❝Common Days❞

I

Perspectiva de Genzo.

A la clase llegó un muchacho nuevo desde Osaka. No alcancé a escuchar su nombre, aunque tampoco me interesa; tengo cosas más importantes en qué pensar, como en los cambios que sufrirán el equipo de soccer y el de baseball cuando me vaya al extranjero. Quizás olvidé decirlo: soy capitán del primer conjunto y seguramente lo seré también del segundo. Después de todo, soy su mejor opción: aquélla que supone mayor problema a los ases de equipos contrarios.

A pesar de no mostrar mucho interés por mis compañeros, no quiere eso decir que sea despistado, al contrario: sé perfectamente con quienes comparto el aula cada día. El grupo está integrado por 30 personas, la primera de ellas es un niño de nombre Tsubasa Ōzora. ¿Por qué mencionarlo a él primero? Sencillamente porque resulta el más notorio de entre todos. Tiene un afán inagotable por ser el mejor en cualquier reto que se le imponga, además de que ha resultado mi mancuerna dorada ―suponiendo que eso fuera posible desempeñando el rol de portero porque, oh sí; lo soy― y a la vez mi rival eterno en cuanto al football.

Enseguida vienen las chicas, a las cuales casi nunca presto atención; las únicas que han merecido recordárseles son Sanae Nakazawa, Yoshiko Fujisawa, Yayoi Aoba, Yukari Nishimoto y Kumi Sugimoto, y eso solamente por el obvio vínculo que tienen con ciertos muchachos en particular, incluido Tsubasa.

El siguiente en la lista es Karl-Heinz Schneider. Ni yo mismo tengo idea de qué hace un chico de ascendencia alemana en una secundaria de Shizuoka, pero es un estudiante excelente y un jugador soberbio en cualquier deporte. Creo que lo segundo es la razón principal de que me agrade y, por tanto, nos llevemos bien; a continuación están Jun Misugi y Hikaru Matsuyama. Este par es uno de los intereses amorosos de Yayoi y Yoshiko, pero la razón de que los mencione juntos se debe a su envidiable relación. Ellos parecen comunicarse a veces por telepatía, tanto en el campo de soccer como fuera de él, y eso los convierte en un duro oponente a la hora de los partidos pues ambos juegan en un equipo diferente al mío y de Tsubasa.

¿Quién más? Ah sí: Aoi. Su nombre en realidad es Shingo, pero a él no le molesta que le llamemos por su apellido porque admite que es mejor. Ciertamente resulta curioso que en la clase haya otra persona de nombre Akai (rojo), y me pregunto entonces si no le dirán Aoi (azul) en cierto tono de burla. En fin, esas son cosas que no me incumben, lo que sí llama un poco la atención es que muchos lo identifican como "midori hikari (luz verde)" y a Akai Tomeya le dicen "red stopper (parador/semáforo en rojo)" debido a las posiciones que adoptan por instinto como delantero y defensa ―respectivamente― en lo que sea que jueguen, desde el basketball hasta el football. Ante esta contrariedad se esperaría que sus personalidades llevaran el mismo rumbo pero, para sorpresa de todos, Akai y Aoi son grandes amigos desde antes de primaria.

Como sea, aquí hay muchos talentos en varios ámbitos, contando a Kojiro Hyuga en el baseball; Ken Wakashimazu en las artes marciales mixtas y de vez en cuando como guardameta; Takeshi Sawada, Shun Nitta, Sano Mitsuru, Ryo Ishizaki, Mamoru Izawa, Hajime Taki, Teppei Kisugi y Yuzo Morisaki, entrenando duramente para los enfrentamientos en nuestra especie de "segunda división".

Ahora, regresando al punto de partida de esta gama de descripciones, el nuevo muchacho llegado de Osaka ―¿o era Tokyo?― decía jugar como suplente en varios deportes: tenis, soccer, basket, baseball e incluso los menos aclamados en la escuela, como ajedrez, volleyball y natación. Supongo que eso fue lo único que logró atraerme lo suficiente para notar un poco sus rasgos físicos: era moreno de tez clara, tenía buena estatura ―aunque yo le sacaba casi media cabeza viéndolo de lejos― y, al igual que su piel, sus cabellos castaños claros contrastaban totalmente con la estirpe nipona. Di por sentado entonces que venía de otro país ―si no es que de otro continente―, aunque tenía la impresión de ya habérmelo encontrado. Por último lo miré tomar el pupitre al lado de Tsubasa, y eso fue todo a lo que di valor respecto al chico en lo que quedaba del día.