One Shots (Shawn Mendes)

Preguntas

Salgo del elevador y toco la puerta nerviosa, esperando a que me abran y descubrir si había llegado a la dirección correcta o me había equivocado de nuevo.

Cuando escucho el seguro ser sacado, aparece una cara muy familiar delante mío y boto el aire de mis pulmones al darme cuenta de que si había acertado esta vez y había llegado al departamento correcto.

—Hey. —Le sonrío y me hace pasar. Observo la sala de estar y me quedo parada hasta que él viene a mi lado y me mira detalladamente. Al menos yo lo sentía así. —Todos están afuera. —Dice amablemente.

Asiento en su dirección y lo sigo al balcón, en el cual está toda su familia.

Inmediatamente me entran los nervios y el estómago me empieza a doler. Eso siempre pasaba cuando me ponía muy nerviosa y no había nada que pudiera hacer.

Cuando doy un pie afuera, algunos posan su mirada en mí y me veo obligada a poner la mejor cara que puedo para no dar un mala impresión. Sonrío y me paseo por todo el balcón saludando a cada persona presente hasta que llego a la cumplañera.

—¡Feliz cumpleaños, granny! —Le digo con una enorme sonrisa en el rostro mientras la abrazo con todas mis fuerzas.

Al separarme le doy su regalo, y Aaliyah lo coge con una sonrisa, lo abre y cuando ve lo que hay en la bolsa, sus ojos se abren como paltos y me rodea con los brazos. 

—Eres la mejor. —Me dice. —Gracias. —Me río por todo su entusiasmo y tomo asiento junto a una de sus amigas.

Me empiezo a sentir un poco excluida ya que estoy al otro extremo del sillón y apenas puedo escuchar lo que Aaliyah dice. No conozco a nadie más que a ella y parece que a sus amigas no les agrado. Ninguna me ha dirigido la palabra en todo el rato que he estado aquí al menos que haya sido yo la que haya empezado una conversación. Miro la pantalla de mi iPhone cada cinco minutos y estoy a un segundo de pedir un Uber y volver a casa.

—¿Quieren hacer algo? —La escucho decir y me inclino hacia delante para verla y oírla mejor. —Sam, ¿quieres hacer algo? —Me dice. Las demás voltean y fijan su vista en mí.

—¿Verdad o reto? —Propongo.

—¿Extremo? —Pregunta Aaliyah.

—Extremo. —Asiento y ambas sonreímos cómplices.

Acompaño a Aaliyah a la cocina para lavar una botella de cerveza ya tomada y volvemos afuera con sus amigas.  

Nos sentamos en el suelo formando un círculo de cuatro personas. Aaliyah me mira y mueve su cabeza apuntando a su hermano.

Ruedo los ojos y le saco el dedo medio. Ella ríe y sus amigas la miran extrañadas.

—Empiezo yo. —Dice, creo, Mishyia. Agarra la botella y la gira en el piso, y yo ruego porque no me toque a mí.

Mierda.

—¡Sam! —Se emociona Aaliyah. —¿Verdad o reto?

—Oye, eso debo preguntarle yo. —Le dice Mishyia. —¿Verdad o reto, Sam? —Dice esperando mi respuesta.

Miro a Aaliyah y me hace señas con los ojos señalando de nuevo a su hermano, y yo vuelvo a rodar los ojos.

—Reto. —Mi amiga se emociona al escuchar mi respuesta y se acerca a Myshyia para decirle algo al oído. Veo como la morena abre los ojos y se tapa la boca.

Y me intriga saber lo que le ha dicho.

—¿Estás segura? —Le pregunta a Aaliyah y esta asiente. —De acuerdo. —Suspira y pone sus ojos en mí. —No me vayas a odiar, fue idea de ella. —Señala a la cumplañera y dice. —Tienes que llevarte a Shawn a su habitación.