...

168 10 0
                                    

-Quédate tranquilo, no sucederá nada y de ser así el perro nos avisará. –
- ¿Cómo estás tan seguro de que eso sucederá? –
-Ya lo hizo antes, además no hay muchos caminantes merodeando la zona, día a día me encargo de salir a exterminar unos cuantos. - tras oír aquello Jesús se calmó un poco, pero era difícil mantenerse sereno por completo ya que desde que había llegado a Hilltop, jamás había vuelto a estar a la intemperie y eso hacía que todos sus sentidos estuvieran siempre alertas ante cualquier eventualidad.
Luego de comer y apagar la fogata ambos se fueron a dormir, no sin antes Daryl, revisar las trampas que utilizaba noche tras noche, acarició la cabeza del perro quien dormía al lado de la carpa como era de costumbre.
Al entrar noto que Jesús, ya estaba metido en la cama el frío lo había hecho juntar un poco de agua caliente en una botella para abrazarla en su pecho y poder sentir el calor.
-La noche está demasiado fría, pondré un par de mantas más sobre la cama. –
Daryl, dormía sobre un colchón el cual había encontrado en una cabaña cercana al río y de aquella cabaña saco todo lo necesario para al menos vivir fuera con algo de comodidad, se quito los zapatos, cerro la carpa y se metió a la cama, paso su brazo por debajo de la cabeza de Jesús, y en cuanto lo hizo este volteo para acurrucarse en su pecho, dejando la botella de agua caliente entre ambos.
- ¿Todo quedó en orden? –
-Así es, duerme tranquilo. –
-Eres un encanto cuando te preocupas de esa manera. –
-Sigue burlándote así y te aseguro que terminaras durmiendo afuera. -
-No serias capas de hacer tal cosa. -
-Pruébame y lo veras. –
-Esta bien, por cierto, no me darás mi beso de las buenas noches. –
- Lo estas pidiendo o preguntando. –
-Mhh, supongo que a estas alturas no necesito pedir, ni preguntar, pero lo hago para no sorprenderte. – dijo Jesús, levantando un poco su cabeza y besar los labios de Daryl, los cuales debido al frio estaban algo agrietados, pero aquello no detuvo el beso que el hombre de bellos ojos azules acababa de iniciar.
Las palabras sobraban en momentos como aquellos, después de todo con una simple mirada podían decir mucho mas, e invertir el valioso tiempo juntos en besos y caricias.
-Buenas noches. – dijo Jesús, y acomodo nuevamente su cabeza en el pecho de Daryl, dando paso al sueño profundo, estaba agotado con el entrenamiento y sabía que llegando a Hilltop lo esperaba un sin número de quehaceres ya que Tara, era bastante persistente cuando se lo proponía, por ende, era mejor descansar.  Apenas pudo notar que el paso de la noche se hizo increíblemente rápido, por primera vez en mucho tiempo apenas se había movido de la cama debido al frio lo cual fue enormemente agradecido por Daryl, debido a que cada vez a que dormían juntos él terminaba en el suelo o en algún otro rincón de la cama sin importar el tamaño de esta.
-Ya es hora de despertar. – dijo Daryl, acariciando su cabello y pudo sentir el cuerpo del hombre levantarse de la cama para preparar algo de comer antes de que su invitado se marchara.
-Aun hace frio, no me quiero levantar. –
-Está bien quédate un rato más en la cama, te traeré un café. Iré a ver las trampas y prender la fogata. –
-De acuerdo. – Jesús, lo vio salir de la carpa y el volvió a meterse bajo las mantas, realmente la noche había sido tranquila tal vez podría acostumbrarse a aquello y acompañar al hombre un poco más seguido siempre y cuando Tara, no se opusiera por temas de trabajo en Hilltop, tenía que ser honesto y asumir que el ser un líder era algo complejo, Maggie siempre iba y venía, pero de un tiempo a esta parte sus estancias fuera de Hilltop se hacían más extensas dejando el lugar por semanas y todo recaía en sus manos o en las de Tara, y aquello era caótico ya que no le gustaba asumir tanta responsabilidad.
Luego de un rato pudo oír los pasos de Daryl, volver con dos tazones de café caliente, en sus manos, Jesús al verlo se enderezo de la cama y sostuvo el tazón, el aroma del café era intenso y agradable tanto que logro cautivar sus sentidos.
-Todo estaba en orden, con las trampas. –
-Solo había un caminante, confía un poco mas en el perro. –
-Creo que después de esta noche podre venir un poco más seguido para quedarme. –
-Siempre y cuando me traigas algo de comer. –
-Siempre traigo algo para ti y de no hacerlo me puedes comer a mí. – tras decir aquello Jesús, se encogió de hombros, esa declaración hizo que Daryl, se atorara con algo de café que tenía en la boca, realmente el hombre no tenia filtro para decir ese tipo de cosas y para su mala suerte siempre lo tomaba desprevenido y se quedaba en silencio sin poder responder nada, un rubor se asomaba por sus mejillas causando una sonrisa dulce en el rostro de Jesús, todo era natural cuando estaban juntos, no importaba cuanto durará, pero ambos sabían que lo aprovecharían al máximo ya que en medio del caos la vida y la muerte seguían el mismo camino sin siquiera separarse un milímetro.
Sin contemplación el paso del tiempo se hizo cada vez mas rápido, las estaciones pasaban una tras otra y seguían tratando de sobrevivir, Daryl continuaba viviendo a la orilla del rio, las corrientes en el invierno fueron bastante fuertes y aquello lo obligo a moverse unos varios metros del lugar y llegando la primavera volvía a la orilla. Hilltop y Alexandria prosperaban, pero el Reino tal vez no duraría demasiado, el lugar se estaba deteriorando en extremo y para Carol la idea de una feria en donde las comunidades pudieran aportar era una opción para hacer resistir el reino un poco más, solo un poco hasta encontrar algún lugar para trasladar a la gente ya que la estructura del lugar era bastante inestable.
Aarón y Jesús, continuaban su entrenamiento, realmente en los últimos años se habían acercado bastante, al punto de considerarse amigos, Aarón era el único al tanto de la situación en Hilltop, con respecto a Maggie, pero no podía hacer mucho para ayudar, después de todo también debida lidiar con los conflictos en Alexandria y dentro de ellos estaba la gente nueva que la pequeña Judith había ayudado ya que Michonne, estaba reacia a recibir sobrevivientes dentro de Alexandria debido al incidente de hace unos años el cual puso en riesgo la vida de varios niños e incluso la de Judith.
-Bien, al parecer has mejorado bastante, pero no descuides tu guardia Aarón. –
-Si me lo dices tu tendré que ser un poco más cuidadoso, ¿Por cierto como está él? –
-Las cosas en Hilltop, han estado algo movidas y apenas e tenido tiempo para verlo ya deben ser cerca de dos meses que no hemos podido vernos. –
-No creí que las cosas entre ustedes fueran a durar tanto. –
-Creo que ni siquiera él y yo pensamos que sería tan duradero, pero tal vez ha sido así debido a que nos vemos ocasionalmente sin mencionar el buen sexo que tenemos ya que nuestros cuerpos son totalmente compatibles. – comento Jesús y pudo notar una sonrisa algo nostálgica en el rostro de Aarón, después de todo se había dado cuenta hace un tiempo que el hombre no solo lo buscaba para entrenar, sino que también era para pasar tiempo juntos, no de la manera que le hubiera gustado a, Aarón, pero al menos era algo, comprendía que no lograría romper el vínculo que había entre Jesús y Daryl.
-Dime Aarón, realmente me vez como un amigo, se muy bien que desearías que fuera algo más que un simple amigo, lo sé desde el día que fuimos con Daryl, a comer a tu casa, pudiste notar a través de mi ropa, las marcas en mi cuerpo y vi un pequeño sonrojo en tus mejillas. –
-Supongo que mis sentimientos son demasiado notorios. –
-Al menos para mí sí. –
-Aun así, no importa si lo sabes o no, tampoco es que podamos estar juntos, Daryl es un gran tipo y a pesar de que no lo veo hace mucho tiempo mi cariño por él no a cambiado. –
-Tú también eres un gran hombre Aarón. – Jesús, se acerco y beso su frente con cariño, si en algún momento las cosas con Daryl, no hubieran funcionado esta seguro de que podía haber caído rendido a los pies de Aarón y probablemente no estaría viviendo en Alexandría eso era seguro.
-Bien es mejor que vallas a casa, pronto caerá la noche y es peligroso para ambos. –
-Supongo que nos veremos para entrenar mañana. –
-Puntual como siempre. – ambos montaron sus caballos y se fueron en direcciones diferentes, Jesús ya había pedido la autorización de Tara, para pasar la noche fuera de Hilltop, pero para lograrlo debió dejar un monto de cosas resultas y aún le faltaban cosas por hacer, pero tampoco era algo que necesitará tanta urgencia.
Ansiaba ver pronto a Daryl, después de mucho tiempo, cabalgo por la extensa pradera gracias al cielo el lugar estaba despejado y al llegar, dejo su caballo atado a un árbol y lo busco por el perímetro, pero no había señales de él, ni del perro, pero sus cosas seguían ahí, tal vez debida estar buscando algo de comida por algún lugar. Se metió a la carpa y pudo ver el lugar algo desordenado, de su bolso saco unas cuantas cosas para preparar al menos una cena, sabia muy bien que Daryl, estado solo se alimentaba de lo que sus trampas cazaran y esa alimentación incluía serpientes, ratas y quien sabe cuántas cosas más, ¿cómo era posible que tuviera un estomago tan resistente? Mientras el poco de arroz que había llevado se preparaba comenzó a ordenar la carpa, no estaba dispuesto a dormir en una cama que a simple vista no se había estirado en días, Daryl era descuidado de eso no había dudas, pero realmente estar al aire libre tratando de sobrevivir por su cuenta sin mucha interacción social era complejo para cualquiera.
Todo había quedado ordenado al fin, la comida estaba lista, pero el hombre al cual esperaba no daba señales de vida, reviso las trampas, después de todo solo quedaba un poco más de media hora de luz solar y si Daryl, no llegaba no se arriesgaría a volver a Hilltop a altas horas de la noche.
- ¿Dónde diablos estará? – Jesús, moría de hambre así que decidió comer solo, ya había esperado lo suficiente, luego de comer preparo algo de café, apago la fogata y se metió a la carpa con el tazón de café caliente, se quito los zapatos y con una vela alumbro un poco el lugar para leer un libro antes de dormir, después de todo era la única entretención que disfrutaba tranquilamente. No era tan tarde aún, pero sus ojos pesaban debido al cansancio y antes de terminar la taza de café apago la vela y se quedó profundamente dormido, el libro quedó sobre un cajón de madera que Daryl usaba como mesa de noche, para dejar velas o incluso un cuchillo.

The Walking Dead "Resonancia" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora