4 El joven con ojos esmeralda

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Los ojos de Jared lograron ver a un hombre de mediana edad junto a una hermosa dama. Su mente trajo oscuros recuerdos de una vida de ensueño, aquella arrebatada por sus opresores con el deseo en su pecho de hacer justicia a su familia.

Jared supo que era el momento indicado para acercarse a él y confrontarlo por todo lo que aquel infeliz le había echo. Repudio, asco y un extraño sentimiento tan profundo como aquel amor que una vez sintió.

La noche anterior su abuelo le había pedido que jurara que no revelaría su verdadera identidad. Benjamin deseaba hacer sufrir con creces a los malditos que destrozaron la vida de su único nieto. Benjamin sabía que la venganza era un platillo que frío les sabría mal a sus enemigos.

— ¿Te sientes preparado pequeño? — le pregunto Alexander — Puedo ver el fuego en tus ojos.

— Tan tranquilo que se ve, sin importarle lo que me hizo — dijo Jared con rabia en su pecho.

— Solo te traje aquí para que pudieras ver a la rata que te metió preso. Es difícil ver a quien te lastimo tan feliz con alguien más y rehaciendo su vida — dijo Alexander.

— Ya quiero que sea mañana, es lo único que deseo — dijo Jared con el profundo deseo de venganza en su pecho.

Eran los peores cinco años que habia pasado en la carcel viviendo bajo la oscuridad y el terrible dolor. Perdio a su padre y su abuela. No podia dejar de pensar en todo lo horrible que paso en prision, noches de desvelo, otras con pesadillas e incendios.

Jared se sentia devastado.

Jared estaba muerto en vida.

— Es mejor que nos vayamos Jared, no quiero levantar sospechas ellos ya me conocen a mi — dijo Alexander.

Jared hizo caso al consejo de Alexander. Ya había visto de lejos a quien amo en el pasado, solo faltaba un día para tenerlo frente a frente. Un lejano recuerdo llegó a su mente, Jared sintió el viento golpear su rostro.

Este mismo lugar fue en el que Alejandro lo había traído para ver una película, despues de una junta que habían tenido ambos. Ese solo recuerdo removió el sentimiento de odio y venganza que sentía.

— Falta poco para que ese infeliz reciba lo que merece y entonces solo encontrare la paz que me hace falta — dijo Jared con una triste sonrisa cargada de dolor y venganza.




      *****

El aire fresco inundó sus fosas nasales, Benjamin Rivera respiraba el aire de una hermosa tarde junto a algunos socios. Los había invitado a su propiedad para hablar acerca de las inversiones que harían en el país, quería dejar todo preparado para su único nieto.

La puntualidad era lo que más exigía Benjamin, por lo que se desesperó al ver que su nieto no llegaba, sabía que le había avisado que tardaría pero también recordó que le pidió que no tardara. Benjamin necesitaba presentar a su nieto ante aquellos socios lo antes posible y así retirarse de los negocios.

— Jared, llegas tarde hijo — dijo mirando a su nieto. Venía junto a Alexander de la Vega.

Jared sonrió.

— Me tarde porque compré unas cosas — dijo el joven — Era necesario.

Su abuelo asintió, lo tomó de los hombros y sonrió.

— Es bueno relajarse un momento en la vida, pero de hoy en adelante tendrás una responsabilidad mayor hijo — dijo Benjamín a su nieto.

Alexander de la Vega estaba escuchando atento.

Sin CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora