Starcraft II: "El Heraldo De Las Sombras"

Capitulo Final "Yo mismo".

Con la destrucción del Híbrido que comandaba a la Colonia de Amón los Zerg a los que este controlaba cesaron sus ataques y quedaron en un shock hasta que Kerrigan los controlo y los reincorporó al Enjambre.
Nia habiendo por fin cumplido con su venganza pudo por fin descansar en paz, lo que provoco que Lykaios recuperara su cuerpo, los Tal'darim estaban contentos de que su maestro por fin hubiera regresado y le pidieron varias explicaciones sobre lo sucedido en el pasado.

-(De verdad lo siento, en ese momento todo era confuso y actúe por instinto...).- dije con verguenza y sin poder verlos directamente a la cara.

Los Tal'darim me observaron durante un rato con una mirada de decepción.

-Maestro lo entendemos, conocemos cual es la naturaleza de su poder y el esfuerzo que requiere para usted, todo esta perdonado y estamos muy felices de poder estar a su servicio nuevamente.- dijo Razgol.

Con una gran sonrisa alargue mis brazos para darles un abrazo pero sin darme cuenta estos se convirtieron en unas Cuchillas Kaiser que les dio un fuerte y doloroso abrazo.

Raynor y Kerrigan nos observaban con gracia.

-Je, algunas cosas nunca cambian.- dijo Raynor observando a Kerrigan.

-Tu lo has dicho, y eso va para ti también.- dijo Kerrigan de una forma picarona.

Un rato más tarde todos se estaban preparando para abandonar Augustogrado después de una celebración organizada por el Emperador Valerian, Raynor junto a Kerrigan, Artanis, sus respectivos comandantes y yo estábamos despidiendonos y pactando un tratado de paz entre las tres razas puesto que las fuerzas combinadas de los Terran, Zerg y Protoss harían falta para poder derrotar a Amón y sus ejércitos que aún asolaban el Sector Koprulu.

-Entonces esta hecho, con esto podremos por fin tener un acuerdo de paz entre las tres razas y podremos unirnos contra el Vacío.- dijo Valerian firmando un papel que viene siendo el tratado.

-(¡Viva!).- dije alzando los brazos en señal de alegría.

-Por cierto Joven Lykaios ¿Con quien te irás? ¿O que harás de ahora en adelante?- preguntó Artanis.

-(Pues mi intención es volver con ustedes, los Protoss, les debo mucho especialmente por el daño que les cause en el pasado).- dije muy seguro de mi elección.

-Pues que así sea ¡Primogenitos, es hora de partir!- anuncio Artanis mientras todos los Protoss y yo eramos replegados a la Lanza de Adún.

-¡Cuídate much Lykaios!- se despidió Raynor junto a muchos otros Terran.

Al estar ya a bordo de la Lanza de Adún me di un tiempo para verla y recordar tiempos pasados con los Protoss, había pasado tiempo desde que estuve a bordo de ella y había estado sujeta a muchas mejoras y cambios desde aquella vez.

-¿Impresionante no crees Lykaios?- pregunto Karax mientras estaba contemplando el Puente de Mando.

-(La Lanza de Adún ha cambiado bastante desde la ultima vez que estuve a bordo, claramente la tecnología Khalai en conjunto con la de los Nerazim y los Purificadores da grandes resultados).- dije halagando.

-Cuando trabajamos juntos, todos podemos hacer las cosas mucho mejores.- dijo Karax con alegría y orgullo.

Mientras Karax me llevaba a visitar el Núcleo Solar la Nave Arca comenzó la Transposición hacía un rumbo desconocido para mi. Todo había cambiado con los años y me alegra saber que ha sido así, si las tres razas no mejoraran su tecnología o la combinaran para obtener más eficiencia y poder probablemente detener la acometida del Vacío sería completamente imposible.