Cafetería

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Hoy era el día me iba a reunir con Elise, la iba a ver nuevamente, no sé de que hablaremos, no sé cómo acepte, ese día no hablamos mucho por lo de mi papá, nuestro ambiente estuvo tenso. En 5 minutos tenía que estar en la cafetería, iba con un vestido floral y unos tacos no tan altos, eran medianos.

Porque si de algo estaba segura es que Flavia nunca rompe su palabra. Por más que no me agrade.

Salí de mi casa, y decidí ir caminando porque quería tomar aire y pensar en lo que iba a decir, estaba rara, tenía emociones que estaba reprimiendo desde ese día, quería gritar y no podía, llegué a la cafetería y entre, al parecer llegué primera, el local no tenía muchas personas, elegí una mesa lejos de la gente y me senté en unos de esos sillones azules de cuero a esperar. Al rato llega Elise, sus ojos verdes era lo que más resaltaba de ella, se sienta al frente a mí, nuestro ambiente está poniéndose tenso, ella al igual que yo nos estábamos analizando y pensando que decir, rompo el silencio hablando.

— De que quieres hablar — digo yendo al grano.

— Lo siento.

— No sabes cuanto sufrí — digo aguantando la rabia — y eso no es todo, te metiste con mi exnovio.

— Flavia te juro que no sabía que Gael estaba contigo — aclara tensando los hombros.

— No lo sientes, íbamos a cumplir un año — digo apretando los ojos para retener mis lágrimas.

— No lo sabía, te juro, yo me enteré cuando papá me vio llegar ese día a mi casa, él me explicó todo y ahí fue cuando supe que tenía una media hermana.

Elise

Flashback.

Desde que conocí a Gael me enamoré, tal vez fue amor a primera vista, yo no creo mucho en eso, mi papá estaba actuando raro, no sé qué tiene desde que me vio con él, estoy en el departamento de Gael como prometí.

— Elise, que tienes ¿todo bien? — dice él sacándome de mis pensamientos

— sí, no pasa nada — le doy un beso y él me devuelve el beso, recuesto mi espalda en el sillón, él está arriba de mi mientras seguía besándome. Hasta que alguien nos interrumpe ..

— Así es como me has engañado todo este tiempo — dice la chica y los dos nos separamos sobresaltados

— Flavia, todo tiene una explicación — dice Gael parándose del sillón y moviéndose en su dirección, yo solo veo aquella escena, no sabía que tenía novia, ella era castaña de ojos negros, se decían muchas cosas, solo llegue a escuchar cuando me hablo

— Espero que lo puedas querer como yo algún día lo quise — dice con los ojos llorosos y se va, Gael la sigue, pero se detiene cuando ella le grita.

— por qué no me dijiste que tenías novia — digo aún en un estado de shock

— Elise yo ...— le interrumpo

— Esto no hubiera pasado si me lo hubieras dicho desde un principio, pero no, me mentiste— dije dolida y le tiró una cachetada — Te odio, Gael, no vuelvas a buscarme nunca en tu vida — salgo y tomo mi auto, manejo hasta casa con las manos temblorosas a una velocidad lenta, me engaño y no me dijo nada y no solo eso, sino que soy la otra, siento como mi corazón lo hubieran apuñalado y han jugado con sus restos, llego a casa y estaciono el auto, secó mis lágrimas y entró a casa, papá estaba sentado en su silla viendo el jardín y caer el atardecer.

— Elise, tenemos que hablar — dice mi papá

— ¿De qué? ¿Es importante? — preguntó y él asiente, veo como duda si hablar o no, pero lo dice.

— Tienes que dejar a tu novio

— Papá ...— me interrumpe, no quería tocar ese tema ahora.

— No puedes estar con él, porque él es ...—se calla y vuelve a hablar — el novio de tu hermana — yo me quedo en shock, tengo una ¿media hermana?

— ¿Mi media hermana?, papá, le engañaste a mi mamá — digo, por eso papá andaba raro y era por esto, porque mamá solo me tuvo a mí.

— No, tu mamá ya lo sabía —dice, al menos mamá murió sabiendo

— ¿Cómo se llama? —pregunto para saber si son ciertas mis dudas.

— Flavia — siento que todo se viene contra mí, no lo puedo creer, ella es mi media hermana y yo le engañé con su novio, no puede ser, que hice, que acaba de pasar.

¡¿Qué diablos acaba de suceder?!

Voy a mi cuarto y cierro la puerta, le puse seguro y me quede llorando en mi cama, que hice, ni siquiera tuve tiempo de conocerla, papá tocaba la puerta llamándome, sin embargo, yo no le hacía caso y me quede encerrada toda la noche.

Fin del Flashback.

Flavia

— ¡NO TE CREO NADA, ELISE! — dije parándome — ¡NO SABES COMO TE ODIO! — salgo de la cafetería y llamó a Ingrid para que vaya a mi casa, llego a casa y subo a mi habitación, luego llega, ella tenía la llave de mi casa, toca la puerta de mi habitación y entra, se sienta en mi cama y la abrazó, lloró en sus brazos, ella me consuela y yo seguía llorando, así me quedé toda la tarde.

Siento que algo se abre dentro de mí en este tiempo, ha costado tiempo cerrarse la herida y de la nada esta se vuelve abrir por completo, mostrando que aún me afecta esto y cosas que aún no han sanado del todo.

Encierro (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora