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El tiempo avanza.
La vida nos enseña.
La madurez llega cuando más lo necesitamos, cuando más lo deseamos, pero...

              los recuerdos permanecen.

- Noora, necesito el presupuesto de la campaña de los burritos congelados antes de que te vayas.

La voz de mi jefe sonó por toda mi oficina.

- Están en tu escritorio, te los dejé ayer antes de la comida -le contesté sin dejar de mirar la pantalla.

Desde hace dos años trabajaba en Berry&Gillian, una empresa publicitaria en Londres. Me había graduado con honores y no fue difícil encontrar un trabajo, pero a pesar de que no ganaba mal, no estaba completamente satisfecha. Yo soñaba con abrir mi propia empresa, pero mientras juntaba el dinero, me hacía de contactos aquí.

Seguí revisando los diseños de los espectaculares, pero el sonido de un golpe a mi lado me sacó de mi concentración. Volteé a un lado y vi cómo Annie, mi beceria y ahora secretaria, me dejaba sobre la mesa mi café y mis snacks que le había pedido.

- No pude encontrar los churritos de nopal, pero compré los mangos deshidratados -me dijo antes de que viera las bolsas.

Asentí.

- Gracias.

Guarde las cosas en mi cajón y seguí terminando de evaluar los diseños. Mi alarma sonó media hora después avisandome que era hora de irme. Tomé mi bolsa tras apagar la computadora y salí mientras me despedía de todos. Mi celular sonó mientras salía del elevador al carro, miré la pantalla y leí el nombre de Matteo.

- Dime que puedes traerme una caja de condones -fue lo primero que me dijo al contestar.

Sonreí al escucharlo y saqué mis llaves de la bolsa.

- ¿Sabes lo penoso que sería comprar una caja de condones? -le pregunté divertida- Si alguna amiga de mi mamá me ve, ella me matará.

- Tu madre adoraría saber que tu vida sexual es activa -me contestó mi roomie mientras abría el carro-. Ella muere por verte con un hombre.

- ¿Te dije que me preguntó si era lesbiana? -cuestioné mientras entraba.

- No me sorprende, yo también tuve la misma duda al conocerte.

- ¿Gracias? -fruncí el ceño- El que no hable de sexo como tú todo el tiempo no significa que sea lesbiana.

- Como sea, estoy segura que la pobre Tina tiene más emoción en su vida que tú. El otro día me arinconó y me comenzó a contar sobre su novela.

Tina era nuestra vecina, tenía como ochenta años y era algo chismosa e impertinente.

- Pobre de ti -le dije dejando mi bolsa a un lado.

- Para nada, ahora no me pierdo ni un episodio -solté una carcajada al escucharlo-. Quiero un mexicano sexy que venga por mí y me enseñe el verdadero significado de la pasión.

Cerré los ojos y negué con la cabeza.

- Deberías mejor ponerte a buscar un empleo, Matteo, no te mantendré toda la vida.

- Ya te dije que estoy esperando que un hombre rico y a punto de morir se enamore de mí y me tenga como su fiel amante al cuál mantiene y le deja parte de la herencia.

- ¿Y eso cuánto tardará? -sonreí.

- Tardará lo que tenga que tardar -me contestó-. Pero de todos modos el chico español de la otra vez me mandó dinero porque le dije que quería unas cremas, puedo darte de ahí algo.

- Como sea -suspiré-. Tengo que colgar o llegaré tarde con Denisse.

- Es cierto, hoy ibas a una cita doble con tu amiga la fastidiosa.

- No le digas así, ella no es fastidiosa -repliqué-. Le prometí que iría a esa estúpida cita doble.

- Sí, ojalá que le tiren el vino encima a esa perra -soltó un sonido de disgusto-. Ni siquiera sé porqué te dejas manipular por ella, es una zorra hipócrita.

Suspiré.

- Como sea, debo irme.

- Ojalá que se le atore la comida -dijo antes de que colgara.

Cerré los ojos al quedarme en silencio y moví mi cabeza. Sólo hacía esto porque ella me rogó, yo no tenía ganas de aguantar a un hombre en este momento.

- Suspira -me dije antes de arrancar.


Llegué al restaurante trece minutos después de la hora. Salí apurada y le entregué las llaves de mi precioso Audi, un regalo de graduación de mis papás, al chico. Me acomodé el cabello al entrar, pasé a la hoster y busqué a Denisse entre todos. Vi cómo me llamaba con su mano y sonreí mientras caminaba a ella, miré a los dos hombres que también estaban senados en la misma mesa y mi sonrisa se borró un poco.

Vete a la mierda.

En esa mesa no sólo se encontraba Denisse y Harry, estaba sentado el maldito Paul Gillian, el hijo de mi jefe y con el cuál me había metido hace un tiempo en la cena de invierno. Cuando el chico me vió se atoró con el agua y comenzó a toser. Me puse roja al recordar todo lo ocurrido en el pasado y quise correr, pero Denisse se paró y me tomó del brazo.

- Noora -me saludó emocionada-. Creí que ya no vendrías, pero que bueno que ya llegaste.

Miré todo el lugar buscando una manera de escapar, pero Denisse me sentó con fuerzas y me dijo Harry:

- Noora, ¿Por qué tardaste tanto? Estoy muriendome de hambre.

Miré de nuevo a Paul y él bajó la mirada.

- Y-yo... -comencé a decir.

Pero Denisse me cortó:

- Hemos pedido una langosta y algo de spaghetti, espero no te moleste.

No podía decir algo, no podía hablar por la vergüenza. Paul fue de esas veces que tienes sexo por la calentura del momento y esperas nunca volver a ver.

Fuimos al baño y cuando salí mi amiga me preguntó con emoción:

- ¿Qué te pareció Paul?

Volteé a verla y sólo encogí los hombros.

- Es lindo -le dije dejandole entender que no me gustaba-. Tú sabes que los prefiero algo mayores.

Ella suspiró.

- ¿Cómo no te puede gustar? Es muy guapo y también es divertido. Aunque ahorita no sé porqué no dice nada, pero en serio lo es. Además -me jaló hacia ella y me murmuró con diversión- tiene un cuerpo que te mueres.

Lo sabía.

- No me interesa -le dije tajante.

Denisse me miró con el ceño fruncido, suspiró y se fue. Me reí al ver su actitud tan infantil y me miré una vez más al espejo.

Ni siquiera me daban ganas de repetir con él en este momento, y tenía que pasar por los condones de Matteo.

Salí del baño dispuesta a disculparme e irme, pero cuando llegué a la mesa me di cuenta de que Paul  no estaba ya serio, hablaba con emoción con alguien que estaba sentado en mi lugar. Caminé hasta él y cuando llegué y vi al intruso, mi falsa sonrisa se borró y fue remplazada por una cara de sorpresa.

Vete a la mierda.

Oh yeah, ¿Quién creen que sea?

JAJAJAJAJA o sea ya inicia esto...

¿ESTÁN PREPARADAS PARA LO QUE SE VIENE?

BAISSS



The girl that you used to know - lrh Donde viven las historias. Descúbrelo ahora