Pensando en tí

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No puedo creer que estuvimos a punto de besarnos, sino fuera por el bendito celular que interrumpió el momento, eso fue un gran favor.

No sé si hice mal dejarlo en visto o no, pero la verdad, me siento un poco incómoda con respecto a eso, me gusta, eso creo, pero debo de ser paciente para no empeorar la situación de amistad y más cuando estuvimos a punto de besarnos, he pensado en eso por unos segundos y creo que a la vez fue lo correcto no haberlo besado y agradezco al mensaje de Ingrid que haya interrumpido en ese momento, porque si no sé cómo hubiera reaccionado si pasara.

No quiero arruinar nuestra amistad por una cosa que estuve a punto de hacer, porque él me ve como una amiga y así deberíamos permanecer.

(N.A: eso no es cierto, ni tú te la crees)

No me puedo volver a enamorar otra vez, no, así como cometí el error de amar a un chico y rompió mi expectativa de enamorarme, ese fue un gran error que cometí y no quiero pasar de nuevo por eso.

Flashback

Estaba de camino a casa de Gael, dentro de dos días cumplíamos un año, estaba feliz por eso, llegué al departamento de Gael, introduje la llave en la puerta y la abrí, entre y camine por el pasadizo hasta llegar a la sala, cuando llegue ahí vi al maldito de Gael besándose con una chica en el sofá, sentí que todo el mundo se me detenía por completo y mi corazón amenazaba con salirse y romperse por eso.

Tranquila Flavia, respira, creo que te ves mal.

No, ese es el idiota de tu novio besándose con esa chica, así decía amarte.

— Así es como me has estado engañado todo este tiempo, ¿no? — alzó la voz y ellos se separan sobresaltados

— Flavia todo tiene una explicación. — Dice él parándose y tratando de calmarme.

— No, todo lo que he visto ya me dejó en claro todo— digo aguantando las lágrimas — tú y yo terminamos, no quiero saber nada más de ti. — mis lágrimas comienzan a caer y se nubla mi vista — Espero que lo puedas querer como yo le quise algún día — le digo a la chica y me voy del departamento, nunca más supe de él.

Fin del Flashback.

Desde entonces decidí nunca más enamorarme y a no expresar mis emociones, porque lo que me hizo me dejó sin nada, desde aquella vez que salí por esa puerta, sentí que no valía nada, por culpa de ese infeliz pasé siete meses en depresión en donde no hacía nada más que repetir esa escena una y otra vez en mi mente, estaba llena de rabia y dolor, porque si algo se, es que perdí todas las ganas de tener una relación con alguien y me cerré absolutamente a todo, me encerré al sentimiento de ser amaba por alguien, ya lo había visto y dos veces, una era yo y otra era la relación de mis padres, escuchar la razón de tu padre de que se iba porque amaba a otra mujer, fue chocante, yo era una adolescente de 13 años y escuche sus gritos abajo mientras yo estaba en las escaleras escuchando todo, jamás podre olvidar eso, el dolor que mamá sintió al descubrir que mi padre la había engañado.

Encierro (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora