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Su mandíbula comenzaba a doler un poco, sería imposible para Jesús, que Daryl, acabara solo con un poco de sexo oral, lo conocía bien y no era un tipo precoz. Su boca se alejó y un escalofrió recorrido la espina dorsal de Daryl, que por un segundo bloqueo su cerebro ya que Jesús, había dado una pequeña mordida a uno de sus testículos estimulando un poco más el placer.
- ¡Wow, eso no me lo esperaba! – dijo Daryl, por lo que su amante había hecho, pero eso no se quedaría sin un castigo, así que sin mucho pensarlo despego su cuerpo de donde estaba para sujetar a Jesús, y dejarlo contra la pared en donde solo hace segundos había estado él. El pecho de Jesús, podía sentir el frio de la pared, sus pezones de manera placentera al sentir esto se pusieron tan duros en solo unos segundos, que se sintió indignado consigo mismo por tener un cuerpo tan sensible.
Los dedos de Daryl comenzaron a acariciar su entrada frotando un poco, aquella sensación seca era algo malévola de parte de Daryl, al menos debió mojar un poco sus dedos con algo de saliva ya que de lo contrario sería bastante doloroso, morderlo tal vez no fue una buena idea, fueron los pensamientos que rondaban en la cabeza de Jesús.
-Junta las piernas. – ordeno Daryl, y sin mediar una sola palabra, Jesús acato la orden ya que el tono de voz profundo del hombre tras él erizo su piel por completo, tras unos segundos pudo sentir el sexo de Daryl, frotándose por entre sus piernas, el extenso miembro del hombre se abría paso de manera fácil entre sus extremidades y lograba rozar con su sexo el de Jesús quien estaba disfrutando aquella sensación, si ese era su castigo, por lo que había hecho, debía reconocer que lo estaba disfrutando de sobremanera.
Daryl, mantenía sus manos alrededor de la cintura de Jesús, pero comenzaron a subir buscando tocar sus pezones los cuales estaban bastante duros sin siquiera tocarlos y luego se percato que la pared estaba algo fría y con la fricción que generaba al empujar su cadera, lograba que el torso del hombre de ojos azules se rozara una y otra vez contra la pared generando placer.
-Lo estabas disfrutando. –
-No puedo negarlo. – dijo Jesús, apoyando su frete contra la pared mientras podía sentir una de las manos de Daryl, apretando su pezón derecho y con la otra acariciaba su sexo, leves gemidos salían de su garganta sincronizados con cada caricia que lo hacia perder la cordura, pero salió de su trance al sentir los dientes de Daryl, clavarse en su hombro con bastante fuerza dejando una marca profunda que lo hizo protestar debido al dolor que sintió volteando a ver al hombre responsable de ese dolor, pero tal vez haber volteado no fue buena idea.
-Demoni... - sus palabras quedaron atoradas en su garganta al recibir un beso profundo que lo estaba dejando sin aire, nuevamente su cuerpo había sido elevado, sabía que Daryl, no lo dejaría caer, pero de igual manera enredaba sus piernas alrededor de su cintura, ese contacto piel a piel era irremplazable.
A paso firme Daryl, recorría el pequeño pasillo de la casa solo para dar con alguna habitación en la que pudieran estar cómodos, era ayudado por Jesús quien con su mano derecha empujo la primera puerta, al abrirse por completo pudieron notar que era la habitación principal. Los besos se pausaron para dejar caer el cuerpo de Jesús a la cama. Antes de que Daryl, se recostara a su lado, su cuerpo rodo a un extremo de la cama y busco algo en la mesa de noche a un costado de esta.
- ¿Qué estás buscando? – dijo Daryl, mirándolo rodar por la cama de un extremo a otro revolviendo dentro de los cajones de las mesas de noche hasta dar con aquello que tanto buscaba y miro a Daryl sonriendo.
-Al fin tendremos algo de sexo sin dolor. – dijo Jesús, mostrándole a Daryl, lo que había encontrado y aquello era un gel lubricante y al menos dos condones que aún no expiraban, si bien el sexo con Daryl, era bastante placentero no podía negar que también era tortuoso, se veían muy a lo lejos y eso los obligaba a tener relaciones muy pocas veces y algo que facilitara el trabajo nunca estaba de más.
-Se como utilizar los condones, pero no tengo ni la menor idea de como funciona esta cosa. – comento Daryl, tomando el envase de lubricante en sus manos y Jesús, sonrió acercándose a él para besarlo y empujarlo a la cama donde cayó de espalda  sintiendo al hombre de ojos azules frotarse sobre su cadera rozando su sexo.
Jesús, unto una buena cantidad de lubricante sobre su mano derecha y la guio a su trasero en donde froto los dedos en su entrada y uno a uno comenzó a introducirlos, Daryl, tenía la mejor vista en ese momento, rompió el beso y con sus manos acaricio el trasero de Jesús. Su boca mordió sus pezones de manera suave para después lamerlos dejando un rastro de saliva sobre ellos, sentía curiosidad de saber que tan genial era aquel lubricante ya podía ver a su amante totalmente entusiasta acariciando su parte trasera.
- ¿Quieres intentarlo? – dijo Jesús, al ver la mirada del hombre de aspecto fiero, que en ese momento esperaba expectante a realizar algún tipo de movimiento y se le fue concedido sin mucho rogar lo cual hizo sonreír a Daryl, e inmediatamente guio sus manos tras el trasero de Jesús, y, pudo sentir aquel liquido algo viscoso en la entrada de su amante. La sensación era extraña, pero no desagradable ya que al parecer Jesús lo estaba disfrutando, podía verlo mecer sus caderas de manera inconsciente al sentir los dedos de Daryl, entrando y saliendo sin problema.
El cuerpo de Jesús, estaba tan cerca de Daryl, que este podía sentirlo frotando su sexo enérgicamente un poco más arriba de su ombligo ya que las manos del hombre estaban acariciando su interior y Jesús, sabía que si él se tocaba no se sentiría de la misma manera, perdido en sus pensamientos su cuerpo tuvo una oleada de placer al sentir cuatro dedos en su interior moviéndose de manera tosca, pero rozando su próstata de manera incesante.
-Deten....te... – sus palabras apenas lograban ser terminadas debido al placer, los gemidos se oían por toda la habitación y la necesidad de sentirse saciado era primordial, rogar por ello no era siempre de su agrado, pero ahora debía tragar su poco orgullo y pedir.
Sus labios alcanzaron el oído derecho de Daryl, y susurro "Mételo ya" y tras decir aquello sus dientes mordieron suavemente su oído para luego pasar su lengua de manera sensual, ese solo acto hizo que Daryl, se estremeciera por completo, pero antes de complacer al hombre sobre él decidió seguir hurgando con sus dedos en el interior de Jesús, y se dio cuenta de que esté pronto llegaría al orgasmo así que solo siguió frotando con solo dos de sus dedos la próstata hasta que entre gemidos el hombre de ojos azules terminó sobre el vientre de Daryl.
Había logrado el ansiado orgasmo y su cuerpo se tenso sintiendo espasmos musculares uno, tras otro, sus mejillas estaban bastante ruborizada y su cien dejaba ver unas cuantas gotas de sudor que rodaban de manera lenta sin detenerse, aquello sin lugar a dudas era espectacular, pero apenas tuvo tiempo de disfrutar su reciente orgasmo cuando su trasero fue atacado nuevamente, en aquella posición fue penetrado por el sexo de Daryl, lo sentía tan profundo dentro de él que incluso Daryl se percató de que un pequeño bulto sobresalía en su vientre.
-Debes... estar... bromeando. – comento Jesús, pasando la palma de su mano por sobre su vientre sintiendo el duro sexo de Daryl, en su interior moviéndose, jamás le había pasado algo similar con ninguna de sus parejas sexuales, pero no moriría por eso, más bien lo estaba disfrutando.
-Estas demasiado delgado, debes comer más y llenar ese estómago. – fueron las palabras que dejó escapar y quién más que él, conocía mejor que nadie su cuerpo, aunque lo viera solo en ocasiones podía notar ese tipo de cambios.
-Entonces ya sabes que hacer para llenarme – dijo Jesús, provocando a Daryl, y este no se tardó absolutamente nada en obedecer, sin necesidad de oír una súplica.
Los condones no fueron ocupados para nada, habían terminado en el suelo mientras ellos en distintas posiciones seguían disfrutando su tiempo juntos, la ropa de la cama estaba totalmente desordenada, las almohadas ayudaban a que la cadera de Jesús, se mantuviera lo suficientemente elevada para ser penetrado por Daryl, quien sin compasión embestía de manera profunda en su interior, el hombre era bastante energético en ese tipo de cosas y ponía todo su entusiasmo sin agotarse demasiado y Jesús no tenía más opción que dejarse llevar.
-Solo un poco más... - dijo Daryl depositando un beso en su frente y al alejarse saboreó sus labios los cuales quedaron algo empapados con el sudor de esa frente suave que en cada cierto momento se fruncía al sentir un nuevo golpe de placer.

The Walking Dead "Resonancia" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora