Fiesta y alcohol

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1 año y 7 meses después....

Terminó el ciclo y todos están muy alegres. Vanessa hizo una fiesta hoy invito a todos para festejar que terminamos el último ciclo.

Ingrid y yo estábamos en mi casa arreglándonos para la fiesta, mi vestido era un celeste claro que me llegaban hasta los muslos con unos zapatos blancos que hacian resaltar mi piel y el vestido de Ingrid era negro con abertura trasparente en el medio, sus zapatos era el mismo color del vestido.

Luego me apliqué un labial casi natural y puse rímel en mis pestañas y rizo mi pelo, Ingrid se echó sombra color rosado claro, rímel y pintó sus labios con un labial rojo.

Estábamos acomodando las cosas cuando el timbre suena

— Ya llegó. — dice

Ingrid abre la puerta y vemos a Sergio recostado en su auto llevaba un traje muy elegante, cerramos la puerta y vamos al auto

— Te ves hermosa — dice cuando estoy cerca de él, sonrío y siento mis mejillas calientes

— Vamos, ya quiero moverme en la pista — dice Ingrid dentro del auto y entro al auto con Sergio, mientras Sergio conduce veo las casas pasar, ninguno de nosotros habla en el camino, hasta que Ingrid rompe el silencio.

— ¿quién maneja de regreso?

— ¿Algún voluntario? — digo después de un rato.

Doblamos en una esquina y ya podíamos oír la música de lejos, llegamos y vimos varios autos estacionados estacionamos cerca a unos arbustos y bajamos vimos a unos chicos en la entrada ebrios, adentro había mucha gente bailando, otros besándose, fuimos a la barra pedir un trago.

Después de varios tragos, sentí que me mareaba un poco, estaba bailando con Ingrid en la pista, afuera también había más gente, Sergio se había extraviado entre la multitud.

—¡¡shop, shop, shop!! — gritaban un grupo cerca a la barra y fuimos a ver, era Sergio compitiendo contra alguien y ganó él, luego vino hacia nosotras y los demás bailaban.

— Hola chicas — dijo pasando sus brazos por nuestros cuellos

— ¿Jugamos chupitos, Flavia? — dice Ingrid mientras bailábamos y niego con la cabeza

— Flav, vamos, solo una ronda — hace un puchero

— Solo una ronda — acepto y brinca en su sitio y vamos a la barra.

— Nuestro turno — grita Ingrid

Laura

Estaba bailando con un grupo de chicas que me caía bien, tenía mi vaso en mi mano. Salí para tomar otro vaso de la barra, cuando regresé hacia el jardín trasero vi a un chico que se me hacía conocido, entonces nuestros ojos hicieron contacto y mi corazón se aceleró.

— No puede ser — digo para mí misma y salgo corriendo, me doy cuenta de que lo perdí de vista, bebo un poco de mi vaso y camino, una mano me agarra de la muñeca y tapa mi boca, grito e intento soltarme, pero, él tenía un pañuelo en la mano y mis ojos se comienzan a cerrar.

Despierto en un lugar desconocido donde se escucha música lejana.

Me levanté de la cama y él se encontraba sentado con un vaso en mano, no podía ser cierto, después de tanto tiempo y ahora lo tenía frente a mí, él parece notar que desperté y sonríe de costado.

No puede ser él, no después de tanto tiempo de no saber de su existencia, pensé que estaba lejos, que ya no lo volvería a ver, pero no la vida lo trajo de nuevo a mi, después de olvidar todo lo que había pasado, siento que lo revivo de nuevo.

Encierro (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora