Spider-Avenger

XVIII Viejos amigos

Peter tenía los sueros que le quitó al Duende verde en su poder, apenas descansó la noche de la batalla, al despertar llamó a Tony Stark quién no atendía para entregárselos y hacerle un análisis para poder determinar que tenían esos sueros que eran tan importante para Osborne pero eso no fue necesario porque al despertar lo encontró en la sala de su casa.

—Buenos días señor Stark, tengo algo que quería decirle—. Esbozó una sonrisa para disimular los nervios.

—No me digas ya vi los vídeos de tu traje Karen se los envío a Viernes y apenas me enteré de que pasó los vi, ¿que fue lo que hablamos hace días?, quiero saber si lo recuerdas—. Peter no quisó responder ya que conocía a la perfección en tono de voz de Tony Stark cuando está enfadado.

—Que no me involucrara, pero debe saber que no tenía idea que el del traje era Norman Osborne—. Peter trataba de explicarle a su mentor que lo veía con la misma cara que después del ferry en Staten Island.

—En serio, chico eres muy inteligente se qué eres capaz de inventar una mejor excusa, quiero que me entregues los sueros que guardaste en tú habitación y qué te olvides de Osborne—. Peter estaba fastidiado, admira a Tony Stark como a nadie pero lo que más le molestaba de el era que siempre lo viera cómo un niño y no lo tomará en serio.

—Señor Stark deme una oportunidad yo puedo manejarlo como podré demostrar de que soy capaz si no me lo permite—. Tony se quedó en silencio por un momento y soltó un suspiro.

—Esta bien pero lo harás bajó mis condiciones: No trabajarás solos tendrás agentes de SHIELD y a mi monitoreandote las 24 horas, no confrontarás a Norman Osborne, me darás toda la información que tengas a mí y principalmente sólo cuentas con 3 días para obtener todo lo que necesitamos para encerrar a Osborne en la balsa—. Peter no podía contener la emoción.

—Muchas gracias por está oportunidad señor Stark no lo defraudaré—. Peter tenía un gran sonrisa de felicidad y Tony también dejó escapar una pequeña sonrisa.

—Deja de apretarme la manó y sonreír anda a buscar los sueros—. Peter enseguida buscó los sueros que ocultaba en la ventanilla de la pared dónde entraba el aire acondicionado a la habitación, tuvo que destornillar para sacar los sueros.

—Aquí está todo—.

—Gracias niño y por favor evita los problemas—. El multimillonario se despidió y dejó solo al chico.

Laboratorios Octavius

En el penthouse de un pequeño edificio el ya mayor Otto Octavius había establecido un pequeño laboratorio donde llevaba a cabo una investigación de prótesis robóticas no era muy grande, no tenia ni un solo empleado y contaba con fondos limitados pero tenía muchos proyectos prometedores aparte de mucha información que obtuvo en su estancia en Oscorp.

Estaba trabajando en los circuitos de su próximo proyecto cuando volaron su puerta un hombre que estaba montado en un planeador.

—Hola Otto a pasado tiempo no colega—. Norman Osborne se quitó la máscara dejando ver su rostro.

—Yo no soy tu colega Osborne ni nadie lo es, ¡que diablos haces en mi laboratorio ya me sacaste de nuestra compañía! que por cierto ¿como te va con eso?—. La sonrisa se borró de la cara de el villano.

—No viene a jugar Octavius, vine a buscar eso que me pertenece, qué sacaste de MI COMPAÑÍA y necesito que me lo devuelvas—. Golpeó a Octavius con una de las laptos en la mesa y éste cayó en el piso rodando hasta la pared.

—Vienes por eso el suero y yo que pensaba estar mal de salud, estás pagando tus pecados Norman—. Empezó a sonreír a pesar de una gota de sangre que bajaba de su sien.