Como cuando vas creciendo y el "yo nunca" se convierte en un "¡Joder!"

Capítulo 22

Lamento muchísimo la ausencia, mis padres me están acondicionando el tiempo en la computadora u.u '

Muchas gracias por leer todo hasta ahora y por esperar y por sus dibujos ouh, son hermosos, y sus memes XD me encantan y me siento mal por no corresponder con las actualizaciones. 

En fin, una nueva etapa en Kyle, espero que se vaya notando, y también roces que uno no puede evitar con la persona que ama (y que le ama 7u7). Espero les guste. Nos seguimos leyendo. 

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-Vaya... -el sonido de su risa mal disimulada se hacía cada vez más fuerte. –Wow... -una risilla burlesca, sus mejillas se colorean. -¿Es en serio? –otra página cambiada. –Qué demonios... ¿y esto?

-Es del KFC. –le responde ofendido.

-Pareces un acosador.

-No lo soy. –le ha arrebatado la libreta y la ha guardado en su cajón de la mesita de noche. –No sé ni porqué te la muestro.

-Porque soy tu súper mejor amigo y necesitas decírselo a alguien antes de que explotes.

-... Acabo de darme cuenta que odio que me conozcas tanto... -se dejó caer en el colchón y se quitó la ushanka. –Mmm... -cierra los ojos sintiendo el peso del estrés. -Mañana comienzo los entrenamientos.

-Yo también. –le responde mientras revisa su teléfono. Kyle mira con atención sus gestos, porque él también lo conoce muy bien.

-¿Cómo te sientes con todo esto?

-Mejor, supongo.

Supone. Kyle le mira de reojo, sigue manipulando aquella pelotita de goma anti estrés con su mano libre. No han hablado de nada porque sus ojos se gritaban no decir mucho y sin embargo, reflexionando un poco, Kyle se ha planteado ser un poco más de palabras que antes, decir lo que siente, pedir lo que necesita y piensa que de alguna manera ha funcionado pero es diferente con Stan; él parece guardarse aún más las cosas que antes y mentiría si dijera que en las noches no piensa en él o a veces teme que alguna crisis aparezca.

¿Qué pasaría si se pelearan de nuevo?

¿Se herirían otra vez?

Kyle quiere creer que esta vez será más racional, pero considerando que apenas alguien le molesta un poco se lanza a golpear sin esperar un minuto, la duda puede seguir haciendo agujeros en su mente. Lastimar a los que quiere, cada vez le preocupa más esto. No lo ha contado a su psicólogo y quizá sea hora de hacerlo, solo que... tiene miedo de tener otro problema en su lista, al menos así, callado, no lo hace oficial. Decirlo significa trabajar en eso. Tiene pereza.

Tiene pereza hasta que piensa en los riesgos, como ahora, y se da cuenta que es urgente quizá.

-¿Por qué ves tu mano? –le pregunta el de cabello oscuro mientras se masajea el cuello con la pelotita.

-Veo... un juramento. –dice aunque no planea decir más allá de eso a pesar de que ya lo ha confundido. -¿Tienes libre el siguiente sábado?

-Supongo.

-Vamos a hacer algo los dos ¿sí?

-¿Los dos? ¿Cómo una cita? –le coqueta con sus ojos.

-No juegues. –se talla la frente y despeina un poco su cabello. –Vamos a ver una película o algo... o podemos ir a la tienda de música, yo que sé. –ofrece animoso. -¿Por qué me miras tanto?