Sorpresa de última hora.

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Con los brazos cruzados, Andrew observó como Lita una vez más abrazaba a su hermana Mina.
Físicamente no se parecían. Lita era alta y castaña, Mina era pequeña y con el pelo rubio, casi dorado. En la personalidad sin embargo eran muy similares. Las dos eran mujeres fuertes.
La puerta se abrió y el compañero de Mina, Andrew se había acostumbrado a esa palabra, Seiya Kou entró y lo señaló con la cabeza.
Moviéndose Andrew devolvió el gesto.  Lita y él habían llegado ayer, después de pasar dos días en la cabaña. Su encuentro inicial con Mina y Seiya había sido tranquilo. La nueva sensibilidad en los sentidos de Andrew no solo le permitía identificar a otros hombres lobo, sino también clasificar inmediatamente a cada individuo con respecto a los de su alrededor. Era un estudiante aplicado.
Las diferencias entre Alfas, Betas y otros en las jerarquías de la Manada eran claras para él.
Seiya Kou era un Alfa.
Aun así, Andrew estaba seguro de que podría vencerlo en una pelea.
Un golpe en la puerta interrumpió la conversación de las hermanas. Esta se abrió, y una mujer pequeña entró seguida de un hombre alto, musculoso. Andrew inmediatamente se puso tenso.
Era Mamoru Hurley, el hombre al que había perseguido durante los dos últimos años. Solo que no era Mamoru o Jack Hurley. Era Taiki Chiba, el hermano de Lita.
La mirada del gran hombre se cruzó con la suya. Todo el mundo estaba callado, mientras atravesaba con pasos largos el cuarto, se paraba ante Andrew y estiraba la mano.
—Taiki Chiba. Bienvenido a la familia.
Andrew miró la mano y luego a Lita. Tenía una leve sonrisa en el borde de la boca. Andrew suspiró. Había dejado este caso en particular hacia casi dos semanas. Además, no podría causar ningún daño al hermano de Lita. Ella lo haría pedazos.
Tomando la mano tendida, Ansrew respondió.
—Andrew Furuhata. Me alegro de conocerte… por fin.
El otro hombre sonrió.
—Demasiado pronto para mí. Esta es Ami, ella Mina y Lita se conocen desde pequeñas.
Andres sacudió la cabeza pero no tuvo oportunidad de decir nada. La puerta se abrió empujada por uno de los Betas de Seiya que asomó la cabeza diciendo:
—Viene un coche.
—Papá finalmente ha venido —dijo Mina cogiendo a ambas de la mano.
Taiki las siguió fuera.
Seiya miró a Andrew, por primera vez Andrew sintió su incertidumbre.
—¿Deberíamos?
—Esto tenía que suceder tarde o temprano —Andrew respondió siguiendo a los demás hasta la entrada. Seiya se puso a su lado.
Un gran SUV se paró a poca distancia. La puerta del conductor se abrió saliendo Yaten el hermano de Lita.
Al lado de Andrew, Seiya murmuró:
—Cretino.
Sonriendo, Andrew cambió de posición. A cada momento que pasaba estaba empezando a gustarle más este Alfa en particular.
La puerta del pasajero se abrió y otro hombre que tenía que ser el padre de Lita salió.
Artemis Chiba.
Andrew se puso rígido. A su lado, Seiya respiró hondo. El poder que rodeaba al padre de Lita llegaba hasta donde estaba parado en el porche. Andrew supo que era un hombre al que no querría joder.
—¿Crees que puedes hacerle frente? —susurró Seiya.
—Ni siquiera con tu ayuda —respondió Andrew en voz igualmente baja.
Cruzando los brazos sobre el pecho, Andrew como primero Mina, luego Lita y finalmente Ami recibían estrechos abrazos. Sonriendo ampliamente, el padre de Taiki le palmeó el hombro abrazándolo también.
—Darien y Serena vendrán esta noche —dijo Mina en voz lo suficientemente alta para que todo el mundo la escuchara —Vamos papá, deja que Luna y las pequeñas salgan. No hay nada aquí que las lastime.
Yaten mostró una sonrisa maliciosa primero a Andrew y luego a Seiya, antes de abrir la puerta trasera del SUV.
—Imbécil —murmuró Andrew.
Seiya lanzó una sonrisa satisfecha en su dirección.
—Andrew, Seiya, mi padre Artemis Chiba— dijo Mina —Papá, el de la derecha es Seiya, a la izquierda está Andrew, el compañero de Lita.
Los tres hombres se midieron entre ellos. El padre de Lita miró fijamente primero a uno, después al otro.
La tensión aumentó.
Seiya levantó la barbilla.
Andrew movió los pies lanzando una mirada a Lita. Había sido entrenado para manejar cualquier situación, pero encontrarse con el padre hombre lobo de su nueva compañera, no estaba en el manual de entrenamiento.
Antes de que alguien pudiera decir nada, la palabra “desafío” resonó por el lugar donde estaba la cabaña.
Media docena de hombres lobo aparecieron por la vegetación circundante en forma tanto humana como lobo, y fueron directos a la cabaña.
Artemis se giró, cuando Andrew siguió a Seiya hasta la barandilla.
Un gran lobo gris corría en dirección a la cabaña.
—¡Joder! —gruñó Seiya.
Andrew miró primero a Seiya y luego al padre de su compañera. Ambos estaban centrados en el lobo que se acercaba. Observó de reojo a Mina. Parecía preocupada. Miró a Lita. Ella parecía aprensiva. La aprensión en su rostro fue sustituida por una expresión de asombro. Luego rápidamente el asombro se transformó en rabia.
Ella jadeó. Maldijo.
Después volvió a maldecir ruidosamente. Espetando:
—Maldito sea ese dolor en el culo —rugió ruidosamente al tiempo que andaba con pasos largos atravesando el claro para enfrentarse al lobo extraño —¡De todos los cabezotas, idiotas eimbéciles tenias que ser tú! Maldición Zoisite. ¿Cómo me has encontrado? Te lo he dicho una y mil veces, no seré tu compañera. No quiero ser tu compañera. Ya he encontrado a mi compañero, y no eres tú. ¡Ahora vete y déjame en paz!
En lugar de responder, el gran lobo bajó la cabeza y cerró los ojos. Una niebla gris apareció.
Lentamente, muy lentamente, el lobo desapareció. Todavía más lentamente, un hombre apareció en su lugar, un hombre que cayó al suelo en cuanto la transformación fue completa.
Al lado de Seiya, Andrew dijo:
—¡Hijo de puta!
Apartando a Taiki de su camino, saltó la barandilla yendo hacia su compañera.
Seiya intercambió una mirada con Mina.
Ella se encogió de hombros y meneó la cabeza. Obviamente no tenía ni idea de quién era.
Yaten, echó la cabeza hacia atrás y rió.
—Maldito idiota —pensó Seiya —Un día que Mina no esté cerca le voy a arrancar la piel a tiras.
—Lita, ven aquí —gruñó Andrew poniéndose tras ella.
El hombre tumbado en el suelo luchó por levantarse dando pasos inestables en dirección a Andrew.
—Apártate de mi compañera, o te mataré.
Mucho más rápidamente de lo que Andreq pensó que era posible, Lita le dio un golpe en las partes sensibles al extraño. Cuando él se dobló cayendo a tierra, ella le gruñó:
—Tócale, Zoisite y te arranco la garganta. Es mi compañero.
Cogiendo del brazo a Lita, Andrew la apartó del extraño tomando su lugar. Nuevos instintos surgían en su cerebro, instintos que le decían que protegiese a su compañera de este extraño macho… que lo matara, si era necesario.
—Ella… es…mía. Márchate mientras estás vivo —aún sujetándola de brazo,  Andrew se giró en dirección a la cabaña. Su mirada se encontró con la del padre de Lita. Muy levemente, Artemis movió la cabeza con aprobación.
Cuando Seiya pasó ante ellos, Andrew se giró para ver lo que pasaba. Ahora que Lita estaba  alejada del extraño, tenía curiosidad por ver que pasaría.
—¿Qué quieres? —gruñó el Alfa.
