Capítulo 11 Advertencia

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Al día siguiente, golpearon la puerta del departamento de Ino. Con el cabello alborotado y ojeras bien marcadas de no haber dormido lo suficiente, la rubia se levantó de su cama y susurró a Sakura que no hiciera ruido o saliera de la recámara, podía ser Mebuki buscando a su hija. Minutos transcurrieron cuando una discusión se desató en la sala de estar. La pelirosa atrás de la puerta quería saber si era su madre discutiendo con su amiga antes de enfrentarla. Sin embargo no fueron dos voces femeninas lo que escuchó, sino voces de ambos sexos.

-¡No vengas a reclamar nada que al fin de cuenta no soy tu mujer! -Ino sonaba molesta.

-Cómo quieres serlo, sino dejas las citas y me esperas -una voz gruesa varonil se oyó al otro lado de la puerta.

-¿Cuándo? ¿Hasta que tu mujer se largue de Japón? Eso nunca va a suceder, mejor dime cuánto miedo le tienes.

-En unos meses regresa a Paris -respondió el hombre.

-Entonces hasta ese día seguiré asistiendo a las citas, ¿o piensas pagar mis cuentas por lo tanto?

-No me hables de tal modo, sabes que soy de pocas pulgas.

-¿Me vas a matar? Hazlo, no tengo miedo ir al infierno con el desgraciado que me violó toda mi infancia.

Las palabras de Ino causaban melancolía en Sakura. Cómo olvidar las veces que lloró en su hombro después de ser violada por su propio padre, ver aquellos moretones en medio de sus piernas y marcas de dientes por todo su cuerpo de niña, sin duda fue algo traumático. La impotencia siempre fue un problema para ambas amigas, por ello no juzgaba a Ino por la clase de mujer que se convirtió. La vida fue más dura con ella.

La pelirosa siguió escuchando la discusión pidiendo a Kami, que no se saliera de descontrol, hasta que comenzó a sentir náuseas que la hicieron correr al baño haciendo ruido con la puerta. Se tumbó de rodillas enfrente al inodoro y empezó a vomitar lo que había cenado por la madrugada, trataba de no hacer ruido, pero fue en vano. El hombre que discutía con la rubia, oyó claramente los ruidos que provenían desde el único baño del departamento de su amante, y antes de reclamar sacó una pistola 45 de su porta pistola que llevaba por debajo del saco. Ino al ver cómo su amante corrió hacia su recámara con la pistola en alto lo siguió aterrada. La puerta del baño abrió de un golpe dejando a Sakura en shock al ver la pistola apuntado apuntando directamente a su frente. Nunca en toda su vida había apreciado un arma así de cerca. Sus ojos se tornaron cristalinos del susto y no pudo evitar no orinar su ropa interior.

-¡Madara, no dispares, ella es mi mejor amiga! -Ino se mantuvo detrás de su amante, aterrada que un tiro saliera directo a la cabeza de Sakura.

-¿Es la mujer que te acompañó al juego de póquer? -preguntó Madara, girando la cabeza hacia con Ino, sin remover la arma de la cabeza de Sakura.

-¡Sí es la misma, por favor baja tu arma antes que le de un infarto!

Madara bajo su arma y salió de inmediato del cuarto de baño. Ino lo siguió con la mirada enfadada antes de pasarse al interior del cuarto de baño para ayudar a Sakura ponerse de pie.

-¿Estás bien? -preguntó la rubia, tomándola de los costados de los brazos.

-Sí, nunca me habían apuntado con un arma... -Sakura miró al interior del baño cómo Madara revisaba la recámara de Ino.

-¡En vez de estar buscando evidencia si me acuesto con alguien más deberías enviar a uno de tus guardaespaldas por unos calmantes! -se expresó molesta.

Madara no contestó, salió de la recámara dejando a Ino sola con Sakura.

-Por eso te dije que no hicieras ruido. -Ino soltó a Sakura y encendió la regadera. -Toma una ducha mientras esperamos los calmantes.

Fruto De Nuestro Amor [Corrigiendo/ANTI ROMÁNTICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora