Capítulo 14.

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Condujeron por un rato más ya que alguien nos estaba siguiendo, cuando estaban seguros de que ya nadie nos seguía, llegamos hasta mi casa y rogaba por que Niall no se bajara conmigo, pero creo que debo dejar de rogar porque luego pasa lo contrario.

Sí, Niall Horan bajó del auto conmigo.

No esperaba que entrara a mi casa, sería aún mucho más rara esta situación.

Además no quiero que entre.

—¿No has podido conseguir un trabajo desde lo que pasó en el hotel? —Preguntó deteniéndose frente a mí.

—No. Todos saben que "le robé a un chico de One Direction" —Suspiré.

No estaba mirándolo, miraba a otra parte, era suficiente tenerlo frente a mí y que me hable como si nos conocieramos desde hace mucho.

Aunque sé que al no verlo me estaba perdiendo de mucho, pero prefiero perderme ver su belleza de cerca que perder mi vida por falta de oxígeno o un golpe en la cabeza cuando me desmaye y caiga al suelo.

—Yo sé que no lo eres.

—Qué bueno. —Dije con sarcasmo, pero admito que en el fondo me alegraba que él no me viera de esa forma.

—Me odias ¿no es así? Por haber provocado que te despidieran. —Sonó triste.

Tuve que mirarlo.

Parecía estar preocupado y triste también. ¿Por qué le importa tanto todo esto?

Aire.

Dejé de mirarlo.

—No, amo a One Direction.

—Claro, One Direction. —Lo escuché suspirar pesadamente.— ¿Hay alguna forma con la que pueda comunicarme contigo?

Debe ser un juego.

Él no está pidiéndome mi número.
Él no está interesado en volver a hablarme.

No sé qué sucede, pero no me despierten de este sueño.

—¿Por qué? —Pregunté y sí, lo sé, estoy siendo bastante tonta.

—Está bien, no hay problema. Es obvio que no te agrado. Quizás debería decirle a alguno de los otros chicos que te hablen, tal vez ellos sí te agradan.

Lo miré en cuanto dijo eso.

No era lo que quería, estaba intentando parecer ruda y difícil y termino haciendo que él se sienta mal.

—No, yo... —Respiré profundo. Hora de dejar de comportarme como una perra.— No sabes lo difícil que es para mí asimilar el hecho de que estés de pie frente a mí, hablándome como si nada. Trato de parecer normal y no volverme loca. Si te miro durante más de un minuto me quedo sin aliento. —Respiré nuevamente y quité la mirada de él.— Y estoy temblando.

Confesé la verdad, mejor es que me vea como una loca a que piense que no me agrada o que lo odio.

¿Cómo siquiera puede pensar algo como eso?

Lo miré nuevamente, pues no había dicho nada por unos segundos, y me encontré con una sonrisa en su rostro.

Bien, había sido una trampa para que yo dejara de actuar como lo estaba haciendo.

Muy listo.

—Está bien, es mejor que ya me vaya antes de que algún paparazzi encuentre tu casa. Estarán molestándote y hablando de ti por algunos días, no les hagas caso. —Sonrió a medias y dio unos pasos hacia atrás.— Ojalá nos encontremos nuevamente.

Ojalá que sí y que esa vez no sea gracias a algún otro problema.

Esperen.

¿Niall quiere que nos veamos otra vez? Él quiere que muera, eso es lo que pasa.

Y cuando me di cuenta, ya se había marchado.

Pero no le di mi número.

Ahora en serio no hay forma de que volvamos a vernos, ya no puedo meterme en problemas donde pueda estar él involucrado.

Aunque no lo sé, cualquier otra cosa puede pasar.

Entré a la casa con mi respiración volviendo a la normalidad poco a poco.

Nunca me acostumbraré a esto y espero no necesitar acostumbrarme.

Mi mamá estaba hablando con alguien por teléfono y al parecer ese alguien le estaba dando buenas noticias, ya que estaba sonriendo mucho.

Me senté en el sillón donde suelo sentarme siempre y que por cierto ya no se siente cómodo, a esperar a que mamá terminara la llamada para contarle lo que sucedió.

Miré la televisión, no tardaban en hablar sobre mí y Niall e inventar nuevos chismes.

Nunca creí que esto pasaría.

—¿Cómo te fue, Becca? —Me preguntó mi mamá al colgar el teléfono.

—Estuve en la estación de policía porque no me creyeron que Niall me había dado el reloj, llamaron a Niall y él fue a buscarme, luego vinimos aquí y no conseguí el dinero. —Suspiré y la miré. Si supiera en qué clase de trabajo estoy pensando.

—Qué bueno que no lograste venderlo.

—Se lo regresé a Niall. Mamá, no tenemos más dinero, era necesario vender ese reloj. Ahora no tengo nada. —Hice una mueca. Estaba preocupada.

—No te preocupes, estaba hablando con el señor Alexander, el dueño del restaurante que está a unos metros después del hotel donde trabajabas, le dije que necesitabas un trabajo y tienes que ir mañana para hablar con él. Te contratará. —Dijo con entusiasmo.

Bien, al menos algo bueno pasó hoy.

Cualquier trabajo es bueno para mí en estos momentos.

'The Housekeeper' {Niall Horan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora