Una y otra y otra y otra vez

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—¡Samy! —Viene a saludarme con emoción, y me rodea mientras deja un beso en mi cabeza.

—¡Feliz cumpleaños años, Karen! —Digo al igual que ella y le devuelvo el abrazo, apretándola fuertemente con mis brazos.

Mamá se pone a conversar con ella y papá se va a otro lado. Yo me voy con la intención de buscar a Aaliyah, que debe de estar en su habitación, pero Camilla me detiene. Abro la boca, feliz, y me tiro encima de ella. Comenzamos a reír porque caemos al piso, pero no me separo de ella.

—Sam. —Aaliyah va bajando las escaleras y nos ayuda a levantarnos del suelo. —¿Que les pasó? —Cuestiona.

—Ésta loca me quizo matar. —Camilla responde y ríe.

—Te extrañé. —Me defiendo y la miro ofendida con una mano en el pecho.

—Ya lo sé, tonta. —Dice obvia.

—No hace falta ser grosera.

Camilla se va a otro lado y Aaliyah y yo tomamos asiento en el sillón de la sala, mientras que el tiempo pasa. La celebración va tranquila y sin preocupaciones hasta que llega alguien. Es Shawn. Entra por la puerta, vistiendo un jean azul y una camiseta blanca, es tan simple, pero a la misma vez se ve tan bien. Inmediatamente me desconcentro de mi conversación con Aaliyah y le presto atención a su hermano.

Me ve y estoy a punto de morir de nervios. Nadie me avisó que él estaría aquí, así que me disculpo rápidamente con mi amiga y salgo disparada hacia el patio, donde estaban mis padres, para evitar saludarlo.

No me malinterpreten, él me caía bien, pero nuestro último encuentro en Los Angeles fue muy cariñoso. Una cosa llevó a la otra, y terminamos en la habitación de su hotel. Desde ahí no lo he vuelto a ver. Hasta hoy, por supuesto.

Saco mi teléfono para revisar mis notificaciones, quedándome a un lado de mi madre, que hablaba de algo con Karen. Siento una mirada sobre mí, y levanto la cabeza por curiosidad, pero es mala idea porque Shawn y yo hacemos contacto visual. Me sonríe y empieza a acercarse. Me siento como una estúpida porque los nervios incrementan y no sé qué hacer.

—Sam. —Me besa la mejilla y se me queda viendo con una sonrisa.

—Hola, Shawn. —Digo algo avergonzada. Siento mi rostro hirviendo, debo de estar muy ruborizada.

—Tiempo sin vernos. ¿Como has estado? —Pregunta y se rasca la nuca.

—Muy bien. ¿Y tú?

Estaba más que nerviosa, pero intentaba disimularlo. Nos mantuvimos entretenidos durante un par de minutos hablando de cualquier cosa, sin mencionar ese pequeño encuentro que tuvimos, y nos callamos apenas Camilla aparece.

—Oh, veo ya conociste a mi primo. —Me dice apoyándose en mi hombro.

—Nos conocíamos de antes. —Shawn le aclara. —En Los Angeles. —Recalca éste.

Y ¡Bum! Es como si hubiera mencionado eso a propósito, haciéndome entrar en calor de nuevo. ¿Y si se le escapaba algo en frente de Camilla?

Entre los tres nos miramos, y la tensión en el ambiente crece.

—La tía me llama, pero volveré. —Nos mira a ambos cómplice, y se retira.

Unos segundos de silencio es lo único que necesitaba para saber que lo que se venía a continuación iba a ser sobre ese tema que tanto quería evitar.

—Sam, sobre aquella noche que pasamos juntos... la pasé increíble e intenté llamarte mil veces, pero pensé que quizás malinterpretarías las cosas-

One Shots (Shawn Mendes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora