Capitulo 8 "Hermanos"

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Finalmente llegue a la Colmena Principal, los Zerg me recibieron alegres, pero la verdad eso me daba igual.

-¡Lykaios! ¿Que fue todo eso?- pregunto Stukov.

-(Ellos... no me recordaron).- le dije cabizbajo.

-¿Que? ¿Quienes?- pregunto Stukov preocupado y confundido.

No quería hablar de eso, le transferi ese recuerdo a Kerrigan y me fui corriendo hacia el exterior de la Colonia. Seguí corriendo sin mirar atrás hasta que tropecé y me puse a llorar en el piso.

-(...¿Por qué? Yumeha... ¡¿POR QUÉEEEEEE!?).- grite con mucho dolor tanto que hice que la lava se estremeciera.

En el Leviatan, Kerrigan relataba el recuerdo a sus comandantes, estaba bastante sorprendida por todo lo que había pasado antes de llegar a Carbonis.

-Esto es demasiado duro, es un niño aún, me imagino como debe haberse sentido al no ser reconocido por sus amigos.- decía Kerrigan.

-Traicionado... pobre criatura.- se lamento Stukov en silencio.

-No entiendo, ¿Lo abandonaron?- pregunto Dehaka confundido.

-No sé si lo entiendas Dehaka, los Zerg en general, incluidos los Primigenios no tienen una comprensión de los sentimientos como los Terran.- le explico Kerrigan.

-Es una sensación muy pesada, como si todo mi peso se volviera contra mi.- dijo Dehaka pensativo.

Zagara no opino nada, aunque mostró cierta preocupación.

-¿No deberíamos buscar Lykaios, mi reina?, podría sucederle algo.- pregunto Yzha.

-No le pasara nada, sabe defenderse así mismo, pero es mejor que no lo molestemos de momento.- dijo Kerrigan.

Todos salvo Dehaka estuvieron de acuerdo, así que al caer la noche y cuando cada comandante estaba descansando se escabulló junto a su manada fuera del Leviatan y se dirigieron hacia la Trinchera de Huesos.
Yo estaba acurrucado dentro del enorme cráneo de un Ultralisco, cuando escuche las pisadas de criaturas Zerg active mi camuflaje.

-Dehaka, siento un rastro de esencia poderosa cerca.- le aviso un Hidralisco Primigenio.

-Encuentrenla, sean precavidos.- ordeno Dehaka.

No quería estar con nadie, me molestaba pensar en que me encontraran así que decidí asustarlos.
Prepare mi Bilis Corrosiva y hice una lluvia de proyectiles de advertencia, al parecer no le di a nadie.

-¡Cuidado, algo nos esta acechando!- advirtió Dehaka.

Al ver que no se fueron esta vez utilicé mis Espinas Sísmicas para ahuyentarlos, enterré mis manos y las envíe contra los Primigenios. En ese momento cuando los Primigenios estaban intentando evadir las Espinas, algo levanto el cráneo y me descubrió.

-No eres demasiado silencioso.- me dijo Dehaka.

-(Dehaka...quiero estar solo, por favor dejen de buscarme).- le pedí a Dehaka.

-No he venido con esa intención.- me respondió Dehaka.

Se sentó a mi lado y le ordeno a su Manada buscar la Esencia que estaban rastreando.

-(¿Entonces que haces aquí con tu Manada?).- le pregunte.

-Entre los cadaveres de los Zerg muertos pueden encontrarse algunas esencias antiguas y algo poderosas, nosotros las recolectamos y evolucionamos.- me explico Dehaka.

-(¿Y Kerrigan? ¿Sabe de esto?).- le pregunte.

-Si, cuando encontramos alguna esencia extraña, se la entregamos, aunque a veces nos la quedamos para nosotros y así evolucionar.- me dijo Dehaka.

Starcraft II: "El Heraldo De Las Sombras"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora