03 Algo que nace

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Los días pasaron en un suspiro, Oliver se enfocó en trabajar duro para demostrar que era lo suficientemente eficiente para mantenerse en su puesto de trabajo el tiempo que quisiera.

Y a pesar de eso seguía siendo el "chico nuevo" en la oficina, el único con el que hablaba y mantenía una buena amistad era con Gadiel Ramírez aquel chico que conoció días atrás, los demás se mantenían a raya con él por ser asistente de Montemayor.

Oliver se encontraba pensando en como de un rato para otro Alejandro Montemayor había cambiado demasiado, entendía que era su jefe y no podría haber un trato amistoso no preferencial solo por conocerlo un día antes.

La mirada penetrante de Alejandro vino a su mente, sus ojos color azul y todo él lo logró conquistar en aquel instante que lo conoció, sin embargo no le tomó importancia.

Sintió algo extraño en su corazón, un palpitar indescriptible pero de inmediato lo dejo a un lado, no podría estar pensando de esa manera en quien ya era su jefe.

— ¿Te sucede algo Oliver? — le preguntó Gadiel entrando a su oficina.

— Nada importante, la verdad — le explicó Oliver restándole importancia al asunto de Alejandro.

— En un momento ire a comer — le comento Gadiel — ¿Te gustaría venir conmigo y unos amigos?

El semblante de alguien más se endureció, Alejandro entró a la oficina de Oliver quien de inmediato se levantó de su asiento.

— El joven Oliver irá conmigo a una comida de negocios Ramírez — le dijo Montemayor al muchacho — retirese porfavor y realice un estado financiero.

Gadiel quiso decir algo pero se lo guardo, sabía que el carácter del señor Montemayor era fuerte y Oliver tenía un asunto del trabajo.

— Entonces te veo después Oliver — se despidió Gadiel.

Oliver no paraba de creer que en sus primeros días de trabajo tendría una comida de negocios, su semblante era sereno y guardaba la emoción en su interior.

— ¿Eso es verdad señor? — le preguntó Oliver.

Alejandro asintió.

— Claro que lo es joven, debemos comer con Fabián Valles para finalizar la venta de los nuevos equipos de transporte — le informó Alejandro mostrando un semblante serio.

— Entonces supongo que deberíamos de estár saliendo — le comentó Oliver entusiasmado.

Alejandro comenzó a sentir un sentimiento instalándose en su corazón, algo le decía que ese chiquillo cambiaría su vida, sin embargo también sabía que no debería jugar con él cuando tenía otros planes.

— Si, el señor Valles es un hombre muy ocupado y muy serio — le explicó Alejandro.

El castaño comprendió que aquel hombre era una persona muy importante y debería comportarse a la altura o perdería su trabajo.

Nuevamente estaba nervioso.

Ambos tomaron sus cosas y se encaminaron al estacionamiento para subir al coche, Gadiel le deseó suerte al muchacho pues podría demostrar de que estaba hecho.

Sin CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora