Solo ella...

Bonita

Desperté con el sonido de mi alarma, la cabeza y los ojos hinchados me estaban matando. Recordé que hoy estaría sola porque mis padres tenían un desayuno de trabajo, entonces decidí apagarla y volví a dormir. De pronto mi celular no dejaba de vibrar, tenía varias llamadas perdidas de Poche, pero no contesté ninguna. Entonces escuche un sonido en mi ventana, que estaba en el segundo piso. Me acerqué y entre las cortinas me asomé discretamente.

Vi a Poché parada debajo de mi ventana lanzando piedritas para hacer ruido. Abrí la ventana "¿Qué haces aquí?" le dije con voz aun adormilada. "Faltaste a clase y me preocupe, entonces decidí venir a desayunar contigo... Si es que quieres bonita."

Al escucharla decirme bonita no pude evitar dibujar una sonrisa en mi rostro.

"Supongo que esa sonrisa es un sí" Me dijo y devolvió la sonrisa

Bajé las escaleras y abrí la puerta. Entonces la vi ahí de pie, tan hermosa y tan perfecta como siempre. Al verme corrió y me abrazó. No dijo ninguna palabra y su respiración me decía que estaba llorando. Me soltó el cuello y me tomó el rostro mirándome a los ojos...

"Perdóname ¿si? Fui una tonta celosa" Me observó fijamente "Tienes los ojos hinchados... ¿Te hice llorar verdad?" Entonces las lágrimas brotaron de sus ojos casi sin control, se tapó la cara con las manos y empezó a sollozar. La abrace muy fuerte "No es tu culpa Poche, simplemente se me juntaron algunas cosas. No pasa nada..." empezaba a sentir mi playera mojada por sus lágrimas. "No pasa nada... no vas a la escuela, tienes los ojos hinchados de llorar y dices que ¿no pasa nada? Podrás engañar a todo el mundo, pero a mí ya no." Me dijo muy seria apartándose de mí. Entonces sin pensarlo la tomé del cuello y la besé, era un beso suyo lo que necesitaba para reparar mi alma. "Ven vamos a desayunar y platicamos" La tomé de la mano y fuimos hacia la cocina.

Preparamos hot cakes y platicamos. Le conté un poco de todo lo que había estado en mi mente la noche anterior y porque estuve llorando. Se acercó a mi, tomó mi rostro y con la mirada fija en mis ojos dijo "No quiero que pienses que no te quiero o que estoy jugando contigo. Calle escucháme bien, estoy enamorada de ti y eso nadie puede cambiarlo jamás amor. Te quiero con toda mi alma" y me dio un beso lleno de ternura. Sus labios tenían el mejor sabor que había probado en mi vida.

Terminamos el desayuno y fuimos a la sala para ver una película. Estaba prendiendo la tele cuando escuche que Poche me dijo "Amor, ¿te había dicho que me encantan tus pompas" Giré y me sonrojé. Caminé hacia a ella y me tiró en el sillón. Nos besamos mientras sus manos recorrían mi cuerpo. Hasta que nos acurrucamos. Me encantaba sentirla tan cerca de mi, no quería soltarla jamás.