One Shots (Shawn Mendes)

Preguntas (Parte II)

Sonrío con simpleza. ¿Que clase de pregunta era esa? Por supuesto que lo haría, pero no era el momento, ni el lugar.

Aunque bueno, el lugar... Estábamos en su habitación, así que podría decir que era probablemente el mejor lugar. Pero de todas maneras, hoy no pasaría nada. Apenas lo conocía.

—No creo que eso sea apropiado de responder. —Vacilo divertida. Él alza las cejas y se queda mirándome.

—Lo tomaré como un sí.

—Uh, no te ilusiones. —Juego con él mientras sonríe ampliamente.

Se recuesta sobre la cama, dejando las piernas abiertas. Ese pantalón negro le queda a la perfección, haciendo ver muy bien sus trabajadas piernas y un gran bulto sobresale de ahí. No puedo evitar mirarlo.

Muerdo mi labio inferior y escucho un carraspeo. Lo miro a los ojos y me lo encuentro observándome con una sonrisa coqueta.

—¿Disfrutando la vista?

—¿No te cansas de ser tan seguro de ti mismo? —Bromeo.

—No lo soy, pero trato de mantenerme confiado. —Se encoge de hombros cuando responde. —Dime, ¿te divertías allá afuera? —Cuestiona.

—¿A que viene esa pregunta? —Me acomodo en el sillón y lo miro atenta.

—Curiosidad. —Dice con simpleza. —Te estuve observando y parecías un poco aburrida.

—¿Ahora me espías? —Levanto una ceja divertida.

—Estaba a unos metros de ti. No te lo tomes tan personal.

—¿Esa es la razón? —Continuo.

—Me pareciste linda. —Confiesa alzando los hombros.

—Ya veo. —Retengo una sonrisa y me paro. —¿Sabes? Tu hermana tiene una obsesión con que estemos juntos. —Digo inconsciente mente. —Como sea, creo que ya debemos volver.

—¿Qué?

—Que debemos vol-

—No, no. Lo que dijiste antes.

—¿Sobre Aaliyah? —Asiente. —Uhm... es estúpido. —Niego. —Básicamente nos shippea o algo así.

—¿De verdad? —Dice sorprendido. Yo asiento mordiendo mi labio inconscientemente y camino hacia la puerta. —¿No te quieres quedar? —Dice interrumpiendo, antes de que abra la puerta. Detengo mi mano y me volteo a verlo.

—¿Por qué? —Cuestiono. Shawn se encoge de hombro y se para de la cama.

—No me apetece estar afuera.

—Entonces quédate aquí.

—Pero no quiero estar solo.

—Llamaré a tus amigos.

—Me refiero a que no quiero estar con las personas que ya conozco.

—¿Que-

—Por favor, quédate. —Ruega y viene hacia mí.

Junto las cejas, confundida y abro la boca de nuevo, pero nada sale de mis labios. Asiento sin estar segura y Shawn vuelve a su cama.