalia, Eva y su círculo de compañeros era evidente.

-¡Hola Leonard! ¿Tú eres el chico de los edemas pulmonares no?

-Si, lo soy.

-La compré en un almacén cerca de casa, ¿Ya lo viste?

-Aún no - (maldita sea Leonard, ¿no tienes otra cosa que decir?)

- ...

- ¿Quieres que te consiga una para tu novia?

Y mi mundo se vino abajo con esa pregunta, si tan sólo supiera que la esperaría hasta que las estrellas pierdan su color.

- Oh no, estoy bien, gracias.
Y me alejé sin más, volviendo a mi grupo de trabajo.

12:30 pm.

Profesor Alfaro: Ok chicos, es hora de dar los avances. Haremos un debate y cada grupo tendrá que defender su idea contra el otro grupo, serán dos seleccionados y solamente podrán opinar los integrantes de ese grupo.
Comenzaremos con Sofía y Natalia.

No sé que esperaba Natalia, pero no se movió, Sofía al frente del salón como toda una heroína. Y ahí supe que el cargo iba sobre mí.

Quiero hacerte el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora