Capitulo especial 3 "El significado de la familia".

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Lykaios estaba tardando en aparecer, habían acordado que se verían en una hora en una luna cerca del planeta Gystt, un planeta asolado por la purificación de los Protoss.

-Si no aparece en un minuto juro que voy a sacarle los ojos de un golpe.- refunfuño Christina.

De pronto una señal de energía capto su atención detrás de ella, una transposición roja comenzó a sus espaldas y de ellas salío Lykaios algo agotado.

-¡¡Lykaios!!- grito Christina mientras se levantaba furiosa.

Lykaios se desplomó en el suelo, levantando una nube de polvo y algunas piedras con su impacto, Christina cambio su expresión en un segundo y fue a socorrer a su hermano, que se encontraba en mal estado.

-Aah...- gemía Lykaios del dolor.

-Calma... calma, ya estoy aquí ¿Me escuchas?- dijo Christina tranquilamente, intentando hacer que Lykaios se relajara.

Lykaios solo asintió, tenía unas ojeras muy grandes, sus nudillos y rodillas estaban heridos y despellejados.

-Abre los ojos y mírame fijamente.- dijo Christina, al decir estas palabras sus ojos comenzaron a brillar en un tono carmesí que iba cambiando a una tonalidad morada.

Forzosamente Lykaios también abrió sus ojos y estos comenzaron a brillar con un color anaranjado.

-¿Ves? No pasa nada, hermanito.- dijo Christina aliviada.

Christina ayudo a Lykaios a ponerse de pie, estaba lleno de moretones y cortes sangrantes, al ponerse de pie el color de los ojos de ambos volvió a su tono rojo normal.

-Ese entrenamiento tuyo esta acabando contigo, deberías dejarlo por un tiempo.- dijo Christina.

Lykaios negó con la cabeza mientras cerraba sus ojos, Christina estaba preocupada pero en el fondo sabía que el entrenamiento y experimentos a los que su hermano menor se estaba sometiendo era algo necesario y positivo.

-¿Por qué no dices nada Lykaios?- pregunto Christina ayudandolo a sentarse.

Lykaios se bajo el cuello de su camiseta y le mostró a Christina el dispositivo Protoss que se encontraba instalado en su cuello.

-¿Que es eso?- pregunto Christina con aire de preocupación.

-(Regulará las energías que utilice para no salirme de control).- dijo Lykaios telepaticamente.

-Esto es un sacrificio enorme, y muy noble.- dijo Christina.

-(Supongo que si, de todas maneras no he usado mi voz en demasiadas ocasiones).- dijo Lykaios con una falsa sonrisa.

Christina se quedo pensando, pero en vez se seguir con el tema se tiro sobre Lykaios y comenzó a abrazarlo.

-(Jajaja ¡Oye!).- dijo Lykaios contento.

-¡Tiki tiki tiki tiki jijiji!- se reía Christina mientras le hacía cosquillas a Lykaios.

Christina era la única persona con quien podía ser realmente sincero, ella lo entendía a la perfección, ambos eran relativamente lo mismo y ambos buscaban su lugar en el universo, aunque es complicado pensar si es que el universo realmente guarda un lugar para ellos.
Cuando terminaron de jugar Lykaios ya había sanado sus heridas, charlaron por un rato para saber que es lo que habían hecho en el ultimo tiempo hasta que de pronto una presencia inesperada se hizo ver.

-(Ly...kaios...).- gimio una voz conocida para Lykaios psionicamente.

Desde atrás de Christina y Lykaios la Labelluina apareció iluminando la superficie de la luna con su brillo de distintos tonos de verde, cuando Lykaios y Christina se dieron la vuelta un tentáculo emergió desde el enorme y viscoso cuerpo de la Labelluina y lo comenzó a abrazar y acariciar afectuosamente, Lykaios respondió de la misma manera.

-¿Amigo tuyo Lykaios?- dijo Christina.

-(Amiga, y si es Labelluina un arma Zerg que fue creada a partir de mi esencia y material genético, no es parte de la Mente de Colmena Zerg por lo que ella y su Colonia tienen libre albedrío).- dijo Lykaios animosamente.

De pronto desde varios conductos ubicados en todo el cuerpo de la Labelluina un enjambre de criaturas Zerg voladoras emergió y comenzaron a revolotear cerca de Lykaios y Christina en forma de saludo, estos Zerg tenían el particular brillo de la Labelluina en todo su cuerpo y tienen mutaciones únicas en cuanto a ataque y defensa se refiere, usando ataques corrosivos y venenosos mucho más potentes que los Zerg del Enjambre.

Entre todos ellos, una Víbora particularmente grande y algo desorientada se acerco a Lykaios, era Theos aquella Víbora que Lykaios ayudo en el pasado.

-(¡Theos, Lably! No saben lo feliz que estoy de verlos ¿Como va todo en su Colonia?).- pregunto Lykaios muy feliz.

-(Muy bien..., mis hermanos con alas están creciendo y no hemos tenido problemas con los otros...).- dijo la Labellunia con mucha tranquilidad.

Lo que antes parecía una especie de "cría" de Leviatan deforme y asquerosa ahora estaba mucho más formada y crecida, su forma y tamaño ya casi estaban acorde a los que un Leviatan promedio podían tener, además de haber desarrollado muchas otras cosas.

-(Que bueno, me alegro de que el Enjambre no los haya tratado de integrar a la Mente de Colmena, ustedes se ganaron su libertad).- dijo Lykaios con una expresión de gran felicidad en su cara.

-Wow, si que has hecho cosas en estos años, me gustaría haber estado contigo en esos momentos, pero ya sabes...- dijo Christina con una expresión de admiración.

-(No te preocupes, hablando de eso... ¿Que has sabido sobre nuestro padre?).- dijo Lykaios.

-No, nada que informar últimamente, pero hay algo que he querido contar desde la ultima vez que contactamos hace dos años.- contesto Christina con una seriedad que no era propia de ella.
-Padre ha estado creando una nueva super arma, una que podría incluso superar tu poder Lykaios, está hecha de la misma manera que como te crearon a ti solo que esta vez estará completamente ligado a nuestro padre y obviamente no tendrá compasión ni nada parecido por sus enemigos.-

-(No puede ser... no puedo creerlo ¡Debo informarselo a los demás!).- dijo Lykaios levantándose rápidamente.

-¡No! ¡¿Que crees que pensarán de ti si se enteran de que nuestro padre esta creando un arma a tu imagen y semejanza?! ¡¿Crees que simplemente te entenderán y dejaran que trabajes con ellos para luchar contra el Vacío?!- exclamó Christina tirando a Lykaios del brazo y haciéndolo caer a su lado.

Lykaios comprendió la situación, si querían detener a esa arma, deben trabajar en secreto para hacerlo.

-(Entiendo, debo volver al Complejo Científico, pronto comenzara mi rutina matutina de entrenamiento).- dijo Lykaios más calmado.

-Cuídate mucho hermanito.- dijo Christina despidiéndose de Lykaios con un beso en la mejilla.

-(Ustedes también cuidense, nos estaremos viendo en otra ocasión).- se despidió Lykaios de Theos y la Labellunia.

-(Nos vemos...).- dijo la Labellunia algo desanimada por su partida.

Lykaios se transposiciono nuevamente a su cuarto, Christina en cambio emprendió vuelo con un rumbo desconocido, mientras que la Labellunia y su Colonia partieron hacia su hogar.

Starcraft II: "El Heraldo De Las Sombras"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora