Razón #15 - La Pequeña Caja de Pandora

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Cerró con cinta adhesiva la tapa de la quinta caja empaquetada, escribiendo con uno de los marcadores la palabra "Libros" en el costado lateral. Contuvo el bostezo que indicaba el agotamiento que ya se acumulaba tras extenuantes horas de trabajo, comprobando en su mesa de noche que los vistosos números de su reloj ya sobrepasaban las seis de la mañana. Maldijo con notoria irritación, llevando sin humor el cargamento a donde se mantenían todas las demás pertenencias que serían transportadas en el momento en el que el camión de mudanza estacionara en la acera.

—Vamos Jason, sólo un poco más —se animó mientras golpeaba levemente sus mejillas para tener un poco de energía y lograr concluir los preparativos antes de que Matt arribara a su habitación con un repertorio completo de quejas por su tardanza—. Demonios, aún ocupo hacer mi equipaje —bufó a la vez que caminaba aprisa por la entrada del diminuto armario en busca de una maleta disponible.

Bastó de un simple movimiento para que un pesado objeto se dejara caer desde las altas repisas junto con una gruesa capa de polvo almacenado. Estaba por tomar la manija para colocar la ropa que ya había doblado y seleccionado, sin embargo, fue en ese preciso instante en el que pudo observar el segundo paquete que se situaba debajo del de mayor tamaño.

—Pero si esto es... —no pudo continuar, sus cobrizos ojos se fueron directo a la colorida caja que también había caído en compañía de su bolso de viaje.

De pronto sus alrededores se desvanecieron centrando su entera atención en el artefacto que contemplaba con lastimera añoranza. Su instinto natural se encendió en alerta pareciéndole ilógico el incontrolable impulso que erizaba los vellos de su cuerpo avisándole el riesgo que corría al tenerle próximo. Sonrió inquieto al evocar el título que su hermano le dio al contenido que aún se hallaba protegido, inquietándose ante la idea de que, en efecto, él no sería capaz de enfrentarse en contra de lo que liberaría si daba la oportunidad, siendo sus manos sudorosas un fiel indicativo del sorprendente nerviosismo que comenzaba a centrarse en la boca de su estómago.

"La pequeña caja de Pandora".

Era el oscuro apelativo que Matt le había otorgado, teniendo muy presente la angustiante advertencia que le había dado aquel día que se atrevió a encerrar en ese peligroso contenedor la razón del porqué por años, su corazón se vio forzado a latir a un ritmo que no lo hacía sentir feliz.

—"Nunca abras una puerta que no estas convencido de poder volver a cerrar, Jason" —recordó con una divertida mueca de escepticismo.

Eso ya había sido hace bastante tiempo.

Suspiró con desazón demostrando el dolor que emitía tan solo por tenerle cerca. Tomó asiento al borde de la cama ante el turbulento acumulo de emociones que sacudió el suelo bajo sus pies. Él tenía pleno conocimiento de su contenido, pudiendo enumerar con facilidad cada una de las posesiones incluso sin necesidad de abrirla, no obstante, fue más fuerte su deseo de verle lo que le animó a proceder. ¿Qué tan terrible sería echar un solo vistazo? Quería hacerlo, el anhelo palpitaba en lo profundo de sus venas haciéndolas estremecer. Jaló desesperado aire a sus pulmones entumecidos cómo si el que le rodeaba no fuese suficiente preparándose para lo que ahí le esperaba.

Unos bonitos y redondeados ojitos bordados salieron a su bienvenida haciéndole reír acongojado, casi culpable. Hali le miraba expectante retándole en silencio a continuar, y así lo hizo. Se abrazó al afelpado peluche de manzana roja buscando de alguna extraña forma consolar a quien por demasiados años había dejado en el olvido por su propio bienestar emocional.

—Lo siento, Hali —pidió disculpas reteniendo al redondeado cuerpecito aferrado hacía su pecho, consciente que no era precisamente al peluche a quien le solicitaba su perdón.

47 Razones para Amarte (Libro 1 Saga Razones) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora