Capítulo 8

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Emprender camino al Reino sería algo lleno de sorpresas puesto que no esperaban encontrar en ese lugar a Morgan quién fue en busca de Carol hacía ya un buen tiempo y aún sabiendo su paradero no pudo decir nada, Carol no quería que la encontraran ella necesitaba estar un tiempo sola y aquella casa que el Rey le otorgó era un lugar apacible para tratar de aclarar aquella guerra consigo misma que la tenía con su mente perturbada y alejada de quienes ella más quería.
Conocer al Rey fue algo místico, en primera instancia ese hombre sentado en el escenario de aquel teatro era casi deslumbrante y más por qué a su lado yacía recostado un enorme tigre de bengala al cual el amorosamente llamaba Shiva, a decir verdad el recibirlos fue meramente cortesía puesto que conocía muy bien a Jesús pero al oír el trato que Rick propuso quedó algo preocupado.
-Es el trato con los Salvadores el que nos mantiene con vida a la comunidad y a mí al menos denme un día para poder pensarlo.- Fue la condición del rey, liderar una guerra contra los Salvadores no era cualquier cosa ya que era a Negan a quien se debían enfrentar lo cual era aún peor, sin lugar a dudas eso sería una masacre inminente y el Reino no estaba dispuesto a sacrificar tanta gente.
-Les ofrezco a tu gente y a ti cenar y pasar la noche en el reino.- Rick se negó a lo que el Rey le pedía y no porque dudará de su hospitalidad pero Negan ya debía estar buscando a Daryl y Alexandria estaba sin resguardo.- Les daré mí respuesta por la mañana. – Aquello sonó casi como un ultimátum y forzosamente tuvieron que quedarse para pasar la noche aunque eso realmente molesto un poco a Daryl estaba convencido de que ese famoso Rey no los ayudaría en nada que solo perderían el tiempo y no tan solo eso durante la cena había notado algo extraño a Jesús y necesitaba estar a solas con él y hablar; así que trato de buscar el momento oportuno esperando a que todos fueran a las habitaciones designadas por el Rey algo que claramente el no tomo en cuenta y en cosa de minutos se coló a la habitación de Jesús quién estaba recostado sobre la cama ojeando un libro que apenas podía ver con la tenue luz de una vela, al ver a Daryl entrar continuó como si nada mirando la página prácticamente en blanco de aquel libro , sabía que Daryl estaba ahí por algo e imaginaba que podía ser.
Hablaras o te quedarás ahí de pie junto a la puerta. – dijo Jesús en un tono despreocupado sin despegar los ojos de aquel libro.. Daryl camino hasta donde estaba y le quitó el objeto de las manos cerrándolo de golpe y dejándolo sobre la mesa de noche junto a la cama y miro fijamente al joven de ojos azules.
Me puedes decir que te sucede desde que salimos de Hilltop apenas y me diriges la palabra y ni mencionar esas extrañas miradas que puedo sentir. – Jesús volvió a tomar el libro que Daryl le arrebató y lo volvió abrir solo para clavar su mirada en el..- No lo sé, tú y Rick son bastante cercanos por lo que pude notar.– Daryl lo miro algo sorprendido ver mujeres hacer berrinches ya era algo divertido pero que lo hiciera un hombre; solo logro sacar una carcajada de su boca a lo que Jesús en modo de protesta le dio un golpe con el libro directo a su estómago haciendo que Daryl se inclinará un poco y llevará su mano para frotar la zona golpeada.
A ver si te ríes con más ganas idiota. – Jesús se volteo dándole la espalda a Daryl y eso fue claramente un gran error por qué antes de que pudiera decir algo en modo de protesta este ya estaba encima de él quitándole la ropa.. – Idiota al menos cierra la puerta con llave alguien podría venir... reclamo Jesús si bien aún seguía algo molesto era obvio que no se negaría a tener sexo con ese hombre de aspecto viril acarició sus brazos desnudos hasta donde la tela de la camisa se lo permitió puesto que Daryl siempre llevaba las mangas dobladas un poco más arriba de los codos y eso dejaba a la vista sus fuertes brazos los cuales se marcaban maravillosamente. – No te preocupes cerré muy bien la puerta sin que lo notarás. – La sonrisa pícara que apareció en sus labios era imposible de disimular, su mano sostenía la llave de la habitación la cual en un abrir y cerrar de ojos fue arrebatada de estas y dejada sobre la mesa de noche junto a la cama, tras hacer esto Jesús fue besándolo poco a poco envolvió sus brazos alrededor del cuello Daryl y lo beso de manera más sensual y profunda algo a lo que esté último no se resistía. Rápidamente la ropa caía bajo la cama dando paso a caricias fortuitas que estimulaban el cuerpo del joven de ojos azules quien con gran esfuerzo reprimía su voz algo que a Daryl no le agradaba mucho, pues oírlo gemir le hacía saber que tanto le gustaban sus caricias, ahora en lo más profundo de su mente rogaba estar de nuevo en aquella cabaña lejos de todos y hacer con el cuerpo de Jesús lo que se le viniera en gana. Jesús dejo de besarlo para mirarlo a los ojos y sin apartar su vista de él.

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