Mi verdadero amor. Monilo❤ (Terminada).

Capítulo 33. Fantasía cumplida.

Diana: Y el corazón de Camilo me pertenece a mí. Soy su esposa... Llevamos 25 años de casados, nuestro matrimonio no se puede echar a perder, por una obsesión de Camilo hacía Mónica y voy a luchar con uñas y dientes por mi marido...

(...)

Media Link:

Camilo estaba en su oficina, sentado frente a su escritorio, estaba perdido en sus pensamientos, midiéndose el labio inferior, recordando las noches de amor y pasión que había vivido recientemente con Mónica, pensaba en el olor y suavidad de su piel, en la textura y suavidad de sus labios, en sus besos, sus caricias, su voz, su rostro angelical, sus hermosas y tan perfectas curvas y en cada milímetro de su piel, el cual había recorrido hasta lo más profundo. Tenía tantas ganas de repetirlo, Ni Diana, ni Almudena, ninguna mujer le había hecho el amor, de la manera en la que se lo hizo Mónica, le gusto mucho, jamás había sentido el placer desenfrenado y la conexión que sintió, al hacer el amor con ella, definitivamente con Mónica había tocado el cielo.

El ruido de unos tacones, saco de sus pensamientos a Camilo, al alzar la vista, estaba ella, aquella mujer que le robaba el sueño, aquella mujer que tanto deseaba, Mónica estaba frente a él.

Camilo: -Moni... ¡Mi amor! Te llame con el pensamiento, justo estaba pensando en ti, no sabes cuanto te extraño, te necesito- Se levanto de su silla y cerro con llave la puerta de su oficina, así como las rejillas de la ventana, las cerro de tal modo que no se viera nada por fuera, Mónica se sobresalto, y miro a Camilo, ella alzo las cejas y agrando los ojos, ante lo rara que se encontraba la situación.

Mónica: ¿Qué pretendes, Camilo Sarmiento?

Camilo se acercó lentamente y con la mirada fija y los ojos como borrego a medio morir veía a Mónica, ya que quedó frente a ella, le acarició su liso cabello y lo acomodó de lado para poder oler el perfume que llevaba su cuello, se acercó y comenzó a oler su perfume, el quedaba inoptizado con su fragancia de mujer y con sus manos rodeo la cintura de Mónica, después comenzó a besarle el cuello y hacerle ligeros mordiscos, y lo succionó de tal manera que en cuestión de minutos le formo un chupetón, Mónica quería evitar caer de nuevo en la tentación, pero le fue imposible, el amor hacía Camilo y el placer que sentía en ese momento, era más fuerte. Ella también tenía ganas de volver a hacer el amor con Camilo, y de cumplir su mayor fantasía sexual con el, la que tantas veces imagino y soñó, hacer el amor con su jefe Camilo Sarmiento en el escritorio de su oficina, eso le provocaba aún más placer y hacía más erótico el encuentro.

Camilo cargo a Mónica y con sus manos sobre el trasero de ella, la sostenía y ella rodeaba con sus piernas la cintura de el y agarro con sus manos el cuello de el, continuaban besándose con intensidad y pasión, los dos con los ojos cerrados, Camilo sobaba el trasero de Mónica y eso le causaba placer a ella, Camilo la llevo hasta el escritorio y la sentó ahí, el comenzó a aventar todo lo que había encima del escritorio, los papeles, plumas, lapices, y todo lo que les estorbaba en ese momento quedó en el suelo, luego de eso, el fue subiendo el vestido corto que llevaba ella, para poder acariciar sus hermosas piernas, mientras ella le deshacía el nudo de su corbata, luego de eso, lo despojo de su camisa, al fin quedó con el torso desnudo, ella acarició los pechos de él, para después bajar a su abdomen, acariciarlo y apretarlo, luego ella se acostó en el escritorio, el se monto sobre ella,  el la despojó de su vestido y así ella solo quedó en sostén y bragas, Camilo estaba sumamente excitado y así poco a poco fueron cayendo las prendas al suelo, así como la ropa interior de los dos, hasta quedar totalmente desnudos, el miembro de el ya se encontraba listo para ser introducido en la feminidad de ella, y  de una manera cuidadosa, la embistió, y así el placer se apodero de ellos, por completo. Mónica acariciaba el abultado trasero de Camilo, mientras el besaba y succionaba los senos de Mónica, así por varios minutos, mientras se desasían de placer y sentían cuentos de orgasmos los dos, ella aruño la inmensa espalda de Camilo, así como sus marcados pectorales y brazos. El acariciaba las piernas de ella, así como sus grandes y hermosos senos y el enorme trasero de Mónica que tanto le encantaba, los dos se comían los labios a besos, cada uno disfrutaba por completo el cuerpo del otro entre caricias, besos y los movimientos de las embestidas lentas y rápidas, y así hasta que llegaban al clímax, lo volvieron a repetir 2 veces más.

Recepción de Media link:

Armando se acerco a Daniela.

Daniela: ¿Necesitas algo?

Armando: -Yo... solo te quería decir que, para la hora de comida, yo te puedo recomendar  varios restaurantes muy cercanos, en donde se come delicioso o de igual manera, cuando tengas demasiado trabajo, abajo venden dulces y comida instantánea y si quieres, yo te puedo hacer favor de ir a comprartela, para que no salgas de Media Link- Sonrió.

Daniela: -Que lindo eres, muchísimas gracias por todo el apoyo que me estas dando- Respondió sonrojada y con una sonrisa.

Nora los observaba a lo lejos y Luis le susurro al oído.

Luis: Hola bomboncito azucarado.

Nora: -¡AY!- Pegó un gran grito.

Luis: Uy, te asuste. Así tendrás la consciencia, jajaja.

Nora: -¿Yo?- Negó con la cabeza.
-Lo que pasa, es que estaba viendo al copetes y a la nueva-

Luis volteó a ver a Armando y Daniela.

Nora: ¿Viste?

Luis: Pues si, este arroz ya se coció.

(...)