Caído en el suelo, el extraño se levantó hasta quedar sentado a los pies del Alfa. De vez en cuando un temblor agitaba su cuerpo. Él miró fijamente a Lita.
—La primera vez que la oí aullar, la música, el placer, el deseo… —se estremeció y parpadeó recordando— Soy Zoisite —miró a Lita y luego a Andrew. Finalmente volvió la atención a Seiya —Pensé que venía a por mi compañera. Cuando ella no se unió a mí en la Selva, supe que tenía que renunciar a mi vida de libertad y tomar esta forma de nuevo aunque había renunciado a ella hace mucho tiempo— miró de nuevo a Lita.
Andrew gruñó audiblemente.
Con los hombros hundidos, el extraño miró al Alfa.
—Ella me dijo muchas veces que no iba a ser mi compañera. Pero mi orgullo rehusó creerla —él bajó la cabeza —Alfa, pido asilo hasta que recupere mis fuerzas y pueda transformarme de nuevo. Luego regresaré a la Selva.
Andrew vio como el Alfa miró al hombre llamado Zoisite. Luego, lentamente asintió con la cabeza.
—Refugió concedido hasta que puedas transformarte sin peligro.
La elegante mujer que salió del SUV y ahora estaba al lado de Artemis Chiba se irguió y le susurró algo en el oído. Levantando una ceja, caminó hacia Seiya.
—¿Zoisite? —Preguntó —¿Príncipe Zoisite Vasilievich Meshchersky, hijo del príncipe Dark Vasilievich Meshchersky y de la princesa Kenna Meshcherskayou, que desapareció en el territorio de Alaska?
El extraño miró hacia arriba.
—Nieto. ¿Cómo lo ha sabido?
—Mi esposa se ha pasado un tiempo investigando familias Weres con las que la Jerarquía perdió contacto.
Manteniendo la vista en el hombre que vino en busca de Lita, Andrew tomó nota mental de que el padre de ella se refería a su compañera como su esposa. Aunque, de acuerdo con lo que Lita le había dicho, su esposa no era una verdadera Were.
Artemis se acercó ofreciendo la mano al hombre llamado Zoisite.
—Su familia dejó una considerable fortuna al cuidado de la Jerarquía.¿Está seguro que quiere regresar a la Selva? Como humano, puede ser muy rico.
El hombre aceptó la mano ofrecida.
—¿Cómo se llama?
—Artemis Chiba, soy el padre de Lita —respondió.
Mientras se levantaba lentamente, el otro hombre movió la cabeza.
—Los lobos hablan de usted, el Alfa que dejó la Selva con sus cachorros, después de que su compañera se unió a los otros en los caminos de luna.
El padre de Lita asintió, apretando su mano —Me emparejé de nuevo —carraspeó —¿Cuánto tiempo hace desde la última vez que se transformó? Pensé que no podría mantener la forma humana.
Otro temblor sacudió a Zoisite.
—Desde que era un cachorro.
—¡Idiota! —una nueva voz femenina resonó.
Andrew levantó la cabeza cuando la brisa trajo dos nuevos olores hasta su nariz. El primero era de una hembra mayor que atravesaba el claro hasta ellos, gritando órdenes a diestro y siniestro.
—¡No te quedes ahí parado! ¡Necesita ayuda! Mina, trae agua. Seiya, envía a tus guardias y Betas. Este Were no está en condiciones de hacer daño a nadie —se detuvo frente al padre de Lita —Y usted, Artemis Chiba, me imaginaba que usted entre todas las personas tendría más sentido común y no mantendría a un Were que no se ha transformado desde que era un cachorro, desnudo a sus pies todo el tiempo.
—Se acaba de transformar hace unos minutos —estalló Seiya.
—¡Necesita ayuda! ¡Ya! —Ella hizo un gesto al hombre a su lado —George, llévalo a mi casa.
Zoisite protestó pero sus objeciones fueron ignoradas. El hombre grande levantó al extraño en sus brazos y regresó por el camino por donde vino con la mujer dando más órdenes a su lado.
