15 (13 días como novios)

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    Yoongi estaba confundido, no esperaba sentirse angustiado después de un simple beso. Se sentía raro, tenía un nudo en el estómago y una mezcla de alegría, vergüenza y decepción. Pero todo eso tenía una respuesta. Una simple respuesta.

   Yoongi se metió a la ducha para poder relajarse y olvidar todo, pero fué todo lo contrario, mientras el agua se deslizaba por su cuerpo el se puso a pensar en todo, no se sintió tan bien después del beso porque el cree que puede ser la última vez que pruebe sus labios, pues después del juego serán amigos, cómo siempre.

    Yoongi salió de su casa y a pesar de que el frío sea insoportable, el se dirigió hasta un pequeño arroyo donde en frente de este había una maltratada banca, Suga se sentó aunque la banca esté en malas condiciones, ese asiento lo iba a soportar.

   ¿Por qué tengo estos pensamientos?

   Se preguntaba una y otra vez, la razón de su angustia no era grave para el mundo. Pero si para el. Tiene ese miedo a perderlo, esa vergüenza a no poder verle a los ojos, y esa ansiedad que lo ahogaba. Una ansiedad que nunca le agarra, pero le agarró ahora. No quiere rendirse, ya están casi por la mitad del juego aún falta la otra parte. Una sonrisa lo iluminó.

   No vió a Jungkook en todo el día, ni siquiera pudo escuchar su voz. Eso lo ponía peor.

   Es el último día del año. Es treinta y uno de diciembre y son las siete de la tarde. Eso le angustiaba más. Quiere pasar año nuevo con su novio, el piensa que Kookie está feliz en su casa con su madre, mientras Suga está sentado en una banca maltratada a punto de romperse. No estaba bien.

   Con más ánimos se paró y empezó a caminar lento cuando una gota impacta su cabeza.

   YG: no... No puede ser -decia Yoongi cuando se dió cuenta de que empezó a llover y la hora pasó volando, ya son las ocho y media, y está lejos de la casa de Jungkook-

    Aunque Suga desee que parara la lluvia, no tuvo solución. Las gotas caían, y el viento lo golpeaba.
    Su caminata tardó, no sabe que pasaron las horas y la lluvia seguía. Se puso la capucha de su campera.

    Se emocionó cuando vió la casa de su novio desde unas cuadras, y mientras se acercaba su sonrisa crecía y su corazón se aceleraba.

    De a poco se empezó a borrar su hermosa y luminosa sonrisa cuando vió que las luces se apagaron. ¿Acaso ya son las 23:00?
     No sé rindió. Caminó con velocidad y trató de trepar el árbol que estaba frente de la habitación de su novio. Y por suerte entró.

     JK: s-suga... -dice Jungkook sorprendido-

    Suga se sintió muy bien. Su corazón se aceleró, y su sonrisa se volvió a notar.

     YG: perdóname cielo -dice abrazandolo-

     La confusión de Jungkook se notaba. Y respondió al abrazo.

    YG: te quiero mucho bebé.

     JK: Yoongi, yo te quiero aún más. Y... Te amo demasiado.

     Yoongi vió sus ojos, sin vergüenza pero si con un poco de ansiedad. Y volvió a interrumpir sus palabras para besarlo. El último beso del año, el cual no se sintieron mal. Jungkook abrazó a Yoongi por el cuello. Y se apegó más a su novio, el también necesitaba ese beso. Necesitaba sentir sus labios junto a los suyos. Fué un beso el cual no se arrepienten, un juego entre sentimientos donde la felicidad y la tranquilidad le ganó a los nervios y la antigustia. Simplemente se sintieron bien.

     Se separaron con la sonrisa ya dibujada, y un silencio un poco confuso el cual lo rompe Yoongi diciendo:

    YG: felíz año nuevo Kookie. T-te quiero.


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