Diría que a mis diecisiete años vivo la vida de una afortunada adolescente. Padres divorciados pero ricos, escuela costosa, closet de ensueño y un novio envidiable.
Es broma, eso último nunca pasa.
—Tu madre estará aquí en cinco minutos.
—¿No pudo avisármelo ella? —Ruedo los ojos y mi padre que me da una mirada seria.
—Se buena con ella, cariño. Yo ya me tengo que ir al trabajo. —Besa mi frente antes de coger las llaves del carro. —Nos vemos en la noche.
—Como sea. —Murmuro apenas deja la casa, y a regañadientes subo a mi habitación para alistarme.
Cojo un minishort y una camiseta holgada y corta de mangas cortas. Me visto lo más lento posible, solo para perder el tiempo, y justo cuando estoy colocándome mis zapatillas, el timbre suena.
Voy al baño, me lavo los dientes y la cara, y sin pasar el peine por mi cabeza, me ato el cabello en una cola de caballo.
La verdad es que no me interesa hacer esperar a mi madre.
—¡Cariño! ¿Ya estás lista? —Su voz resuena en mi habitación. Maldición. Había olvidado que llevaba una copia de la llave de la casa.
Ruedo los ojos una ves más, agarro mi móvil y salgo de mi habitación. Desde el balcón veo a mi madre con unas bolsas en ambas manos.
—Hola, linda. ¿Cómo estás? —Besa mi mejilla cuando llego a su lado.
—Bien. —Respondo simplemente.
—Te traje esto. Son de la nueva línea de ropa juvenil. No te olvides que la pasarela es la próxima semana y-
—Mamá, no sé si podré ir, ya te dije.
—¿Como que no sabes? Tienes que ir. Ya hablé con tu padre. Irán con Karen y su hijo.
—¿Por qué? —Replico incómoda y con cierto fastidio.
—Porque yo lo digo. —Da por sentado. —Deja las bolsas en tu habitación y vayámonos ya.
Hago caso a lo que me dice, y una vez que ya estamos dentro de la camioneta, conecto mi música a la radio. Maneja alrededor de media hora hasta que estaciona frente a un restaurante.
—Sabes que no me gustan estos sitios. —Le digo apenas entramos al lugar.
Todo está muy bien decorado. Techo alto, gigantes candelabros y olor a rosas. El piso brilla más que el nombre de mi madre, y la gente solo viste trajes y vestidos. La música son solo violines y pianos sonando una y otra vez.
Es ahora cuando me siento fuera de lugar.
—Lo sé, querida. —Mi madre gira su cabeza hacia mí con una sonrisa, mientras nos dirigen a nuestra mesa.
—Es unos momentos vendrá alguien para atenderlas. —La señorita nos sonríe y luego se retira, dejando dos cartas sobre la mesa.
—¿Por qué haces esto? —Reniego una ves más.
—¿Prefieres ir a comer hamburguesas?¿O pizza? Todas son comida rápida y grasosas-
—Exacto. —La interrumpo. —Por eso me gusta.
—Eso dices ahora, pero cuando seas vieja, ahí te quiero ver.
—Como sea.
(...)
Salgo apresuradamente de la habitación con la tarjeta en la mano. Me meto en el elevador y acomodo mi ropa en lo que comienzo a descender. He de admitir que estoy nerviosa. No puedo evitar sentirme rara por esta nueva etapa.
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One Shots (Shawn Mendes)
FanfictionHistorias cortas de Shawn Mendes. *Quiero aclarar que este libro es solo para entretenimiento. No tiene ninguna enseñanza y todo es ficticio. Algún comentario o cosa escrita es solo parte de la historia y no tiene nada que ver con la realidad (ejemp...