Ya había hablado con el Señor Alexander, acerca de que dejaría el trabajo. No tuvo problemas, pero sí dijo que me extrañaría.
Estuve todo el fin de semana junto a Jesse, no quería despegarse de mí y eso no me molestaba para nada.
No puedo negar que me encontraba más que ansiosa por iniciar ese trabajo, que más que un trabajo, para mí significaba estar en el verdadero paraíso.
No me importaban los paparazzis y todos esos reporteros que inventarán cosas acerca de mí al verme en casa de Niall, me prometí a mí misma que ellos no van a arruinarme el mejor de los trabajos que tendré en mi vida.
Terminé de empacar algunas prendas de vestir que me llevaría a casa de Niall, me senté en la cama y agarré mi celular.
Debía hacer una llamada importante antes de ir a vivir en casa de Niall.—¿Becca? —Respondió.
—Hola, Kim. ¿Cómo estás? —Sonreí.
—¿Qué quieres? ¿Para qué me llamas? —Preguntó con molestia.
¿Tanto me odia? Nunca le he hecho algo malo.
—Quería agradecerte, Kim, gracias a lo que hiciste con el reloj, he hablado con Niall Horan tantas veces, conocí a Liam Payne y a Louis Tomlinson y conoceré a Harry Styles, hablé por teléfono una noche con Niall y justo mañana empezaré a trabajar para él. Además salgo con alguien genial, ¿No te parece asombroso? Y todo gracias a ti.
—¡¿Para eso me llamas?! ¿Para restregarme que todo salió mal y sigues teniendo esa maldita suerte que yo no tengo? Eres una estúpida ¿lo sabías? —Dijo molesta y podía imaginarla haciendo una rabieta y arrugando su rostro hasta más no poder.
—Te llamé para agradecerte, Kim, además se supone que eres mi amiga y debía contarte todo lo que está pasando en mi vida. —Sonreí mucho.— Un millón de gracias por meter ese reloj en mi bolsillo. Quizás me veas en televisión otra vez. Adiós, Kimberly. —Colgué la llamada.
Dejé caer mi espalda en la cama y reí.
—Qué mala soy. —Me reí de mí misma.
Es lo más mala que puedo ser, dejarle saber que estoy tan feliz y que las cosas me salen mucho mejor de lo que piensa.
Ojalá pudiera verla llorar y patalear.
☆☆☆
—Bec. Bec. Becca. —¿Puedes quedarte quieta? —Dijo mi mamá evitando reír y burlarse de mí.— Niña, siento que he estado dando vueltas en esta silla.
—Estoy nerviosa, mamá. ¿Sabes qué significa que esté a pocos minutos de ir a la casa de Niall? Mamá, no es normal. —Caminé de un lado a otro. Mis manos estaban feas, ya no tenía uñas para morder.
—Lo has repetido tantas veces, Becca. "No es normal, no es normal" En unas semanas, ya será normal y hablarás con ellos como si fueran chicos comunes.
—No lo creo. He hablado con Niall algunas veces y es inevitable sentirme nerviosa y emocionada. —Me senté en el sillón.— ¿En serio no te importa que me vaya a su casa y esté ahí por tanto tiempo?
—Sí me importa, eres mi hija, pero no es como si fuera a impedirlo, algún día te irías. —Levantó sus hombros.
—Esta vez es diferente, no me iré a vivir exactamente, quizás pronto cuando se acaben sus vacaciones, dejará de necesitarme y estaré aquí nuevamente. —Sonreí a medias.
Estoy tan nerviosa.
No está aquí y aún así no puedo respirar con perfección.
—No lo creo.
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'The Housekeeper' {Niall Horan}
Fiksi PenggemarTrabajando en un hotel privado de cinco estrellas, puedes encontrarte a todo tipo de clientes: parejas, familias que se encuentran de vacaciones, ancianos gastando sus riquezas, jovenes sin tener otro lugar donde ir, inclusive, podrías encontrarte c...