Solo ella...

La fiesta

A decir verdad, Sebas y yo nos llevábamos muy bien. Estuvimos varios meses sin vernos, pero parecía que el tiempo no hubiera pasado. Tonteábamos como siempre y nos reíamos mucho. Fuimos a la fiesta y nos encontramos con unos amigos. La noche fue avanzando y Sebas se fue poniendo cariñoso. Estábamos bailando y me daba besos en las mejillas. En realidad, no me molestaba pues en cierto punto él aún me gustaba. Nos sentamos en una mesa y él me hablaba al oído, la música estaba muy fuerte. Entonces comenzó a acercarse hasta que nos besamos. Al separarnos sonreí y nos abrazamos. Levanté la mirada y me di cuenta que Poche me miraba incrédula. La verdad no entendía porque me miraba así si ella y yo no éramos nada. 

Me levanté para ir al baño y acercándome a la puerta choque con alguien. ¿Adivinaron? Era Poche. 

"Perdón, no te vi. Y ya entendí porque no me has hablado en toda la semana estabas ocupada con tu novio. Pero sabes que, me pudiste haber avisado eh." Me dijo de forma muy descortés y enfadada. 

"¿Perdón? Ni si quiera es mi... sabes que, no tengo porque darte explicaciones de nada Poche. Además, la que volvió con su novia fuiste tú." Ella no tenía derecho a reclamarme por nada. 

"Ya se dio cuenta que está perdiendo a su princesa... ¿Olvidaste eso? Y ahora resulta que ya tienes novio o galán o lo que sea" dijo en tono triste.  

Entonces me comenzó a hervir la sangre de coraje "Volviste con tu novia ¿Lo olvidaste? No sé porque me reclamas si no somos nada" En este punto de la discusión ya estábamos muy enojadas.  

"¿Entonces esto no significa nada para ti?" Me preguntó algo dolida

"¿Esto? No hay nada, nada ha pasado entre nosotras" Respondí muy alterada.  

Se acercó... mientras lo hacía mordía su labio inferior y tenía la vista fija en los mío, entonces lanzó sus brazos a mi cuello y me beso. Al sentir sus labios sobre los míos una descarga de adrenalina recorrió todo mi cuerpo. Nos fundimos en un beso tan inesperado, tan profundo y tan tierno, sentí que duró una eternidad. Soltó mi cuello y en sus ojos pude ver que me había dicho todo lo que sentía por mí.