XVI

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Semana 10.

Perspectiva de Taro (primera persona).

He conversado con Takeshi durante los recesos desde hace una semana. En esta ocasión, estaba viendo los desafíos que, según Kumi, eran frecuentes entre los muchachos, cuando Takeshi me hizo señas a lo lejos para que me acercara. Iba a decirle a Tsubasa que regresaría pronto, pero estaba ocupado riendo con Kumi, por lo que al único que avisé que me iría fue a Shingo.

—¿Qué sucede?

—¿Cómo vas con tu problema? —pregunta con una mirada que decía "lamento interrumpir". Fruncí las cejas.

—No es un problema, solo... un pequeño inconveniente. —Takeshi resopló.

—Está bien; ¿cómo va tu inconveniente? —desvié la mirada.

—No he hablado con nadie aparte de ti. —Me doy cuenta del reproche apunto de salir de los labios de Takeshi, así que me adelanto—: Tú tampoco lo has hecho.

—Te equivocas —contraatacó luego de unos segundos abriendo y cerrando la boca como un pez—, he hablado con Wakabayashi.

—¿Wakabayashi? —repito consternado—. ¿Por qué con él?

—Bueno, me lo encontré de regreso a casa y es la persona más decidida que conozco, además de Kojiro. —Lo miré escéptico. Algo no concordaba.

—¿En verdad hablaron de tu... inconveniente? —Takeshi vaciló.

—Bueno, aun no le he dicho por qué no me uní al equipo de soccer... —Me ve suspirar y se agrega—: Pero no necesita saber mis razones. Realmente estoy sorprendido, Wakabayashi es muy... útil sin pretenderlo.

—¿Útil? —expreso con intriga—. ¿En qué sentido?

—Deberías averiguarlo por tu cuenta —Takeshi me sonrió—. No es una persona que hable fácilmente de confianza y sueños, pero es lo que inspira. Quizás hablándole te transmita un poco de su convicción.

Lo observo detenidamente: está soñando despierto. Sonrió. Takeshi siempre se ha maravillado con todo, incluso antes, cuando nos conocimos, no paraba de halagarme en cosas aparte del football. Me gustaría ser el mismo de entonces.

—Es con Kojiro con quien debes hablar, Takeshi. —La chispa en sus ojos se apaga y siento algo de culpa.

—¿Y tú, Taro? —Su voz suena decidida, como si se tratara de un reto en lugar de una pregunta—. ¿Con quién debes hablar?

En el fondo, sé la respuesta. La sé tan bien que prefiero evadirla.

—De acuerdo, no te alteres. Me acercaré a Wakabayashi.

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