Todo lobo excepto los miembros más cercanos a la familia de Lita salió para obedecer las órdenes.
Pero Andrew la escuchó con solo una parte de su cerebro. La mayor parte de su atención estaba enfocada en el enorme hombre a su lado, un hombre que no era un hombre, pero tampoco un hombre lobo. El choque recorrió su cuerpo. El olor a oso le rodeó ¿Un hombre oso? Miró a Lita.
Ella sonrió.
—Te dije que los lobos no éramos los únicos Were. ¿No me creíste, verdad?
—¿Cada día se aprende algo nuevo, no es así? —dijo el hermano de Lita, Yaten, soltando a un bebé en los brazos de Andrew.
Andrew se quedó inmóvil cuando un par de ojos azules como el cielo sobre una cabecita pequeñita lo observó. Los labios de la criatura estaban separados en una sonrisa que mostraba cuatro dientes, y ella le agarró de la nariz.
—Esta es una de mis niñas—dijo Yaten —la de pelo oscuro es la menor.
Andrew le echó una mirada rápida a Lita. Ella tenía en brazos a la otra niña y estaba arrullándola.
—Son nuestras hermanas —dijo Yatrn en tono sincero —Y esta es Luna, la compañera de papa… eh, esposa —continuó, tras recibir un codazo en las costillas.
—Venga, dámelas a mí. A Yaten le gusta intimidar a otros hombres soltando a las niñas ensus brazos— le dio a su hermano una sonrisa divertida —Siempre piensa que tiene el control. Un día más tarde o más temprano, va a encontrar a la mujer adecuada y todo su famoso control será destruido. Lloriqueará como un cachorro asustado por una tempestad.
Con el bebé fuera de sus brazos, Andrew se relajó. Sonriendo se concentró primero en Luna.
—Me alegro de conocerte —y luego dijo volviéndose hacia Yaten —Espero ansiosamente el día que encuentres a tu compañera. Yo espero que sea una auténtica perra.
Mucho más tarde, Andrew estaba tumbado en la cama observando a Lita quitarse la ropa. La familia de ella no era tan mala. El hermano gemelo de Yaten, Darien, había venido con su compañera Serena y su hija que también era muy pequeña antes de la cena, era alguien a quien Andrew podría llegar a gustarle. Si al menos Yaten no estuviese cerca. Más de una vez Lita o Mina le habían dado una bofetada por algún comentario que hizo. Era la oveja negra. Eso es lo que era en la familia. El gamberro.
Andrew esperaba que encontrase a una compañera que le hiciese la vida miserable, y que viviera al otro lado del mundo. En un lugar solitario y lleno de pulgas.
Lita lo sacó de sus pensamientos.
—¿Quieres correr por el bosque? —completamente desnuda se puso de puntillas estirando los brazos por encima de la cabeza. Los pechos subieron y bajaron, cuando los bajó. El olor de la excitación fluyó por el aire.
Ya desnudo. Andrew saltó, cogiendo a Lita en brazos, la lanzó sobre la cama y se puso sobre ella cubriéndola conbsu cuerpo, aprisionándola contra él.
—No, no quiero correr por el bosque, la hierba, las montañas, la playa o cualquier otro lugar de ahí fuera. Quiero quedarme aquí mismo… en esta cama. Hemos tenido sexo contra la pared, conmigo atado con una correa en la cama de un hospital, en un jardín de Nueva Orleans, en el bosque tras tu cabaña… cuatro veces. Ahora mismo, quiero hacer el amor en una cama como las personas normales. Ahora puedo ser parte hombre lobo, pero he sido humano durante más tiempo. Me gustan las camas.
Lita miró su rostro y sonrió.
—A mí también me gustan las camas —levantando la cabeza, le besó.
Suspirando Andrew abrió la boca para chupar su lengua. Apartando sus caderas, deslizó el pene ya dolorido en ella. Gimió, cuando los músculos internos se cerraron sobre él succionándolo más profundo.
El gimió de nuevo.
En los brazos de Lita es donde pertenecía. Abandonar su empleo aquel día había sido la mejor cosa que había hecho.

CALOR SALVAJE (+18) - (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora