MI VIDA SIN TI... (segunda temporada de "El prometido de mi hermana")

5

Yesung la miro por un par de segundos, hasta que ella avanzo hasta el hombre que estaba allí de pie y sujeto su mano. Los dos dieron la vuelta caminando hasta la puerta de la salida. Pero fue de imaginar que Yesung no se quedaría de brazos cruzados.

— Yesung...—intente detenerlo, pero este ya estaba tras ellos—

— ¿A que demonios viniste aquí? ¿Eh?—grito llamando la atención de todos alrededor y también, del hombre que caminaba junto a Sabrina— ¡eres un cabron!—lo tomo de su hombro obligándolo a darse la vuelta—

Una vez que este dio la vuelta Yesung lo empujo haciendo que se soltara de la mano de ella, Sabrina llevo su mano a su boca impresionada, su rostro lucia muy preocupado ¿acaso esto terminaría mal como para preocuparse como ella lo estaba haciendo?

— Te atreves a venir a mi teatro ¿para qué? Para restregarme en la cara que estas con ella ¡eres un miserable!—grito tomándolo del borde de su saco—

— No tengo que pedir tu permiso para venir hasta aquí. Hago lo que se me da la gana...—en aquel momento Yesung estampo su puño en la cara de su amigo, corrí hasta allí sin saber porque lo había hecho, creo que fue al ver la desesperación de Sabrina al correr hacia su novio—

— ¡Basta! déjalo en paz Yesung—grito ella ayudando a su novio a levantarse del piso—

Quise tomare a Yesung del brazo y alejarlo de aquel lugar, pero no supe como reaccionaria él. Estaba muy nervioso, sus manos y todo su cuerpo parecían temblar.

— Estoy harta de ti—dijo ella entre dientes, parecía dolida y en su mirada solo había molestia— ¿Cuándo vas a dejarnos en paz? Acepta de una vez la realidad—voltee a mirar a Yesung y sus ojos se veían caídos y su mandíbula rígida, era una clara señal de que esto le dolía demasiado—

— Tu solo me estas castigando—susurro—solo estas con él para castigarme...—Leeteuk limpio la sangre que caía por el costado de su boca y sujeto la mano de Sabrina— ¡Suéltala!—grito el intentando abalanzarse nuevamente contra Leeteuk—

— ¡Yesung no!—dije sujetando su brazo, él se detuvo y se mantuvo rígido mirando hacia el frente, viendo desaparecer a Sabrina junto a Leeteuk—

— Aquí tienes—dije poniendo sobre la mesa de la cafetería dos vasos de café, uno para Yesung y otro para mí—

— Gracias—musito mirando hacia otro lado bebiendo un poco—por cierto, lamento que no pudieras conocer a los músicos. No esperaba encontrarme con el ¡hijo de perra de Leeteuk!—exclamo entre dientes apretando su mandíbula y sujetando con fuerza su bazo de café—

— Ya habrá otra ocasión. Deja de hacer eso—le regañe sacudiendo su brazo, parpadeo como si apenas estuviera volviendo de un ataque de ira—

— Lo siento—volvió a tomar otro sorbo—pero sucede que tengo mucha bronca por dentro ¡solo tengo ganas de matar a Leeteuk...!—murmuro golpeando la mesa con su puño—

— ¡Deja de hacer eso!—golpee su brazo—

— Lo siento, lo siento... es que no lo puedo evitar—ladeo su cabeza como si no comprendiera todo lo que estaba sucediendo—

— Trata de no pensar en ello, solo te haces daño a ti mismo.

— Ella no lo ama, podría jurarlo.

— ¿Qué te hace pensar eso?—me miro y como si se sintiera avergonzado y huyo de mi mirada—

— ¿Sabes algo?—pregunto pensativo acariciando su barbilla—no siempre fue así...—estaba por preguntarle a que se refería pero entonces el respondió por si solo—tenia a Sabrina a mi lado, ella estaba dispuesta a todo por mi...—arrugue mis cejas prestándole más atención que antes, preguntándome si quizás toda la indiferencia de ella ahora, era por culpa de Yesung—pero jugué con su corazón y con sus sentimientos—apretó sus labios asintiendo, pero más bien parecía como si se lo estuviera recordando para el mismo—