MI VIDA SIN TI... (segunda temporada de "El prometido de mi hermana")

13

—Festejare mi cumpleaños en una disco ¿iras?—Anne, me miro esperanzada—

— Por supuesto—dije aquello como si la pregunta nada más hubiera sonada a una ofensa—ahí estaré.

— ¡Oh! Gracias, te esperare entonces—me dio un abrazo y se despidió marchándose hacia la puerta—

— ¿Que fue eso?—pregunto Yesung mirándome con su rostro descompuesto, había estado presenciado mi charla con Anne—

— No sé de qué hablas...—tome mi abrigo y me encamine hacia la puerta de salida de la sala de ensayo—

— Esa alegría que mostraste, no es algo típico en ti—corrió alcanzándome caminando junto a mí— ¿en verdad iras?

— Claro que sí. Me encantan las discos y los lugares como esos... ¿a ti no? Deberías ir tú también, podríamos beber tequila y vodka... mmm...—suspire mordiendo mi labio inferior—creo que será muy divertido...—continúe caminando aun sintiendo el peso de su mirada sobre mí, su mano sujeto mi brazo impidiéndome avanzar—

— Hey ¿Qué es lo que pasa? Tú no eres así...—la sonrisa que me había prometido llevar desde ahora en adelante había desaparecido. No podía mentir, ni a mí misma ni a los demás— (TN) _____.

— Me ha dejado en claro que no quiere saber nada mas de mi—susurre, mi visión comenzó a verse borrosa—

— ¿Te lo ha dicho?—asentí sin atreverme a mirarlo—

Sus brazos me envolvieron de un momento a otro, el sentía mi tristeza, tal vez podía sentirse identificado con el dolor que ahora estaba dentro de mí. Quizás por eso nos llevábamos tan bien, los dos habíamos perdido a la persona que amábamos.

—Deberías tomarte algunos días—sugirió Yesung, bebí de mi vaso de agua y sacudí mi cabeza negando—

— Claro que no. El que alguien te rechace no es una enfermedad, puedo trabajar perfectamente.

— Hazme caso por esta vez, créeme necesitaras al menos unos días para poder organizarte contigo misma y mantenerte fuerte. Se de lo que te hablo. Cuando Sabrina me dejo, deje de venir a trabajar por casi un mes o quizás más. De no ser por la insistencia de mi hermano Ryeowook quizás aún seguiría ahí tirado en casa—lo mire tratando de analizar si quizás él tenía razón. Quedarme en casa pensando todo el día en lo que había ocurrido entre Siwon y yo no parecía un descanso que necesitaba más bien parecía un manera de autodestruirme.

— De verdad no lo necesito.

— Solo un día—insistió, mande a rodar mis ojos—acéptalo.

— Mañana es sábado. No lo necesito—dejo de insistir cuando comprendió que mañana de todas formas ya no había que asistir al trabajo—

Y ese día solo fue utilizado para dormir y no atender mi celular, por suerte sabía que Jiwon y Tania no llamarían porque hoy tenían cita doble con Leo y Zhoumi.

Pero al día siguiente debía continuar con mi vida diaria.

— ¿Qué tal tu fin de semana?

Ya estaba de salida cuando Yesung me alcanzó.

— Bien. Creo que me siento más animada.

— Bien por ti entonces. Ya que estas de buen humor yo invito la cena.

— ¿De verdad?

— Claro. Cenaremos en el mejor restaurante italiano. Mi amigo acaba de inaugurar uno ¿Qué dices?